Capitulo 8

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Estoy temblando

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Estoy temblando. Aun no me lo puedo creer, era él, Jack, lo tenía frente a mi, hablando conmigo. y la única buena idea que se me ocurrió fue vacilar.

Esa mañana me desperté con pereza, pero tenía que hacer muchas cosas durante ese día, como por ejemplo rellenar papeles de la beca y recoger todo sobre las clases, los horarios y lo que iba a necesitar. Así que tuve que reunir toda mi fuerza de voluntad para levantarme de la cama, ducharme y salir a desayunar.

Llegué a la cafetería temprano, y agradecí que no hubiera mucha gente, porque tengo cara de estar muriendo. Anoche casi no dormí, estaba un poco nerviosa, aunque yo por lo menos tenía la suerte de tener aquí a mis dos hermanos y mi mejor amigo. por lo menos no estaría sola. Desayune rápido porque mis hermanos me esperaban, ellos tenían entrenamiento de básquet, así que si quería que ellos me enseñaran una parte de la universidad, tenía que darme prisa.

Me levanté colgando mi bolso en mi hombro, pero algo me dejó de piedra. Un chico pasó por mi lado gritando un nombre que conozco muy bien. Jack. Me quedé de espaldas a donde el chico iba caminando, quizás era otro Jack, hay muchos Jack en este mundo. Pero no me moví, usé mi teléfono para disimular el hecho de que solo quería escuchar la conversación. Porque por una grandiosa casualidad en la mesa en la que estaban hablando era la de atrás de mi.

y cuando escuche su voz, casi me desmayo. Era el, si que es el. Preste atención a su voz, y pude reconocerla por completo por su acento, y claro que por teléfono suena diferente, pero se sigue escuchando igual de hipnótica y varonil.

No podía quedarme ahí parada, tenía que irme, porque desde la última vez que supe de él, se me olvidó volver a escribirle, entre la mudanza y el papeleo lo olvide por completo, y ahora se pensara que tengo novio.

Estaba tirada en mi cama a las tres de la tarde, aún tenía sueño por no haber dormido anoche, por quedarme esperando al tonto de Jack que por supuesto que no llamó.

Mason está a mi lado obligándome a levantarme, porque tengo que empezar a hacer las maletas y cajas para irme a la residencia dentro de unos días. Pero ahora mismo me pesa la cabeza y se me cierran los ojos como para ponerme hacer eso. Estaba quejándome y diciéndole que me deje en paz. hasta que algo me hace sentarme de un salto en  la cama sin pensarlo dos veces.

Es Jack... me está llamando. Claro, se me había olvidado la diferencia de horario, por eso no me habrá llamado anoche.

Estiré mi mano para tomar el teléfono, pero Mason me lo arrebató de las manos con un solo movimiento y yo abrí mis ojos con pánico.

— Mason, dame el teléfono en este momento — exijo acercándome a él.

— No responde sonriendo y descuelga contestando la llamada haciendo que me tire en la cama soltando un bufido.

— Idiota le digo de mala gana y escucho la conversación con atención esperando que no se pase de la raya y diga algo que no debe.

Cuando terminó de hablar lo mire cruzándome de brazos con los labios formando una mueca. Estaba molesta, al fin podía hablar con él y viene mi queridísimo amigo a no dejarme hacerlo.

Si tuviéramos cinco minutos mas (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora