Capítulo Cuatro

244 20 1
                                    

A la mañana siguiente, él paseaba sin parar, mientras que recibía noticias de su trabajo.
Mientras que las recibía, pensaba en ella. En el momento que la tendría delante y la volvería a hacer suya.
Por unos momentos pensó que antes de tenerla con él, debía de hacer algo para hacerla vulnerable. Algo que la dejara en el más profundo dolor. Uno que le golpease muy fuerte.
Él cogió su teléfono móvil e hizo una llamada.
Tras unos segundos de espera, le cogieron el teléfono y este dijo:
―Quiero que sea hoy me da igual que haya complicaciones, pero quiero que ella este hoy en mis manos perfecto.
Después colgó el teléfono.
Tras dejarlo a un lado, se asomó por el balcón de la casa y comenzó a respirar profundamente. Tanto que no pensó en las consecuencias que tenía por delante. Solo pensó en ella y en el cargamento que estaba a punto de llegar al país.

Kilian entró en la habitación de Víctor cuando la mañana había aparecido de nuevo ante sus ojos.
Observó que él estaba dormido y Anne leyendo. Algo que jamás había visto en ella, desde que se volvieron a encontrar.
―Nena ―susurró.
Anne miró hacia arriba y vio a Kilian ante ella.
―Ven por favor. Quiero decirte algo.
―¿Qué ocurre Kilian? ―preguntó.
Pero Kilian solo salió de la habitación y después Anne cerrando el libro, se levantó del sofá y caminó para poder salir de la habitación.
Cuando lo hizo en pocos segundos, Anne vio a Kilian al lado de la puerta junto a dos hombres vestidos de negro.
―Nena, ellos son Beltrán y Kenan. Son tus guardaespaldas a partir de ahora. Ahí más hombres dentro y fuera del edificio.
―Kilian, no es necesario todo esto.
―Para mí si lo es. Ellos ya conocen el rostro de Demir y tienen órdenes de disparar si ven algo no adecuado.
Pero ella no le dijo nada. Solo volvió a entrar en la habitación y Kilian la siguió.
―Anne, todo esto es por tu seguridad. Ya sabemos que Demir es mi peligroso por ser quien es y ahora más cuando sabemos que está cerca de ti.
―Kilian, no me he opuesto a nada de lo que estás haciendo y me has hecho. No tengo por qué hacerlo. Pero no deberías de haberlo hecho ahora que mi padre se está recuperando de un infarto.
―¡Que ocurre, Anne! ―escucharon.
―Nada papa.
―Señor Fermosel, acabo de contratar a guardaespaldas para Anne y para ambos. Pero como siempre, ella se opone a todo lo que hago.
―Hija, ya sabes que tienes que aceptar todo lo que tu futuro marido quiera para ti.
―Paren ya por favor.
―Señor, voy a tener que llevarme a su hija a casa para que descanse.
―Hazlo entonces.
Kilian la miró con cara de pocos amigos y después le dijo:
―No se preocupe, Víctor. Tendrá a Kenan cuidando de usted mientras que Beltrán vigila que todo está normal.
―No te preocupes. Llévate a mi hija para que descanse.
―Vamos Anne.
Ella caminó sin rechistar y Kilian le dijo a ella al oído:
―Acuérdate de quien me rechista, tiene un castigo.
Anne tragó saliva y terminaron de salir de la habitación de hospital.
Después Kilian le dio órdenes a los guardaespaldas y terminaron de marcharse a la mansión.

Él volvió a despertar tras haber estado manteniendo relaciones con Katherine.
Cuando se giró, se percató que ella estaba durmiendo tan plácidamente. Por lo que decidió no decirle nada. Pero también decidió de quedarme más tiempo a su lado. Más aun cuando a su pesar, esperaba noticias de alguien que menos esperaba.
Katherine se removió para cambiar de posición, pero Osman se percató que no se despertó. Por lo que cerró los ojos para poder pensar con claridad.
Cuando pensó que tenía una misión, quiso saber un poco más lo que estaba pasando y como él sabía, las cosas no iban a cambiar después de eso.
Al abrir de nuevo los ojos, Osman se dijo que tenia que regresar al departamento. Por lo que se levantó y se vistió en breve. Y un poco más tarde de salió de la habitación de Katherine.
Por unos segundos, vio a Anne ir por uno de los pasillos de la mansión y se preguntó por qué estaría ahí en vez del hospital. Pero decidió continuar con lo que tenía en mente.
Ella despertó y vio que estaba sola. Fue cuando se preguntó donde estaría Osman. Por lo que se levantó de la cama y cogiendo su teléfono, lo llamó. Pero no obtuvo respuesta en el aparato. Katherine se maldijo por eso y decidido de irse a la ducha para irse mas tarde a la facultad.

Deseos Ocultos (Mi Amuleto #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora