Capítulo Dos

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El sol apareció por la ventana y Víctor ya estaba levantado para cuando este salió lentamente. Ya que continúo pensando en la decisión de Katherine.
Víctor decidió salir de la habitación y fue hasta el salón. Ya que quería desayunar e ir a la facultad.
Tras estar ahí en pocos segundos, se percató que la criada estaba preparando los desayunos. Pero no le dio importancia. Ya que comenzó a pensar de nuevo en la decisión de Katherine.
De pronto, volvió a sentir esa opresión en el pecho. Hasta que la respiración comenzó a faltarle.
Víctor calló al suelo y mientras que su vista se volvía borrosa, vio algo que le asustó más y sus palpitaciones comenzaron a ser más fuertes.
El doctor dejó que su muerte llegase, sabiendo que Anne no estaba a salvo.

Ella despertó, mientras que vio a Kilian dormido.
Se preguntó si era bueno idea irse lejos durante dos meses lejos de Estambul y de Turquía. Pero cuando recordó su pasado con Demir, todo comenzó a dar más vueltas en su cabeza.
Él comenzó a despertar y ella cerró enseguida los ojos. No quería que sus miradas se encontraron.
Kilian le tocó la cara y Anne abrió de nuevo los ojos.
―Buenos días ―le dijo él.
―Buenos días ―respondió ella.
Ambos se miraron, pero él notó algo en su entrepierna.
―Ponte a cuatro patas, Anne ―volvió a decirle―. Es un orden.
Ella incorporó su cuerpo y después de eso, se puso a cuatro patas.
Kilian se puso detrás de ella y bajándole las bragas, contempló su sexo.
En breve, metió su polla en la vagina de Anne y comenzó a moverse, mientras que ella soltó un gemido.
Kilian comenzó a moverse más rápido y pudo notar como la vagina de ella empezaba a lubricarse.
Los movimientos de él iban cada vez más rápidos y los gemidos de ella resonaban en el departamento. Algo que a Kilian le gustaba escuchan.
Ambos llegaron al clímax y Kilian comenzó a aumentar aún más rápido sus embestidas. Haciendo que cuerpo chocara con el trasero de Anne.
Los gemidos resonaban mas fuertes y Anne solo lograba estar en ese clímax que él le inducia.
Tras varios segundos más, ambos llegaron al orgasmo.
Kilian cayó rendido encima de Anne y comenzó a respirar entrecortadamente.
―Contigo el sexo es mas placentero que con otras mujeres, Anne ―dijo―. Me alegra que ya formes parte de mí.
Pero ella no le dijo nada.
Kilian sacó su pene de la vagina de Anne y ambos se tumbaron. Dejando un poco pensativa a Anne.
―No debí perder el contacto contigo hace años.
―Pero lo hicimos tras la muerte de nuestros abuelos ―dijo ella―. Eso es algo que no podemos emendar y volver al pasado para recuperarlo.
―Lo sé.
Él hizo una breve pausa.
―Pero lo bueno de todo, es que te encontré y no pienso dejarte marchar o que te hagan daño.
―Eso lo veremos.
―Y ya sabes lo que hare si te marchas de mi lado.
―Estoy cansada de...
El teléfono de Anne comenzó a sonar y eso le interrumpió.
Ella se giró para cogerlo y en breve, descolgó el aparato que tenía en su mano.
―Dígame ―dijo asustada, pensando que podía ser de nuevo Demir.
―Señorita Fermosel.
―Si, soy yo.
―Le llamamos del hospital central. Su padre ha sufrido un infarto cardiovascular y lo están operando de urgencias.
―¡Qué!
―Le pedimos que vengan cuanto antes.
Anne soltó el teléfono y Kilian lo cogió.
―¿Qué ocurre...? Vale. Vamos para allá.
Kilian colgó el teléfono y después le dijo a Anne, mientras se levantaba de la cama:
―Vamos Anne. Tu padre te necesita. Ponte algo de ropa. Nos vamos al hospital.
Pero Anne continuaba exhausta y cuando Kilian la miró, se acercó a ella, diciéndole:
―Anne, vamos. Tu padre...
―No entiendo como ha podido pasar ―dijo de pronto ella―. Mi padre ha estado sano siempre.
―Cierto. Pero también es mayor, nena. No siempre se esta sano en esta vida. Todo el mundo nace y acaba muriendo cuando le llega su momento.
―Tenia que haberme callado y haber aceptado la decisión que él había tomado con respecto a mi educación.
―Ya es tarde. Así que obedece y vamos al hospital.
Anne asintió y después se levantó de la cama.
Kilian pensó que no era el momento adecuado para recordarle los motivos por los cuales estaba ahí. Ya que sabia que el viajo Fermosel se debatía entre la vida y la muerte.
En breve, ella comenzó a vestirse y comenzó a pensar en lo que estaba pasando con su padre. Algo que le parecía un puñal sobre su espalda. Uno que se le clavaba muy profundo y que sabia que le dolía al igual que le dolió la muerte de su madre hace más de un año.

Él caminaba con paso firme por la facultad, mientras que observaba como Katherine entraba por la puerta.
Osman se había enterado por la secretaria del doctor Fermosel que este estaba en el hospital y le preocupaba que Anne no lo supiera.
Katherine se acercó a él y sacándole una sonrisa, le dijo:
―Te espero esta noche en la mansión.
―No creo que vaya a ser posible, después de lo que está pasando.
―¿Y que es lo que está pasando?
―Katherine, deberías de llamar a tu hermano y decirle que el doctor Fermosel esta en el hospital.
―¿Qué le ha ocurrido a Víctor? ―preguntó ella.
―Ha sufrido un infarto y lo están operando de urgencias. La criada llamó a su secretaria y se lo dijo.
A Katherine comenzó a faltarle la respiración y se dejó caer de culo.
Osman la socorrió mientras que empezó a pensar en lo que estaba pensando ella. pero no hizo nada al respecto. Como tampoco le preguntó a Katherine por qué se había puesto mal.

Tras dos horas en el hospital, la falta de noticias tenia a Anne preocupada.
Kilian se sentó a su lado y le obligó apoyar su cabeza con su hombro. Fue cuando ella comenzó a sollozar.
―Tranquila, todo se solucionará.
Pero Anne no dijo nada.
Kilian miró hacia arriba y observó que Katherine estaba apareciendo por el pasillo del hospital.
―¿Qué haces aquí? ―le preguntó él.
―He venido para saber como esta Víctor ―respondió ella.
―Aún está en quirófano ―volvió a decir―. No deberías de haber venido.
―Estoy preocupada, Kilian.
―¡Que estas preocupada! ―exclamó Anne―. Sí en realidad lo estuvieras ―ella se levantó de la silla―, mi padre no estaría aquí. Y todo esto que le esta pasando es por tu culpa y por acostarte con jovencitos.
―Anne, para ―dijo Kilian.
―No, Kilian. No voy a hacerlo ―dijo en un sollozo―. Mi padre se está debatiendo entre la vida y la muerte y todo es por culpa de tu hermana. Una que al parecer no sabe lo que quiere y que acaba destruyendo todo lo que toca.
Kilian miró a Katherine. Pero no observó furia en ella, si no, se percató como ella bajaba la mirada.
―Si quiere castigarme, que lo haga. Pero esto que esta pasando, es su culpa y espero que sus malas decisiones hagan que aprenda las lecciones.
Hicieron una breve pausa.
―Vete de aquí, Katherine. No quiero que mi padre despierte y te vea a su lado.
―Señorita Fermosel.
Ella miró hacia atrás y vio al doctor ante ellos.
―¿Cómo está mi padre? ―preguntó.
―Todo ha salido bien. Pero
―¡Pero qué!
―No sabemos si sobrevivirá.
―¡Qué! Usted dice que todo ha salido bien ―dijo Anne―. No entiendo por qué no iba a sobrevivir.
―Señorita Fermosel, su padre estuvo aquí para un chequeo medico hace dos meses y le detectamos cáncer mortal. Le dimos de vida tan solo un año. Ya que su enfermedad estaba comenzando a desarrollarse lentamente.
―¡Qué!
―Eso es imposible ―dijo Katherine―. No me dijo nada.
―Si no les ha dicho nada, seria para no preocuparles.
Hicieron una breve pausa.
―Les dejo señores.
―Doctor podría entrar a verle.
―Sí. Pero cuando despierte, no debería de agitarse y agitarlo.
Anne asintió.
El doctor se marchó y Anne cogió la mano de Kilian para que le acompañase. Pero antes de irse, le dijo a Katherine.
―Espero que te hayas ido cuando salgamos de ver a mi padre.
Y ella no dijo nada.
Kilian y Anne se marcharon. Dejándola sola.
Cuando ambos entraron en la habitación, a ella se le cayó el mundo encima al ver a su padre inconsciente en una cama.
Anne se acercó a ella y se quedó en blanco.
Kilian se acercó a ella y comenzó a acariciar sus hombros.
―Estaré a tu lado, Anne. Te lo prometo.
Pero ella no le dijo nada. Solo esperó a que su padre despertase para darle las respuestas que tanto necesitaba a sus preguntas.

Ella conducía pensando en Víctor sin parar y en lo que había hecho.
Katherine se echaba las culpas de que el doctor Fermosel estuviese en la cama de un hospital. Y todo por la decisión que había tomado.
Ella pensó en si debía llamar a Osman para quitarse ese enfado que tenía. Pero dudó mientras que salía hacia la nacional rumbo a la mansión.
Tras pensarlo bien, llamó a Osman y cuando este se lo cogió, solo dijo unas palabras:
―Mañana ven a la mansión.
Y después colgó el teléfono. Conduciendo como si fuera una loca que acababa de escaparse del psiquiátrico.
Ella continuó conduciendo hasta la mansión. Donde sabia lo que tenia que hacer para quitarse todo ese cabreo que sentía hacia la hija de Víctor. Aunque supo que todo lo que ella dijo era verdad. Él estaba en una cama de hospital por su culpa. Algo que sabia que no podía arreglar.
En cambio, Osman se quedó pensativo toda la noche en lo que Katherine tenía que decirle. Pero también estaba pensativo por que había recibido un mensaje de texto que lo dejaba sin saber que hacer.

Deseos Ocultos (Mi Amuleto #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora