Sweet

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Jueves 10:40 am. Dos días para la confesión.

— Teruhashi-san, ¿Estás bien? —susurró cuando la peliazul cayó encima suyo. Se había tropezado, pero menos mal y Ryu la alcanzó a sujetar antes de que hubiera algún accidente.

— S-Sí...

— Ten cuidado. —sonrió. Luego la alejó amablemente al darse cuenta que la chica no tenía intenciones de soltarlo.— ¿Haz visto a Saiki-san?

"Otra vez pregunta por él..."

— En los descansos suele desaparecer... Tampoco creo que sea bueno buscarlo, es de los chicos que le gusta la tranquilidad. —comentó entre risas inocentes.

— Lo sé. —cortante, se alejó de la jóven dejándola sola a mitad del pasillo.

"Tiene razón, ah... Creo que el haber pasado más tiempo con él últimamente se me subió a la cabeza."

Saiki rodó los ojos. Creyó que ya había dejado en claro que le agradaba su presencia.

Sí, se encontraba escondido... Pero de los demás, no de Ryu.

"Entonces terminaré los preparativos para mañana... Mañana... Mañana es el día."

Sin más, Ryu se dirigió a su amado club. Al ser el primer descanso, nadie estaría allí. Así que podría ocupar la cocina tanto como quisiese.

Saiki no tardó en teletransportarse al salón en el que Ryu había pensado.

— ¿Saiki-san? Que casualidad encontrarte aquí. —le saludó emocionado.

- Este sitio es agradable...

— ¿Te refieres al ambiente? Pienso lo mismo. Entra mucha luz natural, también al estar en una esquina del edificio, no suele venir mucha gente... Es tranquilo.

Saiki asintió y se sentó en una de las mesas que se encontraban allí. Ryu se acercó un poco apenado.

— ¿Quieres té? Por el momento no tengo nada más para ofrecerte...

- 'Suena bien'.

Y con esta respuesta, el chico puso manos a la obra. Era una mezcla de emociones, se encontraba tanto ansioso como alegre. El chico que le gustaba estaba acompañándolo mientras él hacía lo que más le apasionaba.

Una experiencia que si llegase a ser eterna, jamás se cansaría de estar en ella.

— Buen provecho~ —alargó la última palabra.

[...]

Ryu sonrió orgulloso de su propia creación. Miró de reojo a Saiki, el cual se encontraba durmiendo con la cabeza apoyada en sus brazos. Sin querer hacer ningún ruido para despertarlo, lentamente intentó abrir el horno sin que esté rechinara.

Claro que a él todo le salía mal. La puerta del horno estaba un poco oxidada, eso hizo que un sonido nada agradable llenará el salón.

"Odio mi vida"  pensó viendo como los bellos ojitos de su amado empezaban a abrirse.

— Lamento despertarte.

Saiki negó. De hecho se encontraba bastante sorprendido por su acción ¿dormirse en la escuela? ¿Y con Ryu?

La confianza había llegado lejos aun cuando relativamente se estaban empezando a conocer desde hacía poco.

"Aunque yo ya lo sé todo" con su telepatía ya conocía casi todo sobre él. Tanto como persona como de su pasado.

— Oh... Ya casi comienzan nuevamente las clases. Pedí permiso, así que yo estaré aquí otro rato. —el peligrosa asintió, tomó su maleta y esperó a que Ryu le dijera lo que estaba pensando.— Estaré aquí a la hora del almuerzo. Si quieres estar en un lugar tranquilo... P-puedes volver.

- 'Bien...' —le dió la espalda y se dirigió a la puerta— 'Estaré aquí'

Confirmó para que Ryu estuviese totalmente seguro de su respuesta. Ya veía venir un drama si no llegaba a darse a entender.

"Es tan lindo... Le prepararé un dulce para cuando vuelva."

"Yare yare... ¿Cómo no voy a querer volver si siempre eres así conmigo, Ryu?"

Y si, volvería a aquel salón no por los dulces, si no para pasar un rato agradable con Ryu nuevamente.

Con solo pensar en eso, el sonrojo en sus mejillas se negaba a irse.

"Quiero... Quiero abrazarlo" el pelirosa se sintió desfallecer al escuchar la voz de Ryu en su cabeza.

.

.

.

- Ofu. —Rápidamente tapó sus labios anonadado por la palabra que había soltado de la nada.

"Cualquier duda fue resuelta. Lo lograste, estaré esperando el día de mañana.."

SWEET LETTERS // Saiki Kusuo ✔️✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora