Capítulo 3

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ALEX

Ya han pasado varias semanas desde el incidente con Raúl, y la verdad es que las cosas entre nosotros siguen un poco tensas. Hemos intercambiado alguna que otra palabra en más de una ocasión pero sólo eso; ya no fluyen las conversaciones como antes. Me he dado cuenta de que él intenta arreglarlo forzando la situación, mas lo hace en vano puesto que si aún no sale de mí ese impulso por solucionarlo, no puedo hacer nada. Así que he decidido que el tiempo lo determine por sí solo.

El pasado viernes nos dieron las vacaciones de Navidad. Por fin. Creí que no llegarían nunca. Aunque ciertamente no sé qué es mejor, si ir a clase o estar de vacaciones aguantando en tu propia casa a la guarra de Claudia. Sí, se nos ha metido en casa. Como ni mi padre ni ella tienen que trabajar a causa de las vacaciones, han decidido pasar sus días libres juntos; o lo que es lo mismo, en mi casa.

Mi hermana Cris piensa que exagero cada vez que hablo sobre ella, pero esque esa mujer tiene algo que me transmite desconfianza, demasiada desconfianza. Ya sé que la relación entre mi padre y yo no es muy buena que digamos, pero es mi padre y en el fondo le quiero; por eso no quiero que por culpa de tías como Claudia lo pueda llegar a pasar mal.

Cada vez que pienso en este tema acabo llegando siempre a la misma desembocadura. Mi madre. Sé que si ella siguiera viva todo sería mucho mejor. No se generarían tantas peleas, lo que contribuiría a que la relación entre mi padre y yo mejorara, mi hermana no se estresaría tanto ya que mi madre poseía una habilidad especial para calmarnos; y lo más importante, no habría ni rastro de Claudia. En resumen, seguiríamos siendo una familia feliz.

Asqueada y a la misma vez entristecida trato de abstenerme de mis pensamientos cuando de repente escucho que llaman a la puerta de mi habitación.

- ¿Alex?

- Sí, pasa Cris.

- ¿Le has dado ya las notas a papá?

Mierda, las notas. No puedo evitar mi cara de asombro mientras dirijo inconscientemente la mirada hacia mi mochila, la cual no había tocado desde que nos dieron las vacaciones. Ya me imagino los gritos de mi padre cuando vea que he cateado todo menos Proyecto Integrado e Inglés.

Aunque parezca mentira, Inglés es una asignatura que siempre se me ha dado bastante bien y que no me supone gran problema ya que al leerlo, se me queda; y la verdad es que Proyecto tampoco tiene mucho mérito puesto que la profesora es de esas enrolladas que con sólo ver dos películas en clase, nos pone un diez a todos. Es por esto que esas dos asignaturas son las únicas que no he suspendido.

- Me lo suponía - dice Cris, albergando un toque de preocupación.

- Bueno, mientras no se acuerde, no pasa nada - respondo.

- Es que ese es el problema... He escuchado a Claudia hablando con papá sobre eso y han quedado en que papá te las va a pedir después de cenar, ya que las mías las vieron esta mañana.

- ¿¡CÓMO!?

Mis ojos se abren como platos.

Y luego dice Cris que soy una exagerada con respecto a Claudia. Estoy segura de que ha sido ella la que ha tenido esa idea para provocar una pelea y de este modo fragmentar del todo la relación con mi padre puesto que sabe perfectamente lo duro que es con mis estudios. Pues no se va a salir con la suya.

A la hora de comer bajo al comedor con mi hermana y ambas ayudamos a colocar la mesa. Una vez puesta, nos disponemos a sentarnos; mi hermana y yo a un lado de la mesa, y mi padre y Claudia al otro lado. Yo intento evitar a toda costa cruzar alguna mirada con Claudia, una persona como ella no se merece ni que la tenga en cuenta.

Tras terminar de devorar el plato, mi padre comienza a hablar. Me espero lo peor.

- Bueno, Alejandra ¿no me tienes que entregar nada?

- ¿Yo? - respondo haciéndome la tonta.

- Sí, tú. Te recuerdo que acabas de terminar la primera evaluación, y las notas no se entregan por sí solas. - añade con total seriedad.

- Ah, ya... Las notas... - digo arrastrando las palabras.

Me levanto de la mesa y me dispongo a subir a mi habitación lo más lento que puedo, con la intención de atrasar la discusión con mi padre. Entro a mi habitación, abro mi mochila verde agua y saco las notas. Acto seguido salgo de mi habitación y me dirijo hacia el comedor.

Le entrego a mi padre las notas y observo atentamente su semblante, esperando su reacción. Él analiza con ojos impasivos el papel, minutos más tarde dobla las notas y las guarda en el sobre. Veo cómo antes de hablar suspira, intentando mantener la calma.

- Alejandra Zayas Ruiz. ¿Puedes explicarme esto?

- Yo... Bueno... Las asignaturas son muy complicadas y...

Antes de que pudiera terminar, mi padre me interrumpe con un grito cargado de ira.

- NO ME VENGAS CON EXCUSAS ALEJANDRA, A VER SI APRENDES UN POCO DE TU HERMANA, JODER. SÓLO HAY UNA EXPLICACIÓN Y ES QUE ERES UNA VAGA. LO ÚNICO QUE HACES ES ESTAR CON TUS AMIGOS DE FIESTA Y POR SUPUESTO CON EL MÓVIL. ¿CUÁNTAS VECES TE HE DICHO QUE ANTES DE LA DEVOCIÓN ESTÁ LA OBLIGACIÓN?

Me mantengo callada con la vista fija en el suelo. He tenido más de un impulso por gritarle pero prefiero comerme mi orgullo antes de que Claudia salga victoriosa de esto.

- ¡MÍRAME A LA CARA CUANDO TE HABLO!

Doy un respingo y en un movimiento rápido torno mi mirada hacia mi padre.

- LO PEOR DE TODO ES QUE PARECE QUE NUNCA TIENES SUFICIENTE. SIEMPRE CONSIGUES QUE TE ACABE GRITANDO Y A TÍ TE DA IGUAL. ASÍ NO VAS A CONSEGUIR NADA EN LA VIDA ¿SABES? TE INTENTO DAR LA MEJOR EDUCACIÓN POSIBLE PARA QUE LUEGO A LO MÁXIMO QUE PUEDAS ASPIRAR ES A BARRENDERA. SI TU MADRE TE VIERA...

Nada más escuchar la mención de mi madre se me cae el alma a los pies. Puedo soportar que me diga de todo, pero que meta a mi madre de por medio no se lo perdono.

- SI MAMÁ ESTUVIERA AQUÍ NADA DE ESTO HABRÍA PASADO. ELLA NOS APOYABA TANTO EN LAS BUENAS COMO EN LAS MALAS, ELLA NOS TENÍA EN CUENTA Y NOS QUERÍA... ¿Y TÚ? ¿LA QUERÍAS A ELLA? PORQUE FÍJATE SI TE FALTÓ TIEMPO PARA BUSCARTE A ESTA ZORRA QUE TIENES POR NOVIA. - grito señalando a Claudia - ¿NO TE DAS CUENTA DE QUE SÓLO TE QUIERE POR TU DINERO? LO ÚNICO QUE HA CONSEGUIDO ES ALEJARTE DE TU FAMILIA. TE HA CONVERTIDO EN UN COMPLETO DESCONOCIDO Y AÚN TE EXTRAÑA POR QUÉ ESTAMOS TAN DISTANCIADOS. YO QUIERO AL PADRE QUE TENÍA ANTES, NO AL DESCONOCIDO QUE TENGO AHORA. OJALÁ ALGUIEN TE ABRA LOS OJOS, PAPÁ ¿O NO DEBERÍA LLAMARTE ASÍ? - exploto.

No quería estallar, y al final lo he hecho, aunque debo de reconocer que me he quedado bastante a gusto.

Pasan varios segundos con un silencio abrumador, y decido observar a todos los presentes en la sala uno a uno, comenzando por mi hermana. Está completamente asustada, no se esperaba nada de esto; aunque no la culpo, yo tampoco me lo esperaba. Tiene los ojos vidriosos y noto cómo se esfuerza por no llorar.

Tras ella, miro a Claudia, la cual me mira con expresión triunfal. Estará contenta, ha conseguido lo que quería. Definitivamente mi relación con mi padre es inexistente.

Finalmente giro mi vista hacia a mi padre. Tiene el semblante totalmente descompuesto. Siento su mirada cargada de decepción sobre mí, a lo que yo no soy capaz de reaccionar.

De repente mi padre sale de su estado de shock y me da tal bofetada que su sonido repercute en toda la casa. Involuntariamente las lágrimas empiezan a correr por mis mejillas. No me puedo creer que mi padre haya sido capaz de pegarme, mi propio padre. Creía que al menos le importaba, pero acabo de descubrir que no es así y todo por culpa de Claudia.

En un abrir y cerrar de ojos me doy media vuelta y salgo corriendo hacia mi habitación. Nada más entrar cierro la puerta de un portazo y me echo en la cama a llorar.

No puedo parar de recordar cada una de las palabras que ha soltado mi padre por la boca.

Cuanto más recuerdo, más lloro. Sinceramente no sé ni qué pinto en esta casa si la única que me tiene en cuenta es mi hermana.

En ocasiones como esta me encantaría volar hacia otro sitio dejando atrás todo mi pasado y empezar una nueva vida... Si sólo pudiera empezar una nueva vida...

UnexpectedDonde viven las historias. Descúbrelo ahora