Capítulo 9

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El ambiente en casa estaba muy tenso… y en el instituto también. Cuando acabaron las clases, Scarlet se sentó en las gradas del campo de fútbol a observar al equipo entrenar. Se notaba que faltaba una persona. Ashley seguía desaparecida y la policía pensaba que James también. Resultaba extraño que aun no hubieran encontrado el cadáver de Ashley y era imposible que alguien la transformara, ya que había perdido mucha sangre y en esos casos era imposible la conversión. El cielo estaba nublado y ya se notaba el frío invernal a principios de diciembre. La concentración del equipo era absoluta, a pesar de que era un partido amistoso. Scarlet se quitó la chaqueta y se quedó en tirantes. Para ella era bueno no sentir el frío sobre la piel. Su mirada no podía apartarse del capitán corriendo de un lado al otro del campo. Solo con pensar en aquel día en aquella playa volvía a sentir ese cosquilleo y esa calidez entre las piernas. Harrison tenía razón. No solo era su sangre lo que deseaba. Lo quería todo. Su sangre solo le pertenecería a ella. Bajó de las gradas cuando el entrenamiento acabó. Habló un momento con su hermano en el pasillo que conducía al vestuario. Se llevó una sorpresa al salir. Había empezado a llover y la figura de Lucas lanzando balones bajo la lluvia le resultó completamente irresistible. A simple vista parecía un entrenamiento extra pero ella supo que era solo para desahogarse. Se acercó a él a la vez que un balón aterrizaba en las sesenta yardas.

-¿No enfermarás si te quedas bajo la lluvia?- le preguntó mientras él cogía otro balón. La miró intentando sonreír pero se notaba a la legua que estaba lleno de preocupación-. Siento lo de Ashley y James.

-No es culpa tuya.

“Si que lo es”. Pensó para sí.

-Esto no habría ocurrido si no me hubiese peleado con ella. Pero él era mi mejor amigo… ¡Joder!- maldijo mientras lanzaba otro balón con un grito. Después, se tumbó en el prado sin importarle que estuviera empapado. Scarlet no supo como consolarle, solo sabía que todo lo que estaba pasando era culpa suya y que ver así a Lucas era un tormento. Cogió uno de los balones. Lo lanzó con la mínima fuerza y casi alcanzó la misma puntuación de Lucas.

-Lo haces mal- dijo Lucas cuando la pilló cogiendo otro balón.

Se giró para mirarlo mientras se acercaba a ella. Se colocó a su espalda, cogió el balón encima de las manos femeninas y la preparó para el lanzamiento.

-Echa los brazos hacia atrás así.

Scarlet no pensaba en eso, estaba concentrada en los brazos fuertes que la apretaban contra un torso fuerte y musculoso.

-Ahora lanza- dijo soltándola para que lo hiciera. Scarlet disparó el balón y dio en las sesenta yardas. Scarlet soltó un grito de victoria mientras elevaba un puño al cielo.

Él la miraba con una sonrisa triste, a pesar de que intentaba distraerle lo mejor que podía. Le echó un vistazo. No perdía el atractivo aun estando bajo la lluvia, sino que lo era todavía más. El cabello negro se le pegaba a la frente y a su hermoso rostro. Y esos labios… Quería volver a saborearlos otra vez.  Sin aguantarlo más, le rodeó el cuello y le besó con necesidad. Al principio, eso lo sorprendió pero cuando Scarlet intentaba abrirse camino al interior de su boca no lo dudó en absoluto. Cuando sus lenguas se encontraron, ella soltó un suave gemido de satisfacción y él luchó por no tumbarla en la hierba y poseerla allí mismo. La lluvia se mezclaba con ese beso volviéndolo húmedo y dulce. Ambos respiraron después de un momento de pasión, calor y lujuria. Lucas la miró con una radiante sonrisa.

-¿A qué ha venido eso?- La atrajo hacia su cuerpo agarrándola por la cintura.

-Simplemente, lo necesitaba- dijo antes de chupar una gota que le caía por el labio inferior. Lucas le apartó los mechones mojados que tenía pegados a la cara y la arrastró con él hasta el pasillo que llevaba a los vestuarios.

Peligrosa Atracción (Eternidad Solitaria #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora