Harry, como había prometido, llevo al pequeño Louis al centro comercial. Eso había implicado pasar vergüenza con su madre ya que había tenido que sacarle permiso al niño, y prometer cuidarlo ya que su madre estaría preocupada si algo le pasara.
Entraron a una tienda de perfumes y eligieron uno como regalo. Se habían gastado todo el dinero recaudado, pero Louis estaba feliz. Al día siguiente sería el cumpleaños de su madre y por primera vez tendría algo como obsequio.
Iban con un helado en la mano cada uno. En tan poco tiempo se habían vuelto muy cercanos. Ya habían hecho pijamadas juntos, habían organizado noche de películas y juegos de mesa.
Louis amaba pasar tiempo con Harry. Se sentía como un niño grande al estar con él. Sentía que era como un hermano mayor, le había agarrado demasiado cariño en un par de semanas.
Harry había sido invitado al cumpleaños de su madre. Ambos estaban felices porque podrían comer pastel juntos.
"Tu gusto de helado es horrible."
Harry rio. "Es delicioso, no lo sabes apreciar."
"¡Parece pasta de dientes!"
"Retráctate mocoso."
Ambos rieron. La menta granizada era el gusto favorito del mayor mientras que el chocolate era el del menor. Se compartían sus helados el uno con el otro. Así era todo.
Pronto tuvieron que volver porque empezaba a anochecer. Harry se despidió de Louis y se marchó en su bicicleta hacia su casa. Louis pronto entro y abrazo a su madre, escondiendo el regalo en su espalda.
Rápidamente corrió escaleras arriba escondiendo la pequeña bolsa adornada con un moño bajo la cama.
Al día siguiente ayudaba a su madre a preparar los aperitivos para los invitados. Harry fue el primero en llegar.
Su abuela, su prima y las amigas de Jay habían preguntado por el pequeño rizado que acompañaba al ojiazul a todas partes. Ella solo dijo que era un gran amigo de Harry que había conocido hace unos días.
"No me gusta cuando hay muchas personas en mi casa."
Louis y Harry saboreaban un pedazo de pastel en el balcón de la habitación del menor. Habían subido con el pretexto de jugar con los juguetes de Louis, pero a Harry ya no le interesaba eso y prefería bromear con el castaño.
"¿Harry?" Louis llamo su atención. "¿Por qué vi a Darla y a Zayn con sus bocas juntas?"
Harry soltó una carcajada. Louis no entendía por que hacían eso. Solo lo había visto una vez en una de las novelas que veía su madre.
"Ellos se estaban besando."
"¡Pero ellos no pueden besarse!" Louis se escandalizo.
"¿Por qué no pueden?"
"Porque eso lo hacen los mayores." Recordó Louis que las personas de la novela eran gente adulta.
"Los niños también pueden." Harry se encogió de hombros. "Todos pueden en realidad."
Louis pensó. ¿Por qué él no había besado nunca en su vida?
"¿Y por qué la gente se besa?"
Harry lo miro. "Cuando te gusta alguien lo besas y ya."
"¿Tu besaste a Luka?"
El mayor negó. "La otra persona tiene que gustar de ti también para que se besen. Ambos tienen que querer."
Louis no entendía absolutamente nada.
"¿Y cómo sabes que te gusta alguien?"
"Eso no lo sé." rio "Porque te gusta cómo es su cara, quizás."
"A mí me gusta como es tu cara, Harry." Louis pensó. "¿Entonces tú me gustas?"
"No lo sé. ¿Te gusto?"
Louis se quedó mirándolo. Le gustaba mucho su cabello y sus ojos. Aunque nunca le había gustado nadie, sentía que Harry sí.
"Sí."
"Tú también me gustas. Me gusta tu cara."
Louis rio. "¿Tenemos que besarnos?"
Harry unió sus labios en un pequeño y corto beso. Louis sintió algo en su estómago. Se revolvió quizás. No lo sabía, pero era algo que nunca había sentido con nadie.
Eran solo sus labios pegados. Luego se separaron y el pequeño se sonrojo.
"Ahora nos gustamos."
Harry asintió con la cabeza. No recordaba lo que era que te gustara alguien. Tampoco sabía si en realidad ellos se gustaban, pero se sentía feliz con saber que parecía lindo ante los ojos de Louis.
"Algún día podríamos ser novios."
Louis se ilusiono con esas palabras. Amaría ser novio de Harry algún día. Aunque en realidad no sabía que era lo que hacían los novios. ¿Besarse todo el día? Le había gustado, pero resultaba aburrido. Aunque había amado esa sensación que había sentido en su estómago.
"Seremos novios, Harry."
Y Harry lo abrazo sellando su promesa.
