Bittersweet 🍯🍊 Vol.1

| Too late |

AU

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Pedaleo la bicicleta como si su vida dependiera de ello.

Las lágrimas bajaban por sus mejillas.

Había sido una tonta. Una reverenda idiota. 

Ese día además había llovido muy temprano, y tuvo que frenar torpemente en algunas ocasiones para no caer, empapando el dobladillo de su vestido y encharcando sus zapatillas cuando pisaba los grandes charcos en el pavimento. 

Pero nada de eso importaba, debía intentar llegar a tiempo.

La iglesia se visualizo  mas adelante y sonrío con esperanza.  Bajo de golpe de la bicicleta, que quedo varada en medio de la entrada. Con sigilo se mezclo con los invitados que aun esperaban por la novia afuera e ingreso al lugar sagrado.  

Camino con prisa por el pasillo lateral, con el corazón latiendole en el oído y la ansiedad acentuándose en su pecho. Llego entonces frente a una puerta de un cuarto al final y aun costado de la tarima, donde sabia el novio estaba esperando.

Tomo el pomo con fuerza e ingreso con prisa. 

Necesitaba decírselo. 

La persona que estaba en el pequeño lugar se volteo al escuchar abrirse la puerta. 

Sus ojos se abrieron sorprendidas al mirarla precisamente a ella ahí.

—¿Yuzuha? ¿qué te paso? ¿estas bien? —preguntó, claramente preocupado por el aspecto desaliñado de su amiga.  

—Mitsuya — ignoro sus preguntas y se plantó delante él, con la decisión brillando en sus ojos.

Pero entonces lo detallo, tan apuesto en su traje de novio. La clara confusión reflejada en sus ojos azul oscuro al tenerla frente a él en ese penoso aspecto. 

Pero sobre todo, tambien se pregunto si él había pensando en aquella larga discusión que tuvieron tiempo atrás. 

Fue cuando toda la fuerza de voluntad que había adquirido esa mañana para poder llegar hasta ahí se esfumo. Su boca boqueo, pero nada de ella salio.  

Fue entonces consciente de su alrededor. 

¿Qué estaba haciendo? 

Bajo la mirada hacia sus zapatillas mojadas.  

¿Se había vuelto loca?

Apretó sus manos a ambos lados de su cuerpo y meneo.

¿Cómo podía ser tan egoísta?

 —¿Yuzuha? — ella levantó la mirada, sentía sus ojos escocer y el corazón latiendo con dolor.  

—Mitsuya, yo...

—Mitsuya...ella... llegó.  

Yuzuha escucho detrás suyo la voz de Draken y se tensó. 

 —Si. Draken, este... ¿puedes darme cinco minutos? —pidió Takashi, sin dejar de mirar a la joven de cabello y ojos claros frente a él, aun confundido por su aparición ese día.  

Draken chasqueo la lengua, meneo la cabeza no muy conforme, pero luego asintió y se retiro del pequeño cuarto.

—Yuzuha, no pensé asistirías. —comento finalmente el novio, su voz escuchándose patosa — No al menos luego de ese día. 

Yuzuha trago grueso, sabía él había recordado esa discusión. 

Donde él le grito que esa persona solo le estaba haciendo daño, que él podía, si se lo permitía, darle todo ese cariño que erróneamente buscaba en la persona equivocada, y ella neciamente le dijo que se apartara de su vida, que no se entrometiera. Desde ahí ni su amistad fue la misma.  Luego pasaron cosas, y fue cuando se dio cuenta que tan equivocada estaba con sus sentimientos.  

Y ahora, ese momento, mirándole directamente a sus ojos, se pregunto si podía realmente ser tan egoísta y gritarle lo que sentía...por él.

 En ese día, que él se casaría. Con aquella joven tan bonita que si había sabido apreciarlo.    

Yuzuha reculo y bajo la mirada con vergüenza. Tomo todo el airea que pudo.  Y como había aprendido en el pasado, le fue fácil demostrar cuando alzo la cabeza la mas grande sonrisa del mundo....

... Aunque por dentro se estuviera muriendo.   

—Claro que asistiría, es la boda de mi mejor amigo después de todo.   

Mitsuya la miro fijamente, en esos segundos que parecieron eternos. Yuzuha se sobresalto cuando sintió sus brazos rodear su espalda. 

Sus ojos se cristalizaron al percibir su calidez.

—Fui una tonta Mitsuya... —Y se apresuro a clarar—. Ante todo, nunca quise perder tu amistad. 

—Si, lo fuiste —se burlo él, sin resentimiento en su voz.

Yuzuha volvió a tragar saliva, esta vez con mas dificultad. 

—¿Eres feliz? con ella. — Y mordió su labio inferior, esperando la respuesta.

—Si — respondió franco.  

Un par de lágrimas rodaron por las mejillas de Yuzuha.

 Y entonces se volvió a escuchar la voz de Draken desde afuera.

—¿Estamos bien?  

Yuzuha se separo, acentuando la distancia entre ellos, y asintió. 

Con una sonrisa le dio una palmada en el hombro indicándole con ese gesto que se marchará.

 Los cincos minutos habían acabado.  

—Ve, tu nueva vida de casado te espera.

Mitsuya le dedico una ultima mirada, una mucho mas intensa que las anteriores. Y con una extraña sonrisa, se marchó finalmente.    

Y mirándolo colocarse en el altar, desde su posición, detrás de un pilar al fondo, Yuzuha sonrío con tristeza.

Porque debía aceptar, de una vez por todas, que era ya muy tarde para decírselo. 

Había perdido su oportunidad.

Y entonces se pregunto, por primera vez, si Mitsuya había sentido ese mismo nivel de dolor por amor no correspondido y, sobre todo, cuanto tiempo le había tomado para superarlo.   

***