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Desperté con toda la espalda dolorida. Extrañaba mi cama.

Tener que dormir con alguien en una misma cama no es muy cómodo, no comiencen a mal pensar a esta horas de la mañana.

Miré a Matt y tenía así medio cuerpo sobre la cama y la mitad casi por el suelo.

Intenté levantarme, pero cuando lo hice terminé cayéndome arriba de él.

« Mi inteligencia aumenta cada día. »

- ¿Qué haces, Hayley?- preguntó despertándose.

-Me levanté y me caí, ya sabes, lo normal.

-Lo dudo mucho.- sonrió y me levanté.

- ¿Qué hora es?- pregunté.

-Me acabo de levantar, y no siquiera soy consiente de lo que podrías haber llegado a hacer si no me hubiera levantado.

- ¡Que no hice nada!- exclamé.

-Como digas, ...Barbie.- se levantó de la cama para salir de la habitación.

- ¡No me llames así a excepción de mi padre!

-Bien- lo seguí mientras bajaba las escaleras- La nieve todavía no cesó- informó.

- ¡¿Qué?! ¡Me niego a quedarme otro día más contigo!

- ¿Y quién dijo que te quedarías conmigo?

-Pues, duh, es algo obvio que él me va a llamar para decirme que me tengo que quedar aquí para que no salga con esta nieve y no me enferme.

A ese momento sonó mis teléfono con un nuevo mensaje:

"Vas a querer matarme algún día, pero, Hayley; quédate ahí.
La nieve no cesará hasta la semana próxima por lo cual tomé la decisión con su madre de que te quedarías con él. Tal vez vayamos en dos semanas a Massachusetts en donde no hará tanto frío. Por la noche te llamaré.
Te quiere, papá ❤"

- ¿Y entonces?- preguntó siendo obvio.

-Me quedaré se hasta más o menos la próxima semana.

- ¿¡ Dos semanas!?

-No tan "dos semanas", sino una semana y casi dos.

- ¡Es lo mismo, Hayley!

-Hay mucha diferencia entre eso. Entonces deberemos plantar reglas si conviviremos.

-Las reglas no van conmigo, no congeniamos.

-Si claro. Bueno, primero; deberé tener un lugar en donde dormir.

-Conmigo... en mi habitación.

- ¡Basta, Espinosa! ¡No dormiré contigo!

- ¿No somos amigos?

-Sí, pero no tiene nada que ver porque comenzarás a inventar cosas.

- ¿Yo? ¿¡Yo!?

-Sí, ¡Tú!

-Como digas, Barbie; sigue con tus reglas de princesa.

-Segundo, tendremos que aprende a cocinar algo que no sea intoxicable y que sea comible.

-Eres la mujer, tú cocina.

- ¿Te caíste de la cuna cuando eras un bebé?

-Para ser así de hermoso, no lo creo.

-Y así de presumido, sí lo creo.

- ¡Cierra la boca, Espinosa!- me interpretó.

-Entonces tendremos que besarnos y así no tendrás frío.- lo interpreté.

- ¡Yo no hablo así!- se quejó.

-¡A que no!

-Si sigues con frío podemos besarnos y listo.- comenzó a acercarse.

-Un centímetro más, Matthew y te cortaré un dedo.

-Pero no podrás quitarme mis beanies.

-Con que beanies, eh. Sería pura casualidad se alguien los tirara.

Iba a comenzar a subir las escaleras pero él me detuvo teniéndome de la cintura por detrás.

-Nunca te metas con mis beanies.- susurró en mi oído.

-Tercero; ¡No te pases!- me solté de su agarre.

-Como digas, señorita.- se dirigió a la cocina.

- ¡No me dejes con las palabras en la boca que estoy hablando!- reclamé siguiéndolo.

-Tranquila, Hayley. Ya escuché.- comenzó a poner cereales en una taza.

-Cuarto, tus amigos.

- ¿Qué hay de malo con ellos?- preguntó comiendo.

-Quinto, come con la boca cerrada. Y, sólo uno de ellos le cae bien que digamos.

-Obviamente que yo.

-No, tonto.

- ¿Quién es entonces?

-Nash.

Escupió todo el cereal sobre la mesa.

- ¿¡Nash!? ¿Estás demente?

-¡Más te vale que limpies eso!

-Sí, claro.- dijo sarcásticamente.

- ¿Ahora qué te pasa?- vi que salió de la cocina para luego subir las escaleras.

- ¿Cómo puede ser que te caiga bien Nash? ¿Hablaron? ¿Te dijo algo?

- ¿¡Qué!? ¡No! Sólo me ha saludado varias veces en la cafetería nada más. Y me dijo feliz cumpleaños por Whatsapp la otra vez; a lo cual me resultó raro que tuviera lo número.

-Escucha- entró al baño para lavarse la cara- Hoy es martes, tengo que entrenar. Te dejaré la llave de aquí para que vengas más temprano y lo te quedes esperando en las bancas del entrenamiento.

- ¿Pero por qué?

-Debo arreglar algunos asuntos.- entró a tu habitación para cambiarse.

She made me smile again.| Matt EspinosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora