*Narra Mía*
Todo me daba vueltas, no sabía que estaba pasando solo sentí que me desvanecía y mis ojos se iban cerrando.
No sabía que pasaba, solo mi cuerpo no me respondía.De repente sentí como despertaba y mi cuerpo otra vez me contestaba.
Si soy sincera hubiera preferido no haber reaccionado, sentía un dolor muy grande en mi pecho, las lágrimas no paraban y no podía hablar por el nudo que tenía en la garganta.
La prefecta me preguntó que pasaba, no podía contestar por todo lo que sentía, mis amigas contestaron a la pregunta y de tan solo escuchar que contestaban las lágrimas salían peor.
Después de ver qué la prefecta y Marina se habían ido, yo me quedé en el suelo, sentía que mi cuerpo aún no me respondía del todo, me quedé sentada mientras veía la pulsera que me había dado Abril en la mañana.
De reojo veía como mis amigas me veían con dolor por ver cómo estaba, me hablaban pero era como si yo no las escuchará. Vi como Julieta me ofrecía la mano para levantarme y ahí fue cuando reaccione un poco.
-¿Se va a ir? -Es lo único que pude decir.
Escuché que me respondían pero ni siquiera podía contestar. Julieta y Lila me estaban levantando, Miranda estaba destendiendo mi cama y ahí me acostaron.
Yo seguía ida, no quería nada en esos momentos, de repente Lila me dio un beso en la frente y eso me hizo sentir bien pero a la vez soltaron las lágrimas otra vez.
Trate de dormir, mis amigas estaban dormidas, yo no podía, solo sentía esas ganas de morir de solo pensar que esa niña que me había hecho feliz se iba a ir de mi.
De repente amaneció y yo no pude dormir más que como 30 minutos, me sentía muy cansada.
-Corazon, ¿Te quieres quedar aquí? -Me pregunto Lila.
-No lo sé... No quiero quedarme aquí sola, tal vez vaya.
Entre las tres me ayudaron a levantarme y a vestirme, yo seguía un poco inconsciente y eso hacia que se me dificultará todo.
Lo único que pude fue peinarme un poco y así fue como baje a clases.
Las clases pasaban, yo no podía prestar atención y las horas solo pasaban hasta llegar al receso.
-Buenas, buenaaaas. -Dijo Daniel que veía con Tania.
-¿Cómo está... -Tania ni siquiera pudo terminar su pregunta por ver la cara que yo tenía.
-MIA ¿QUÉ PASÓ? -Inmediatamente Tania y Daniel se alarmaron y me empezaron a preguntar cómo estaba.
-Abril... Se va... Se enteraron. -Las lágrimas no tardaron en salir.
Tania y Daniel se veían bastante confundidos pero Miranda les hacía señas como si yo no lo notará.
-HOLAAAAA. -Emilio había llegado.
Él también notaba mi cara y la de los demás.
-¿Llegó en mal momento?
-No... Está bien. -Rapidamente hice un espacio para que se sentará.
Los demás se encargaron de decirle lo que pasaba.
-Mi Mía. -Emilio me agarro la cara. -tal vez esto es difícil pero... Ya verás que todo de va a arreglar.
No pude evitar llorar y abrazarlo.
-Holi, Holii. -Lucia venía acompañada de Alex.
-Holaaaa, me encontré a esta niña en la cafetería y pues decidimos venirnos juntos para acá, cae bien.
Lucia empezó a reír. -Baboso, tú también caes bien.
Ambos rieron hasta que me vieron.
-Ay wey, ¿Qué pasó? -Pregunto Alex.
-Chiqui, ¿estás bien? -Me pregunto Lucia.
-No se me preocupen, voy a estar bien.
Otra vez los demás les pusieron un breve contexto de lo que estaba pasando y del porqué estaba así.
-Ay mi niña. -Ambos me dijeron y rápidamente me abrazaron, Lucia salió del abrazo pero Alex se quedó ahí un poco más.
-Todo va a salir bien. -Me dijo en el oído mientras me daba un beso en la mejilla.
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La mejor etapa de la vida
Teen FictionLa adolescencia no es tan fácil como parece y está lejos de ser la mejor etapa de la vida. Nota: Está historia contendrá temas fuertes como depresión, tca, ansiedad y muchos temas más, así que si eres sensible a estos temas no es recomendable leerla.