Deseos Ocultos (Mi Amuleto #2)

Capítulo Trece

Él se había quedado dormido el día anterior tras resolver varios asuntos en el despacho.
Demir levantó su cabeza exhausto y comenzó a caminar, como si se hubiera tomado varios tragos de más.
Al salir del despacho, caminó por el largo pasillo para llegar a su habitación y poder darse una ducha larga.
Cuando entró en la habitación en pocos minutos, Demir vio a Walter en pie ante la ventana. Por lo que Kilian se acercó un poco a él y le dijo:
―Vete Walter. No quiero hablar ahora. Quiero darme una ducha y dormir ahora.
―De acuerdo señor. Después le daré las buenas noticias que le traigo.
Él miró a Walter y volvió a decirle:
―¿Qué noticias?
―Hemos encontrado a la señorita Fermosel y al señor Riaza.
―¡Bien! ―exclamó él―. ¿Dónde están?
―Están en Gales. Kilian ha hecho varias compras con su tarjeta de crédito en la ciudad desde hace muchos días. Así que, ellos estarán ahí para ocultarse de los problemas y de usted.
―De acuerdo.
Hizo una breve pausa.
―Ahora que sabemos dónde está, tengo que pensar bien cómo actuar sin que ella tenga a esos guardaespaldas todo el día detrás ―dijo de nuevo―. Walter, averigua más sobre la dirección donde están residiendo y cuando tengamos esa información, actuaremos.
―Sí, señor.
―Empieza y tráeme eso que te he pedido cuanto antes.
Walter volvió a asentir y después se marchó de la habitación. Dejando a Demir solo pensativo.
Cuando él se metió en la ducha, Demir pensó en un plan que sabía que podía dar su fruto. Él solo esperaba que funcionase o si no, haría todo lo posible para matarla sin antes de hacerla sufrir.

Kilian despertó cuando el sol estaba comenzando a salir en la ciudad.
Cuando miró la hora en el reloj de su teléfono móvil, se dio cuenta que era las 8:34 de la mañana.
Él pensó en las dos horas de universidad que Anne tenía y dudaba si esas dos horas que tenía eran a media mañana.
Por lo que fue al teléfono móvil de Anne y vio en su agenda que las dos horas que tenía eran de 10 a 12 de la mañana.
Él se acercó a ella y comenzó a acariciarle la cara muy despacio.
Ella comenzó a despertar y sonrió porque sabía que era Kilian quien le acariciaba la cara.
Cuando ella abrió los ojos y lo vio, Anne le sonrió, mientras que le decía:
―Buenos días.
―Buenos días, nena ―respondió él―. Deberías de levantarte y ducharte. El tiempo se te echa encima y tienes clases a las diez de la mañana.
―Cierto.
Anne se levantó de la cama y fue hasta la ducha.
Ella entró y en breve, el agua tibia comenzó a caerle muy despacio sobre su cuerpo.
En pocos segundos, Kilian entró con ella y comenzó a acariciar sus hombros.
Después, Kilian fue besando lentamente, hasta que llegó a su cuello. Pero Anne se adelantó girándose y le dijo:
―Kilian, tengo que ir a la universidad.
Ambos se miraron fijamente y él le dijo:
―Aguafiestas. Pero esta me la reservo, nena.
―Cuando tú quieras, Kilian. Pero déjame continuar con la ducha y después desayunar. Quiero llegar a tiempo a la única clase que tengo hoy.
―Vale. Después le diré a Kenan que te recoja.
―Kilian, el viernes quedé con James a comer hoy.
―No me gusta que salgas con ese tipo.
―Ni a mí que desconfíes de mí. Necesito que empieces a hacerlo. James solo es un amigo.
Hicieron una breve pausa.
―Kilian yo no te ordeno que no te vas con tus socios o que salgas a hacer cosas fuera del departamento. Estoy de acuerdo que nos vamos a casar, pero también necesito que confíes en mi por una vez.
―Vale. Si eso es lo que quieres, lo haré. Pero cuando vengas, te quiero de rodillas en la mazmorra.
Ella le besó brevemente y le dijo:
―Lo haré.
―¿De verdad que estás pensando en nuestro matrimonio?
―Es lo que pactaste con mi padre y mantendré vuestra palabra.
―Ya te conté lo que me dijo tu abogado.
―Pero a mí me da igual lo que diga mi abogado. Así que, voy a continuar preparándome para la universidad.
Kilian se acercó a ella y después Anne le dijo a los ojos.
―De pensar que sigues siendo esa mujer caprichosa y maleducada, se me pone dura. Me gustaría follarte ahora mismo.
Pero ella no dijo nada. Solo se dio la vuelta y continúo duchándose.
Kilian pegó su cuerpo con el suyo y bajando su mano hasta el sexo de Anne, comenzó a tocarlo.
Él masajeó muy despacho su clítoris y Anne se dejó llevar. Llevando su cabeza hacia atrás.
Kilian dejó de tocarle su sexo y después le dijo en tono burlón a ella:
―Vas a llegar tarde a la universidad. Termina de prepararte.
Pero Anne no le dijo nada.
Ella continuó duchándose para poder desayunar.
En cuanto salió de la ducha, se puso algo adecuado y después bajó a desayunar.
En cuanto terminó de desayunar, Kenan llevó a Anne a la universidad.
En cambio, Kilian se quedó en el departamento trabajando en unos asuntos privados del trabajo y también para hacerle su llamada matutina a Katherine para saber cómo estaba.

Ella estaba mirándole fijamente, mientras que Osman dormía como si fuera un niño pequeño.
Solo preguntaba por qué aun él seguía frecuentándole. Pero cuando Katherine recordó porque estaba ahí, su carácter cambio. Por qué sabía que muy a su pesar seguía queriendo a Anne.
Él comenzó a despertar y ella dejó de mirarle.
Osman se levantó de la cama y caminó hasta el pantalón.
Cuando este lo cogió y en breve, sacó su teléfono móvil, pensó por unos instantes que debería de regresar al departamento.
En cuanto Osman vio lo que tenía, se quedó un poco pensativo.
―¿Ocurre algo Osman? ―escuchó él.
Él metió su teléfono móvil enseguida en el bolsillo de nuevo y le respondió:
―Nada. No te preocupes.
―Por tu silencio parecer ser que ese nada es
―Katherine, no ocurre nada. Solo es de la facultad. Tengo que irme o me harán repetir un examen importante que hemos tenido a primera hora y que, si no lo hago durante el día de hoy, me quitarán parte de la nota.
Hizo una breve pausa.
―No debí de haber venido, Katherine.
Él comenzó a ponerse el pantalón y Katherine se levantó enseguida de la cama, diciéndole:
―Si esa es la decisión que has tomado, vale. No tengo problema Osman. Pero aquí no vuelves a entrar más.
―Tú misma.
―En cuanto salgas, pásate por la recepción y ahí abajo te espera tu factura. Si no puedes pagar, buscaré la manera de que me pagues los días que has estado entrando en la mansión.
Cuando Osman terminó de vestirse, se marchó de la habitación y después de pagar en recepción la cantidad estimada de varios días, lo hizo de la mansión. Pensando en que no debí de haber sido tan grosera con su dueña.
En cambio, Katherine comenzó a enfurecerse y pensar que ese tipo merecía un castigo en vez de una buena nota de la facultad.
Ella pensó en dominar a otro sumiso en su lugar. Sin embargo, fue su teléfono lo que le sacó de ese pensamiento.
Y cuando Katherine vio que era la llamada de Kilian, sacó una sonrisa y cogió su teléfono móvil con mucha tranquilidad.

Anne llegó a media tarde al departamento.
Ella dejó sus cosas en la entrada y fue en busca de Kilian por todos lados. Pero no dio con él.
Su teléfono móvil sonó con un mensaje de texto. Que en cuanto lo abrió, vio que ponía: espero que estés desnuda cuando llegue al departamento y entre en la mazmorra. Si no lo estas, recibirás un triple castigo. K.
Ella dejó el teléfono a un lado y caminó hasta la mazmorra.
Cuando llegó a la mazmorra, Anne se desnudó.
Ella respiro profundamente y después se puso de rodillas.
En pocos segundos, ella sintió que alguien le tocaba el hombro. Y sintió paz cuando olio el perfume de Kilian.
Él comenzó a tocar muy despacio cada centímetro de su cuerpo. Hasta que Kilian llegó a sus muñecas. En las que puso parte de unos grilletes. Después de eso, puso la otra parte en los tobillos.
―Hoy no te voy a poner una mordaza. Voy a follarte tan duro que tus gritos se van a escuchar mas alla de las cuatro pareces de la mazmorra ―dijo.
Pero ella no le dijo nada. Ya que conocía las reglas que Kilian tenía en la mazmorra. Unas que aún le costaba de aceptar con el paso de los días.
Él fue a la cara de Anne y ella observó que Kilian se estaba quitando la camisa que tenía puesta.
En breve, Kilian se quitó los pantalones y la ropa interior.
En pocos segundos, Kilian acercó su pene a la boca de ella y le dijo:
―Chúpala y hazlo muy despacio.
Kilian metió su pene en la boca y ella comenzó a moverse muy despacio. Y mientras que ella la sacaba y la metía, movió su lengua en la punta del pene.
Él soltó un gemido profundo y agarró la cabeza de Anne y comenzó a moverla rápidamente. Hasta que la quedó metida y en segundos, Anne emitió una arcada.
Kilian sacó su pene de la boca de Anne y ella respiró entrecortadamente.
En pocos segundos, él tumbó a Anne en el suelo y metió su pene en el ano. Haciéndola gemir.
Él comenzó a embestirla y ella a gemir más de lo que ya estaba haciendo.
―No sabes lo que me gusta poseerte ―Kilian dio una fuerte embestida―. Por lo que pienso hacerlo más seguido.
Ella no digo nada. Por lo que Kilian, embistió más fuerte.
Cuando él vio que había llegado al clímax, sacó rápidamente su pene y lo metió en su vagina.
Él comenzó a embestirla y ella a sentir la pasión que Kilian le entregaba.
Ambos llegaron al clímax en pocos segundos y Anne comenzó a gemir más.
Kilian llegó a sonreír, pero cuando se dio cuenta ambos ya habían llegado al orgasmo.
Él cayó encima de ella exhausta y respiró entrecortadamente.
―Me gustas durante el clímax, Anne. Eres una diosa.
Pero ella no le dijo nada.
Kilian salió en breve del interior de Anne y en segundos, le quitó los grilletes.
Ella se abrazó a Kilian y se relajó.
―Deberíamos irnos a la cama ―dijo Kilian.
―No. Me quiero quedar aquí y así.
―Vale. En ese entonces, cierra tus ojos y duermes. Yo protegeré tus sueños.
Ella asintió.
Anne se aferró a Kilian y este la abrazo, dándole un beso sobre su pelo.
Ella se relajó aún más y cerró los ojos. Quedándose dormida en breve.
En cambio, Kilian se quedó pensando, hasta que se durmió oliendo el perfume de Anne junto al perfume que ella desprendía del éxtasis que desprendían juntos.