-No digas, no es la verdad. Ella y yo ya no tenemos nada desde hace mucho. -En verdad estaba tratando de no llorar.
-¿Entonces? ¿Ella ya no significa nada para ti? ¿No te dolió ver lo que paso ahí? -Hannah se veía muy devastada. -No te voy a negar que ella aun significa algo para mí porque ella fue bastante especial para mí, lo que si te puedo negar es que no siento nada por ella. -No sé si digo la verdad.
Hannah me abrazo y decidimos ir a donde Lucia estaba... ya no estaba ahí. Hannah y yo nos alarmamos y decidimos buscar adentro y afortunadamente Mia estaba con ella abrazándola.
Después de eso fuimos a ver a Julieta que estaba en el cuarto de Emilio junto con los demás.
-Rodrigo se fue. -Le decía Daniel tratando de tranquilizarla.
Julieta solo lloraba y Miranda la abrazaba.
Decidí irme a mi casa, Mia se iría a dormir a la casa de Miranda junto a Julieta y al parecer Lucía se había unido.
Yo me lleve a Hannah, llamo a sus padres diciendo que se quedaría en casa de una "amiga", ella no les había dicho nada aun y decidí respetarlo.
Llegamos a mi casa, le preste un pijama que le quedaba enorme por la diferencia de estatura y decidimos acostarnos.
-Te creo. -Me dijo Hannah repentinamente mientras me abrazaba.
Sentí un alivio de que ella me creyera pero... ¿yo me creía?
Decidí olvidar el tema, abrazar a Hannah, darle un pequeño beso y dormir.
Al otro día Hannah me despertó con un besito. -Buenos días, bonita. -me dijo.
-Buenos días linda. -dije con voz de recién levantada. -Wow wow, esa voz me gusta. -Dijo con una cara bastante coqueta. -¿Así? -Le di un beso hasta que...
-Niñas, bajen a desayunar. -Mi madre nos estaba llamando.
Pero... esperen, ella piensa que la que está aquí es Mia, no Hannah, AHORA PENSARA QUE HICIMOS COSAS QUE NO.
Bajamos rápidamente, mis padres ya estaban en el comedor.
-Hola niñas ¿Cómo amane.... -MI MADRE VIO A HANNAH QUE LLEVABA MI PIJAMA.
Yo solo hice una sonrisa fingida.
-Hola, tú debes ser Hannah ¿no es así? -Dijo mi padre para romper el silencio incomodo que se formó. -Sí, señor, un gusto. -Respondió Hannah extendiéndole la mano a mi padre.
-El gusto es mío. -Mi padre se veía muy tranquilo a comparación de mi madre.
Hannah y yo nos sentamos y nos sirvieron el desayuno, fue algo incómodo pero mi padre se encargaba en algunos momentos de romper el silencio.
-Y bueno, Hannah, ¿eres de aquí? -Mi padre pregunto.
-Sí señor, soy de aquí. -Dijo Hannah algo nerviosa.
-Entonces ¿solo te cambiaron de escuela? -Mi madre decidió hablar.
-Así es señora, tuve algunos problemas con mi anterior escuela y mi madre y yo decidimos que era lo mejor. -Hannah aún estaba algo tensa.
- ¿y tu padre? -Decidió preguntar mi padre... no fue lo mejor. -Abandono a mi madre y a mi, señor. -Era un tema algo fuerte para ella.
-Ay no, perdóname, yo de curioso siempre. -Mi padre se veía apenado.
-No se preocupe señor, es un tema que ya supere. -No era cierto.
Después de un rato más platicando y haciendo más ameno el momento, Hannah subió a mi cuarto a cambiarse y después se fue.
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La mejor etapa de la vida
Teen FictionLa adolescencia no es tan fácil como parece y está lejos de ser la mejor etapa de la vida. Nota: Está historia contendrá temas fuertes como depresión, tca, ansiedad y muchos temas más, así que si eres sensible a estos temas no es recomendable leerla.