Si tuviéramos cinco minutos mas (En proceso)

Capitulo 7

— ¡Hey! ¡Jack! — Escucho una voz masculina a mis espaldas dejándome un poco descolocado porque básicamente solo conozco a unas pocas personas, entre ellas Alesia.

Alesia... Ese nombre no sale de mi cabeza, ronda y ronda sin parar, pensando en llamarla, necesitaba saber que estaba haciendo, donde estaba, si ya se había incorporado a la residencia. Pero tengo que admitir que mi orgullo es a veces mucho más grande de lo que me gustaría. Pero por ella seré capaz de dejarlo a un lado y escribirle, porque no podía pasar mucho más tiempo pensando que estamos en el mismo continente, país, ciudad, ¡y misma universidad!.

Me di la vuelta hacia la voz que había llamado mi intención y sonreí al ver a Adam, era uno de los chicos de mi equipo con los que había hablado. Mi equipo estaba compuesto por quince jugadores, aunque solo en la cancha juegan cinco. Y yo esperaba entrar entre esos cinco. Adam es el capitán y fue con el primero que hablé cuando me llegaron los números de teléfono de todos los de el equipo. Descubrí que él era el capitán después de algunas horas hablando.

— ¡Hey Adam! — dije sonriendo cuando se acercó a mí, al menos tener algo de compañía era genial, no quería estar solo todo el tiempo porque si no la voz de aquella chica aparece en mis pensamientos.

— ¿Qué tal el viaje? Se que es muy largo por lo que dijiste — se sentó a mi lado y yo me di un poco la vuelta para poder hablar bien con él.

— Estuvo bien, pero te cansa excesivamente, porque son muchísimas horas, pero aquí estoy, vivo — explico sonriendo.

— Yo la primera vez que vine, si fue bastantes difícil por el cambio de horario, pero a ti te veo muy bien.

— si, no estoy tan cansado como pensaba — desvío mi mirada de él para buscar una cara en específico que no encuentro

¿Alesia se puede saber dónde te metiste?

— Hoy la reunión del equipo es a las 7, no lo olvides — me recuerda levantándose — nos vemos.

Pero cuando mi campo de visión queda libre, algo me quitó el aliento, casi dejándome con la mandíbula descolgada. Era ella, era Alesia, pero no podía creer lo hermosa que es. Cuando hablé con ella, por su tipo de voz me la imaginé diferente.

Es una chica alta, dando una repasada rápida, posiblemente medía un metro setenta. Espalda recta, cabello castaño oscuro largo, delicado, fino y ondulado. Iba con un vestido que se ceñía a su figura a la perfección, siguiendo el dibujo de sus curvas en su cintura. Gracias a los rayos de sol que acariciaba su rostro, pude ver sus perfectos ojos esmeralda, brillaban con el reflejo y era lo que resaltaba sobre su cremosa piel morena.

Y todo esto combinaba perfectamente para crear una belleza diferente, la describiría como algo inefable, algo que yo no podía explicar con mis propias palabras.

Quizás dirán que yo estaba exagerando, pero para mis ojos esa chica era perfecta. No diré que fue amor a primera vista, porque ya con solo escuchar su suave y dulce voz me había cautivado de una manera diferente. Siempre he dicho que te enamoras de una persona de verdad, cuando no puedes verla, porque te enamoras de como es, de su personalidad y de la forma en que te trata. Que si, que casi no he hablado con ella, y suena absurdo decir que estoy enamorado, pero sí puedo decir que me gusta y me atrae, y no solo físicamente, sino también emocionalmente hablando.

Iba caminando de una forma lenta y delicada, y con cada paso que daba su cabello se contoneaba de un lado a otro como si la brisa lo moviera a un ritmo constante.

Yo me había quedado de piedra, porque fue para mi muy impactante verla de golpe. y joder... Es hermosa.

Me apresure a caminar rápido para llegar a ella y poder tenerla de frente. Necesitaba hablarle, pedirle disculpas por lo del otro día y de paso decirle que soy yo, Jack, pero había algo que me paraba por completo. La llamada del otro día, ese chico que contestó el teléfono. Quizás era su novio y yo estaba aquí intentando coquetear con ella.

Porque eso es otra cosa que quiero aclarar, soy el mejor ligando de este mundo, y no es por ser egocéntrico, pero soy muy guapo.

Empecé a abrirme paso entre la gente que me obstaculiza el camino, y ella caminaba muy rápido, aunque la mayoría de las chicas que conozco caminan rápido. La divisaba a lo lejos, estaba caminando a un grupo que está constituido por tres chicos. Yo ya me estaba acercando cuando vi algo que me dejó en mi sitio. Uno de esos chicos la levantó en el aire y la abrazó.

Al principio pensé que era su novio o su algo, pero saludo a los otros dos chicos por igual, y a ninguno le dio un beso.

Es nuestra oportunidad.

Seguí caminando decidido a bajarle el autoestima a cualquier chico que se cruzara en mi camino. Cuando estuve a punto de estar al menos a unos cinco metros, uno de ellos le dijo algo y ella se dio la vuelta mirando a su alrededor, hasta que su mirada coincidió con la mía. Y pude observar el hermoso color de sus ojos, de cerca es más hermoso de lo que parece.

Sus pequeños labios se abrieron en sorpresa ante mi, mientras me daba una repasa lenta y desmesurada, consiguiendo que me sonrojara.

¿Desde cuándo nos sonrojamos?

Me quedé estático al igual que ella, no podía creerme que la tenía de frente y ella sabía quién era, porque no estaba nada confundida. Es más, parecía tener una expresión divertida en su rostro. Me acerqué un poco más y me rasque la nuca con nerviosismo.

— E-eh Hola Alesia, soy Jack, ¿Me recuerdas? — pregunto con una sonrisa nerviosa.

— ¡Oh! ¡Jack! ¿Has venido hasta aquí para pedirme perdón por haberme dejado hablando sola? — Exclamó con un atisbo de diversión.

Yo me quedé mirándola mientras entrecerraba un poco los ojos sonriendo de lado. Se cree que me va a vacilar, a mí, ¡A JACK BLAIR!.

— Claro que no, yo te llame y te pedí perdón, no es mi culpa que no hayas contestado tu el teléfono — comente sonriendo en lo que ella se llevó una mano a la cadera y sonrió mínimamente.

— Pues tendrás que volver a pedírmelo y ya de ahí decido si quiero ser tu amiga o no — declaró vacilándome.

— Yo no me arrastro por nadie, linda — le guiño el ojo pero ella hace un ademán con su mano.

— Cuando me pidas disculpas, te ganaras una conversación, conmigo, mientras confórmate con mirarme por los pasillos — dice con la mayor tranquilidad de el mundo mientras yo estoy que no me lo creo — Ah y se me olvidaba — se acercó a mi oído poniéndose de puntitas para susurrarme — Límpiate la baba que se te cae de tanto mirarme, y si quieres tómame una foto que te durará más.

Después de decir todo eso, me guiñó el ojo y se fue con su grupo que la esperaba. Me quedé parado en mi lugar al menos unos diez minutos asimilando lo que acababa de pasar.

Tardé un momento de darme cuenta que estaba parado como un tonto en medio empecé a caminar hacia mi edificio reproduciendo todas las escenas en mi cabeza. llegando a la conclusión de que si antes me gustaba ahora estaba enamorado hasta las trancas. Porque lo que más me gusta de una chica es cuando son seguras de sí mismas y saben que son hermosas. porque todas son hermosas.

Pero cuando saben que lo son, y se dan su lugar. Me supera.

Porque sabe que es una reina y merece ser tratada así.

Hola amores, se que tarde un poco en publicar, pero ya estoy aquí de nuevo.

Espero estén todos muy bien y estén tomando agüita.

Bueno, ¿Qué les pareció el encuentro? jeje se que les gusto.

Nos vemos pronto. Con amor Kam <3.