Zayn esperaba concentrado en su cigarro a que Louis saliera de su última clase. Pensaba en invitarlo el fin de semana a la cabaña de sus padres donde recurrían usualmente.
Pasar días junto a Louis era el mejor plan para aquel moreno. En época de calor iban al lago, y en epoca de frío juntaban palitos para avivar el fuego.
Varias veces había confundido a su mente. Él siempre estaba ahí, dando vueltas en su cabeza. Lo amaba, pero todavía no tenía en claro de qué forma, ya que nunca habían llegado a nada serio. Nunca un beso en los labios, pero siempre estaban esos roces de mano que hacían que se sintiera nervioso, o esas ganas de suspirar cuando lo veía llegar.
Hace años que venía confundido con Louis. Pero siempre prefirió dejarlo en eso: un roce y un suspiro.
"¡Bonito!"
El halago lo hizo sonreír y se le tiró encima rodeandolo con sus pequeños brazos. Hundió su nariz en el suave cabello y se embriago del olor a vainilla que desprendía Louis.
"¿Como te ha ido?" Pregunto Zayn mirándolo mientras agarraba su skate.
"Normal, ya sabes." se encogió de hombros. "Te invito un emparedado en el centro, muero de hambre"
Zayn sonrió. "Vale, acepto".
Louis amaba la sonrisa de Zayn. Jamás lo había mirado con otros ojos, excepto esa noche.
Se perdió en sus pensamientos cuando ese recuerdo golpeó su mente. No se arrepentía, nada había cambiado entre ellos. Gracias a Dios.
Llegando al centro comercial, el menor eligió comer al aire libre, estar encerrado tantas horas en aquel edificio lo ahogaba.
"Vale, ya se que pedir. Quiero un sándwich con queso fundido y tomates. Para beber quizás un mixto frutal" Cerro la carta y Zayn río. "¿Qué?"
"Lo piensas tanto y al final eliges el maldito mismo sándwich de siempre" Dijo enrojeciendo las mejillas del menor.
Quince minutos después la orden estaba lista. Louis se levantó a buscar la bandeja dentro del local.
Miraba a Zayn sentado a lo lejos. Todos los recuerdos de aquella noche le golpeaban la mente. No sé arrepentia, nunca lo hizo. Quizás de no haber seguido y terminar las cosas."Ten, luego voy a cobrarles" la sonriente mesera le entregó el plato y Louis solo asintió con la cabeza, distraído.
Se encaminó a la mesa, siempre mirándolo y recordando. Su aroma, su respiración, su tacto...
Sus pies sólo caminaban, intentando dejar de recordar, pero se había nublado, otra vez, pensando en Zayn.
Aquel beso, aquel apretón...
"¡Mierda!"
Rizos.
"Lo siento..." Dijo apenado sosteniendo su pedido contra su pecho.
"Fijate por donde vas la proxima" lo rebajó con la mirada, juntando los cigarros y las llaves. "Maricon"
Era demasiado alto. Rizos, demasiados rizos.
Era Harry.
Y le había dicho maricon.
hola!
en un principio me quería disculpar por ausentarme tanto tiempo, las cosas no iban para nada bien conmigo y me obligó a dejar de publicar.Pero volví con muchas ganas de seguir ésta, mis otras historias y publicar más.
Gracias por comprender, y por siempre pedir actualización, votar y comentar! ♡