Scarlet observó a Lucas alejarse en la moto justo después de haberle dado el mejor beso desde hacía tiempo. Vio desde fuera que las luces de la casa estaban apagadas. Seguramente, todavía seguirían en la fiesta. Metió las manos en los pequeños bolsillos de su falda y sacó las llaves del Ferrari.
“Genial”. Había dejado el coche allí. Con un suspiro de desesperación echó a correr hacia casa de Ashley por las calles como si fuera una sombra.
Por el camino, pensó en por qué Lucas le había preguntado esas cosas. Obviamente le había mentido. Ese cuadro que vio en Internet lo pintó un buen amigo de Dmitri en 1534. Había pasado más de dos horas posando para que ahora ese cuadro estuviera en el museo de arte más importante de Moscú. Pero el tema de Lucas era algo que Scarlet tenía que hablar con Alexei. Y para hablar de sentimentalismos ya tenía a Amy.
Cuando llegó, la gente ya empezaba a desalojar la casa. Se acordaba de donde había aparcado el Ferrari. Delante del coche estaban su hermano, Amy y Blaine. Ni rastro de Dylan. Ellos observaban el capó del coche como si nunca lo hubieran visto antes.
-¿Qué pasa?- preguntó acercándose a ellos.
Los tres se dieron la vuelta del susto y se pegaron unos a otros tapando el coche.
-Nada de lo que puedas preocuparte- dijo Blaine sonriendo falsamente.
-Apartaos- dijo. Ninguno se movió-. ¡Apartaos!
Empujó a su hermano a un lado y observó su coche. Ya sabía por qué no querían que viera nada. Escrito con spray blanco alguien puso “PUTA” en letras mayúsculas.
-¿Quién lo ha hecho?- Los miró a los tres. Jack y Blaine no parecían saberlo, sin embrago, Amy, miraba a los lados nerviosa, tensa-. Amy, tú lo sabes.
-No, que va.
-Sí, sí que lo sabes- insistió-. ¿Por qué no me lo dices?
-Porque harás una tontería.
-Prueba.
-Supongo que fueron James y Ashley- contestó sin rodeos.
Le entregó las llaves del coche a su hermano. Se iba a marchar pero Jack la agarró muy fuerte del brazo.
-¿Qué vas a hacer?
-No esperarás que me quede de brazos cruzados.
-No, pero tampoco quiero que seas una asesina a sangre fría.
-Somos vampiros. Asesinos por naturaleza- le espetó.
Se zafó del agarre de Jack. Los dos hermanos se miraron con furia, pero, sobre todo, con odio.
-Me gustaría que recuperaras un poco de humanidad- dijo Jack.
-Lamento decepcionarte, hermanito, pero la perdí hace mucho tiempo.
-Si no tuvieras nada de humana no te estarías enamorando de Lucas.
Scarlet atravesó el pecho de su hermano. Le agarró el corazón pero no se lo arrancó. Amy soltó un grito antes de taparse la boca con las manos. Scarlet sabía que estaba actuando como una bestia sin sentimientos. Un monstruo. Una depredadora.
Vio, por primera desde hacía muchos años, el miedo en los ojos verdes de su hermano que observaba su pecho soltando quejidos de dolor por la boca. Ella lloró. Retiró la mano y se alejó de él. Las lágrimas le habían llegado a las comisuras de la boca dejando a su paso un sabor salado. Amy socorrió a Jack rápidamente y lo abrazó entre sollozos. El mundo de Scarlet daba vueltas a su alrededor. No podía creer lo cerca que estuvo de matar a su hermano. Tapándose la boca para no gritar y entre sollozos desapareció de nuevo en la noche.
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Peligrosa Atracción (Eternidad Solitaria #1)
VampirScarlet no piensa volver a enamorarse. Tras haber perdido a su único amor varios siglos atrás, su corazón se ha convertido en hielo. Nunca pensó que el atractivo y capitán del equipo de fútbol, Lucas Jamieson, pudiese derretirlo. Scarlet no piensa p...