|Chico de la nada|

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AU | Ooc 

Extracto de un long-fic de fantasía que no verá la luz. 

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El ambiente frío, silencioso.

Solo la luz de luna iluminando el amplio salón a través del ventanal detrás del sofá, en el cual una joven se encontraba recostada boca arriba, un cigarrillo en su mano izquierda la cual sobresalía del borde y la otra sobre su frente.

Gira el rostro.

El reloj marcaba las 11 de la noche, una hora más y ese día habría acabado.

Apago el cigarrillo en el cenicero.

— Miku — observa su pequeño gato blanco acercarse a ella, quien saltó para recostarse a su lado — ¿Donde te habías metido? — el pequeño gato ronroneo y acaricio su pecho. Se incorporo y tomo entre sus brazos al pequeño minino, para así levantarse y caminar hacia el ventanal.

Había un amplio campo de trigo. Una camioneta. Un establo. Un camino que la conectada al pueblo.

Una casa muy apartada de todo.

Miku se removió en sus brazos y tuvo que saltarlo, ella le miro con un puchero.

Cuando volvió a alzar la mirada una luz le pego de lleno al rostro, tanto que tuvo que cubrirse con una mano. Cuando paso el resplandor y miro de nuevo hacia afuera; emitió un pequeño grito de asombrada. Absorta observo algo, o alguien, caer en el campo de trigo.

Espero un momento, pero nada.

Su corazón no mas latiendo asustado y preocupado, en parte iguales.

Mordió su labio inferior.

Debatiéndose entre ir o no, se coloca un abrigo al final y con una escopeta sale hacia el lugar donde aquella persona había caído. Miro hacia el cielo, pero no encontró ni escucho ningún helicóptero o avión pasar.

Aun así...tendría que haber escuchado al instante que lo escucho caer.

Un escalofrío recorrió su columna ante la situación.

Cuando se acerco al lugar, mira sorprendida a un joven chico, como de su edad, inconsciente, con algunos rasguños en su ropa, además de moretones en su rostro.

Con la punta de su escopeta le toca el pecho. Nada.

Le toco la muñeca y parpadeo al comprobar que estaba vivo. Sintió un inesperado alivio crecer en su pecho.

Suspiro con pesar, pensando que debería dejarlo ahí ¡Era un desconocido! pero su lado humano no le dejaría tranquila, mas a verlo en un estado tan poco favorable.

—Estas loca Yuzuha. — se dijo así misma.

Se guindo la escopeta al hombro y, con algo de esfuerzo, arrastra al magullado joven hasta su casa.

Lo deposito como pudo en el sofá y, para cerciorarse, busco una cuerda para atarlo de manos y pies.

Tras un ultimo vistazo, se marcha a su habitación y, para mas segura, le paso pitillo.

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—¿Aun?

A la mañana siguiente, el extraño sujeto aun se encontraba inconsciente.

Miku apareció de pronto y le acaricio las piernas. Ella lo levanto entre sus brazos para dirigirse hacia lo cocina y darle de comer.

En medio de eso, al ir de espalda, no presencio como el chico desconocido se iba sentando en el sofá todo desorientado.

— Debería llamar a la policía ¿verdad? — le cuestiona a Miku, quien solo bostezo. Suspiro y lo deja en el piso de la cocina—. Miku, vos no me ayudas en nada.

Bittersweet 🍯🍊 Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora