Capítulo XI Un día más

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Era un nuevo día, una bella mañana de viernes llena de esperanza y oportunidades, los pájaros cantaban, la brisa matutina mecía las hojas de los árboles y... una molesta alarma sonaba constantemente en la habitación de un joven peliverde, quien sin más opción se levantó para apagarla.

Estaba a punto de ir al baño para realizar sus preparaciones matutinas habituales cuando el recuerdo de que ya no necesitaba ir a la escuela secundaria le hizo entrar en razón, ante lo cual Izuku con una sonrisa se acostó nuevamente en su cama, se arropó y se sumergió nuevamente en el mundo de los sueños.

Una hora más tarde, el peliverde fue nuevamente despertado, en esta ocasión por su siempre amable y madrugadora madre.

-¡Izuku, voy al trabajo, deje tu desayuno en el microondas!- gritó su madre como despedida para luego hacer lo dicho, dejando a su hijo tal cual.

Así que, inevitablemente, Izuku Midoriya fue nuevamente al mundo de los sueños.

Dos horas de dulces sueños después, la intensidad de la luz en la habitación empezó a causar molestias en el joven que dormía plácidamente, se cubrió el rostro con la manta más pareció completamente inútil contra el molesto sol de la mañana.

Izuku se sentó en la cama bostezando, revisó la hora, eran las 09a.m. procedió a levantarse, fue al baño, cepillo sus dientes, se dio una ducha, seco su cabello y se colocó un conjunto de ropa cómodo, se dirigió a la cocina, calentó el desayuno que dejó su madre y comió cómodamente en el sillón mientras veía la serie de "Spider-man" en la tv, lavo sus trastes y volvió a la sala para continuar viendo televisión, siendo una película de "Superman".

¿Qué esperaban?

Era un adolescente fanático de los héroes.

No tenía clases.

No tenía tareas.

No tenía amigos.

Y estaba sólo.

La computadora tenía una pantalla más pequeña que la tv.

Así que, a ver la televisión se ha dicho.

De ese modo pasaron tres horas desde que se levantó, ya era pleno mediodía, por ello, Izuku apagó la tv y subió a su habitación, como ya se había bañado sólo se cambio de ropa por uno de los trajes que Shoto había comprado, escogió usar el gris sin pensar mucho en ello y aunque también le había comprado un par de zapatos, prefirió ir con sus tenis rojos llevando consigo únicamente el celular que usaba para el trabajo, el suyo propio, la agenda, las llaves de la casa y su cartera.

Puesto que vestía un traje, prefería no llegar al trabajo sudando por haber caminado, así que fue a la estación del metro, era poco probable que se encontrase con algún compañero de la escuela ya que estos debían estar en clases, su viaje no fue particularmente largo y llegó 20 minutos antes de su hora de entrada, ingresó al edificio y se acercó a recepción, Uraraka parecía libre de llamadas en ese momento.

-Buen día Uraraka- saludó el peliverde.

-Buen día Izuku, oh, usas un traje hoy, te queda bien- dijo la castaña.

-Gracias- fue la única reacción del menor.

-Ayer debiste estar muy ocupado pero espero que te alimentes bien ok, aún estás creciendo- mencionó Uraraka.

Romance de oficina [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora