Prefacio

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Adolescencia.

 Esa etapa en la que los defectos te describen, en la que tienes los nervios a flor de piel y en la cual tu bipolaridad es notable. No sólo eso, sino sobretodo aquella etapa en la que tu vida se convierte en un desequilibrio constante. Te sientes incomprendida, derrumbada, sola. Muchas veces por tus propios pensamientos, otras tantas por tu familia. No te sientes escuchada y acumulas rabia en tu interior, hasta que un día explotas.

 Lo único que realmente quieres es alguien que te apoye en todo momento, pero más allá de la amistad; alguien que te mande un mensaje de “buenas noches”, que te diga “te quiero”; que demuestre que realmente le importas.

 Sin embargo, esto no es así.

 Los chicos en esta etapa son superficiales; lo deseado es un buen par de delanteras y un gran culo. Ya no importan los sentimientos, la personalidad; sino la apariencia.

Básicamente la sociedad se ha convertido en una mierda.

Desde pequeño se piensa que la vida será como en las películas: buenos estudios, buenos amigos, novio perfecto... Hasta que creces y chocas con la realidad.

Realmente no existe el amor... ¿o sí?

UnexpectedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora