Capitulo 9

78 7 31
                                    

Jamás he tenido que buscar el perdon de una chica o algo parecido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jamás he tenido que buscar el perdon de una chica o algo parecido. Tengo que admitir que lo máximo que me ha durado una relación seria en la que se la he presentado a mi familia, incluyendo a Emma, duró unos 5 meses. Yo pensaba que duraría más, porque se veía que teníamos futuro. Ella era una chica bastante simpática y dulce, pero me aburrió. Todo se volvió muy monótono. Eran siempre las mismas conversaciones aburridas, siempre las mismas preguntas. Y lo único en lo que no parecía cambiar, era en la parte sexualmente hablando.

Pero eso no es algo que a mi me llene. Quiero decir, las relaciones o acciones sexuales dentro de una relación son importantes, pero no lo es todo. Creo que si no las tuviera tampoco moriría. Me encantaría tener esa conexión con alguien, esa conexión que te haga saber que es la indicada o el indicado. Que sepas que no tienes que buscar más, que encontraste a eso que sin buscarlo llegó a ti.

Así que sencillamente hablé con ella y le dije que no podíamos seguir, que si, la seguía queriendo. Pero ya no de la misma forma. Ella no se echó a llorar como yo pensé que lo haría, solamente me explico que sentía lo mismo, pero no sabia como decirlo. Quedamos bien, como amigos, sin rencores. Porque ahí es cuando te das cuenta que no podemos forzar las cosas, y que todo lo que empieza tiene que terminar en algún momento.

— ¡Jackie! — chilla Emma por videollamada mientras arreglo un poco mi escritorio. Aún no arreglo la habitación, se supone que es un apartamento compartido, pero mi compañera o compañero -porque aún no se si es chica o chico- venga a traer sus cosas, o incluso si vendrá, pero por los momentos es mejor para mi, me gusta tener mi espacio.

— ¡Hola princesa! ¿Cómo está yendo el nuevo colegio? — exijo saber mientras pongo a cargar el ordenador para que no se apague a mitad, que me suele pasar mucho.

— Muy bien, ya tengo muchos amigos, y les dije que tengo un hermano mayor que está en Hawái, y que cuando vengas me enseñaras surf, porque he visto pelis donde los chicos hacen surf — dice todo tan rápido que yo empiezo un poco a reírme, y suelto un suspiro.

— Esperemos que en estos meses antes de navidad me de tiempo de aprender, ¿Vale? — le sonreí con amor mientras ella acomodaba sus cabello con sus pequeñas manos.

— Vale, pero si no aprendes solo te lo perdonaré si me traes un regalo — dice con una sonrisita inocente y yo ruedo los ojos con diversión.

Asi pase al menos una parte del día. Entre risas con Emma y saludos de mis hermanos y mis padres. hasta que llegó la hora de la reunión del equipo. Me di una ducha para estar algo decente y me puse unos vaqueros negros con una camisa sencilla enrrollada a los codos, unas converse y sali. Al menos a la cancha donde practicamos si se llegar, porue Adam me lo habia indicado por mensaje, asi que no me costo mucho tiempo llegar.

Como dije al principio, somos quince, pero la semana que viene se decidira quienes entren en los cinco principales. Me acerque a los chicos sonriendo un poco timido, al parecer todos se conocian. Adam me recibio pasando un brazo por mis hombros y llevandome en medio de todo el mundo lo que supuse que era para presentarme.

Si tuviéramos cinco minutos mas (En proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora