Deseos Ocultos (Mi Amuleto #2)

Capítulo Siete

Ellos despertaron a la mañana siguiente y un poco cansados.
Osman se levantó antes que Katherine y fue hasta la ducha. Donde ella la esperó para ducharse juntos. Pero Katherine no apareció.
Katherine en cambio, continuaba dándole vueltas a la cabeza y recordando sus buenos momento con Víctor en esa habitación. No pensó en Osman y en que estaba en la ducha desnudo. Fueron sus pensamientos en ir al funeral del que fue su mejor amigo lo que permanecía en su cabeza. Sin embargo, pensar en Anne y Kilian le hizo echarse hacia atrás en esa decisión.
Él salió del cuarto de baño y se acercó a ella.
Katherine se dejó llevar de nuevo por Osman cuando este le abrió de nuevo las piernas y comenzó a lamer su clítoris muy despacio. Algo que le hizo gemir más que cuando lo sentía tan dentro de él.
Katherine comenzó a notar su éxtasis, mientras que se olvidaba de la idea de ir al funeral de Víctor.

Él miraba sin para hacia al exterior, mientras que pensaba en si ir al funeral de Víctor Fermosel y después secuestrar a Anne de una vez. Pero cuando notó el dolor en el hombro, se dijo que aún era muy pronto.
También se maldecía por no haber estado despierto y frenar a la persona que le había salvado la vida.
Su asesor entro por la puerta de la habitación y respirando profundo, dijo:
―¿Está todo listo para el traslado a la casa?
―Si, señor. Cuando usted quiera podemos marcharnos.
―Vayámonos ya. En cuanto me sea posible, le hare una visita.
―Como desee, señor.
Después el asesor se marchó y Demir se quedó un momento a solas.
Tras esperar un poco más, decidió de mandarle un mensaje a esa persona. Por lo que cogió su teléfono móvil y escribió ese texto: Te fuiste y no tuve la oportunidad de agradecerte que me salvaras la vida. Cuando puedas, reúnete conmigo en el lugar de siempre. Sé discreto. Demir.
Después de eso, este se marchó de allí para no regresar y planear de nuevo, el encuentro y el secuestro de Anne.

Tras una larga noche, todos fueron al cementerio para el funeral de Víctor. Que se enterraría junto a su difunta esposa.
Anne se aferró a Kilian. Ya que seguía pensando en que tenía que haber hecho las cosas mejor con él.
Cuando la misa terminó en el cementerio, terminaron por enterrar a Víctor y Anne no supo que hacer. Salvo seguir aferrándose a Kilian.
Ella volvió a recibir el pésame de todos los asistentes al funeral y estos se fueron marchando uno por uno.
Anne y Kilian se quedaron juntos ante el lugar de sepultura de Víctor y la madre de ella.
Anne no pudo contener las lágrimas.
―Vamos a casa ―dijo Kilian―. Necesitas descansar y estar preparada para nuestro viaje, Anne.
―¿Cuándo nos iremos, Kilian?
―Mañana por la tarde. Ya tengo los billetes reservados y un departamento en la zona sur del Gales.
―¡Pensé que iríamos a Londres!
―Pero he cambiado el destino. Si vamos a estar lejos que sea en un lugar donde Demir no te encuentre en estos dos meses.
Hicieron una breve pausa.
―Después hablaremos mejor. Ahora quiero que recuperes las fuerzas y podamos ser la pareja normal que he querido que fuéramos desde hace varios días.
Después de varios minutos allí, ambos se marcharon del cementerio.
Y Anne dejó pensar cuando se montó en el coche y se quedó dormida aferrada a Kilian.
En cambio, pensó en dar órdenes en cuando llegaran a la mansión.

Ella miraba sin parar al hombre que tenía delante. Se pregunta por qué este continuaba y aun no se había marchado de su lado. Hasta que en esos momentos que comenzó a vestirse.
Después de que Osman acabara de vestirse, miró su teléfono móvil. Pero tras unos segundos, decidió dejarlo a su lado.
―¿Qué ocurre, querido? ―preguntó ella―. Ya te vas.
―Sí. Tengo que resolver unos asuntos de la facultad y después ponerme a estudiar. Tu deberías de estar junto a tu hermano y Anne en estos momentos.
―¡Volverás!
―No lo sé. Si quiero ocupar el lugar del doctor Fermosel, debería de estudiar y sacar mis estudios.
―A Víctor es imposible de reemplazar, Osman. Así que, ya lo sabes.
Pero él no dijo nada.
Después se marchó de la habitación de Katherine. Dejándola sola.
Ella comenzó a pensar en Víctor de nuevo. Fue cuando sus lágrimas brotaron de sus ojos. Y tapándose con la almohada, dejaron que salieran todas esas que era necesarias para limpiar su alma.

Ella se despertó un poco más tarde.
Anne se levantó de la cama y no vio a Kilian a su lado. Por lo que salió de la habitación y fue hasta el salón.
Ahí, ella sintió el aire fresco en su cara. Pero cuando miro al lado izquierdo y vio el piano; Anne se acercó a él y sentándose comenzó a tocar una melodía diferente a la que tocó cuando era una niña.
Kilian escuchó la melodía y fue hasta donde procedía. Y cuando vio sentada a Anne en el piano, supo porque estaba ahí.
Él fue ante ella y se sentó a su lado, para escuchar esa nueva melodía.
Ella dejó de tocar y apoyó su cabeza con el hombro de Kilian.
―¿La policía ha dado con ese delincuente? ―preguntó ella.
―No. Pero le sigues buscando.
―Quiero que pague lo que ha hecho.
―Y lo pagará.
Ambos hicieron una pausa:
―Cuando estemos en Gales, te pondré un localizador.
―¡Qué!
―Lo que has escuchado. Solo es por tu seguridad y por si ese tipo apareciera de nuevo.
―Y supongo que no tengo opción de opinar.
―Así es.
―Vale. Solo espero que ese delincuente no se dé cuenta de ello.
―Tranquila. Te pondré uno que apenas se hará visible.
Ella asintió.
Después, ella se marchó en cuanto se levantó de la silla del piano.
En cambio, Kilian se quedó ahí pensativo. Hasta que decidió de ir a la habitación y descansar junto a Anne.

Él estaba sentado, mientras que su enfermero hacia una curación más a fondo. Y mientras que este le curaba, Demir hablaba con el doctor que le había mirado la herida de bala.
―¿Cuándo poder hacer una vida normal? ―le preguntó.
―Aún es pronto. Pero deberías de quedarte quieto un tiempo después de esto ―le dijo el doctor.
―Tengo cosas que hacer, doctor. Cosas importantes.
―Lo sé. Pero mientras que esa herida de bala se cura y nos cercioramos que no va a sufrir daño alguno, deberías tomar reposo.
―Está bien.
Demir solo tenía a una persona en mente. Y lo que haría con ella cuando la tuviera a su lado.
Pero también pensó en la única persona que también era culpable de la sanación de su herida. Solo espero que no hubiera pasado nada malo con él. Esperaba que todo estuviera bien entre ellos.
Cuando él doctor le dio unas indicaciones, este se marchó con su enfermero y Demir decidió descansar. Pero cuando cerró los ojos y la vio a ella, volvió a abrirlos maldiciéndose. Y tanto lo hizo que dio un porrazo contra el cabecero de la cama.