Universidad de Corona (Cassarian)

VI. El día siguiente.

Ruddiger despertó con Varian, ya eran pasado las 11 y moría de hambre.

- ¿Qué pasa, amigo? – Pregunto comenzando a despertar y cuando intento incorporarse un dolor punzante en la cabeza lo ataco. – Mi cabeza... - Se quejó y volvió a caer en la cama.

- No grites, chico. – Le pido con voz lastimera Eugene desde el suelo.

Varian a duras penas se pudo sentar a orillas de su cama y vio a su compañero de piso acostado en el suelo junto a Lance.

- Me duele mucho la cabeza. – Siguió el chico confundido.

- Es normal después de beber. –Lo tranquilizo Lance sin abrir los ojos.

- Tengo unas aspirinas en el baño para estos casos, se bueno y pásanos una a mí y a Lance igual. – Le pidió Eugene mientras se intentaba levantar.

El chico asintió y fue a donde le habían indicado. Se miró al espejo y aun llevaba puesto sus googles en su muy desarmado cabello, así que se los saco con sumo cuidado, también se dio cuenta que aun llevaba la ropa de la noche a anterior y solo tenía puesto uno de sus calcetines.

- ¿Qué paso anoche? – Pregunto Varian mientras le pasaba un vaso con agua y el medicamento a sus amigos y le daba una manzana a su mascota.

- Nosotros bailamos toda la noche y redecoramos la estatua de la universidad. – Respondo Eugene mientras chocaba los cinco con Lance. – Una gran noche.

- Otra noche para recordar. – Siguió el moreno muy divertido. – Bueno amigos, iré a darme un baño, olemos pésimo.

Varian fue el primero en darse una ducha, tenía mucho que intentar recordar y Eugene quería dormir un poco más.

Cuando salió se sentó en su cama y saco su teléfono de su bolsillo, aun intentaba rearmar los pedazos de recuerdos que tenía en su mente. Había llegado a la fiesta, bebió un poco, vio a... Cassandra, eso aún le dolía, después se puso a beber más y más; todo estaba muy negro y después recordó un par de ojos avellana grisáceo.

Apena toco el dispositivo vio la cantidad de mensajes que tenía, todos eran de grupos de la universidad y todos hablaban de él. En eso encontró un video que todos tenían en común y allí estaba parte de lo que no recordaba. Estaba dando el espectáculo de su vida, bailando y cantado de forma ridícula, muy ebrio sobre unas mesas mientras todos lo animaban. Sin embargo, el video termino cuando alguien lo bajo del escenario y lo saco de allí, pero no pudo ver quien era. Solo recordó que después hablo con esa persona de todo lo que le paso y lo cuido.

- Vaya, creo que también tuviste una buena noche. – Comentó Eugene al salir de la ducha y ver de reojo el video.

- ¿Sabes quién es el que me saco de allí?

- Déjame ver. – Dijo el castaño y le tomo el teléfono de las manos, no se podía ver muy claramente, pero conocía perfectamente ese cabello y aquella chaqueta. – Creo que es Cassandra.

- ¿Qué? – Pregunto asustado. - ¿Estás seguro?

- Si... - Respondió el castaño volviendo a ver el video. – Ese es su cabello y aquella era la fea chaqueta que siempre usa en las fiestas. Con ese dibujo de un búho y algunas cosas en el brazo.

- No... - Negó con apenas un susurro de voz. – No puede ser ella. – Puso sus manos en su cabeza intentado estrujar su cerebro en busca de más recuerdos.

Recordó que lo habían bajado de la mesa y hablo sobre lo que había visto con alguien y poco a poco su mente limpio la cara de ese alguien y efectivamente era Cassandra. Incluso recordó que lo llevo por un café, lo dejo en su habitación y el la tomo del brazo y se acercó a ella hasta que pudo averiguar al fin que sus ojos eran avellana grisáceo. ¡Dios! Sus rostros estaban solo a centímetros, ya hasta podía recordar el aroma a lavanda, cerveza y café que tenía la chica.