Abril

2 2 0
                                    

Pasaron unas semanas y como se esperaba, los papás de Mia vinieron de visita a verla. Por lo que Mia me había contado, ellos no estaban aquí ya que su papá había conseguido un buen empleo en otro pais, que por si no me equivoco, era Chile. Abril no se quería ir ya que aquí tenia sus estudios y salirse a esas alturas seria perder año, sus papás accedieron a dejarla con su tía para que así siguiera sus estudios.

La vida de Abril no era tan fácil, ella había sido criada en una familia religiosa y conservadora, así que como se puede imaginar, darse cuenta que era lesbiana fue un sufrimiento. Sus padres la habían criado con la creencia de que la mujer y el hombre deberían estar juntos y que los jóvenes decidieron crear otras cosas como la homosexualidad, pero que eso estaba mal y que esas personas iban por un mal camino... un camino hacia el infierno, era por eso que Abril a veces quería ser un hombre, para que no vieran como algo malo lo que sentía.

Abril sufría bastante con todo lo que le estaba pasando, ella no entendía que pasaba con ella, pensaba que había algo mal en ella. Un día mientras Abril y yo platicábamos me dijo que ella rezaba para que se le quitara, ya que ella no quería seguir con el sufrimiento que llevaba. Cuando sus papás decidieron irse y dejarla con su tía, ella se sintió liberada, pues su tía era considerada "la oveja negra" de su familia por ser muy liberal respecto a su forma de pensar. Abril decidió contarle todo a su tía, ya que no podía ocultárselo a nadie mas, su tía la apoyo muchísimo y hasta ella la acompaño a cortarse el cabello, ya que a ella no la dejaban porque se suponía que tenia que llevar su cabello largo.

No me puedo imaginar como la estará pasando Abril en estos momentos.

-¿Pudiste verla? -Le pregunte a Mia mientras regresaba a nuestro cuarto.

-No. -Vi como rodaba una lagrima en sus mejillas coloradas. -No pude verla mas de diez minutos, esto se me va a hacer larguísimo.

-No te me pongas así, ya veras que este mes va a pasar rapidísimo y todo volverá a la normalidad. -Julieta abrazo a Mia y eso hizo que se soltara a llorar.

-Creo que no funcionaron tus palabras. -Miranda se paro de su cama, se acomodo sus lentes y se dispuso a unirse a ese abrazo.

No podía quedarme sin unirme, así que me levante de la silla del escritorio y me les uní a ese abrazo. Después de que Mia se relajara, nos dispusimos a hacer algo de tarea.

-Oye Mia, ¿y si se hablan por mensaje estos días mientras?, yo digo que seria buena idea por el poco tiempo que se ven. -Al parecer Julieta quería dar opciones para que Mia no se siguiera sintiendo así.

Hablando de Julieta, después del ataque de ansiedad que tuvo, su mamá decidió llevarla a un psicólogo para así tratar de ayudarla, la tuvieron que pasar a un psiquiatra para que se tratara mejor su ansiedad y al parecer también su depresión, ahora estaba medicada pero se veía mucho mejor.

-Ojala, pero tampoco se puede, sus padres le controlan mucho el celular y todo eso, no la quiero arriesgar a que la regañen o se enteren.

-¡Madre de Dios! a esa niña parece que la tienen en una cárcel. -Miranda exclamo con enojo.

Mia empezó a reír. -Wey, te escuchaste muy señora. -Inmediatamente las cuatro empezamos a reír.

-Al menos mis frases de señora te hicieron reír y solo por eso voy a dejar que me hagas burla.

La mejor etapa de la vida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora