01. Salvaje y Adictivo [ChanBaek]

CAPÍTULO OCHO

MALAS Y BUENAS NOTICIAS

— ¡SeHun! — el grito de ambas voces sorprendidas no se dejó esperar.

BaekHyun empujó a ChanYeol como si su simple tacto quemara. De un brinco bajó de la encimera, rehuyendo de la mirada del menor de los Park.

— Sí, también es un gusto verlos. —comentó con sarcasmo. Sus ojos reflejaban la diversión que en su rostro a penas se vislumbraba.

Importándole poco y nada encontrarlos a punto de follar encima de la mesa por la que por años tomo el desayuno. La vista del chico vagó entre el tenso cuerpo de su hermano hasta la pequeña masita sonrojada que ocultaba su rostro entre sus delgadas manos.

El profundo gruñido de ChanYeol y el aroma de posesividad que emanaba de él le dijo a SeHun que era mejor dejar de ver a BaekHyun si no quería una buena mordida en la yugular.

—BaekHyun ¿podrías ir a cambiarte? — el Omega agrandó los ojos a más no poder. Como si apenas fuera consciente de la desnudes de sus piernas.

El rostro se le coloreó de mil tonos de rojo. |

A SeHun se le antojó carcajearse por la incomodidad que se sentía en todo el ambiente. Sin embargo, le pareció poco apropiado. Solamente soltó una risa disimulada.

— Sí... — respondió en un susurró. — Yo... yo... te dejo... literalmente en tu casa. — BaekHyun se sentía tremendamente humillado y avergonzado. Su estúpido tartamudeo era un comportamiento fehaciente de ello.

Después de dar una pequeña y torpe reverencia, salió corriendo hacia su habitación.

— Parece que ya se llevan mejor ¡En hora buena, hermano! —felicitó con una burla implícita en su tono de voz.

ChanYeol frunció el ceño.

— Sera mejor que te calles. No quiero ni una sola palabra. — amenazó. — La situación es... un tanto complicada. —

El rostro de SeHun se tornó serio y tenso. Sus labios se adelgazaron en una fina línea.

— Y están a punto de volverse aún más complicada. No traigo buenas noticias. — ChanYeol gruño. Enredó sus dedos entre sus cabellos y los tiró con desespero.

— Hablemos en la oficina. —

🍓🍓🍓

— Tiene que ser una jodida broma. — Murmuró para sí mismo, como si intentara convencer a su mente que nada de lo que SeHun le había dicho era mentira.

— Ojala fuera así. —

ChanYeol clavó su mirada en algún punto de la pared. La información dando vueltas en sus pensamientos, tratando de encontrarles algún sentido.

— ¡Maldita sea! — gritó exaltado, dando un fuerte golpe en la superficie del escritorio dejándolo astillado.

— ChanYeol, será mejor que te calmes. — SeHun advirtió al ver los ojos dorados cambiar de color y los colmillos asomándose por la comisura de sus labios.

El fuerte aroma que emanaba del Alfa estaba afectado al menor.

— ¡Joder! ¡¿Qué me calme?! ¡¿Cómo mierda pretendes que me calme, SeHun?! — exclamó al borde del cambio. — ¡Uno puñado de vampiros están detrás de mí Omega! — le gritó golpeando su pecho. — ¡Esos asquerosos desquiciados no se van a detener hasta que lo encuentren! —

SeHun intentó ponerse en el lugar de su hermano mayor.

Imaginar que su pareja destinada tuviera un enorme blanco en la espalda, que solo auguraba una muerte segura le generaba una sensación asfixiante de preocupación e impotencia. La intensidad y la realidad de los sentimientos que lo azoraban le causaron una irritante molestia.