Mágicas. Ésta última me gusta un poco más: Hagrid, el profesor que la imparte, se hizo mi amigo desde primero, uno de los pocos que sí me habló a pesar de ser un Slytherin. Ese día me tocaba Pociones. Entré a la fría mazmorra y me senté en mi lugar de siempre, junto a una chica de mi casa llamada Caitlyn Harmon, la única con quien he cruzado más de dos palabras que no eran insultos.
Pero a mí no me importó cuando Caitlyn me saludó, yo buscaba con la mirada a la chica de la biblioteca; yo sabía que tenía mi edad y que era de Gryffindor, pero necesitaba saber su nombre. Veo entrar a Ron (quien no me ha vuelto a mirar después del partido), a Finnigan, a Thomas y a Longbottom, y tras suyo la veo entrar. No se veía de buen humor (en realidad, ningún Gryffindor tenía humor para una clase con Snape) y traía tres gruesos libros entre los brazos.
Así que esta chica era amiga de Ron... Tendría que acercarme para escuchar cómo la llama. La gran duda es, ¿cómo voy a hacer para escuchar? Literalmente esta clase está dividida: ningún Gryffindor se sienta con un Slytherin y viceversa. Tendría que formular algún buen plan y que todo se vea como una simple y remota casualidad.
Entra Snape e inmediatamente la clase enmudece. Saluda de manera cortante y, con una floritura de varita, una tiza empieza a escribir en la pizarra. Al terminar, nos dice:
- Bien, ¿a qué esperan? Rápido, los ingredientes, tienen una hora.
Esa era la oportunidad. Para ir a buscar los ingredientes, tenía obligatoriamente que pasar delante de la mesa donde Ron y la chica estaban sentados. Me rezagué un poco, para que cuando yo vaya, ellos ya estén sentados y pueda escuchar con tranquilidad. Al pasar, escucho:
- Ya, Ron. No puedes hacer más. Si lo provocas, quitará ya no cinco, sino cincuenta puntos a Gryffindor. Así que contrólate.
- ¡Pero Hermione...!
- Empieza ya con la poción, sólo tenemos una hora.
Hermione... un bonito nombre. Tomo rápidamente los ingredientes evitando chocar con alguien de mi casa, y regreso presuroso a mi asiento. Saber su nombre es una buena manera de comenzar, ¿no?
Al llegar a mi asiento, casi derramo toda la bilis de armadillo encima de mío. Pociones no se me daba del todo bien, pero me esforzaba lo suficiente para un Aceptable. En ese momento, alguien me saca de mis pensamientos:
- ¡Harry! ¿Me estás oyendo?
- Ah, Caitlyn. Sí, sí. Dime.
- Te pedía que me prestaras un poco de...
- Sí, toma lo que quieras – dije distraído.
- ¿Al menos sabes qué es lo que te estoy pidiendo? – dijo, enarcando la ceja.
Volteé a verla: era rubia, de ojos color café. Era bonita, pero bastante pesada cuando se lo proponía. A veces no lograba soportarla.
- No, pero ya te lo dije: toma lo que necesites – dije, levemente irritado
Ella se quedó callada y no insistió más, algo que me sentó de maravilla. Podía pensar con tranquilidad. Hoy iría de nuevo a la biblioteca y seguro encuentro a Hermione ahí. ¿Cómo le hablaría? ¿Qué diría? ¿Me haría caso? De seguro piensa lo mismo que todo el colegio; que soy uno más del montón. Malditos prejuicios, no todos somos iguales. Y debía convencerla de ello.
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¿IGUALES O DIFERENTES? - HARMIONE
FanfictionDonde Harry Potter, un chico que, a pesar de que no lo quisiera, quedó en la casa Slytherin, y conoce a una hermosa Gryffindor... ***---*** La vida no siempre es justa, y el día que quedé en Slytherin quedó demostrado. Yo no quería, y cuando el Somb...