| Will you believe me when I tell you ...|

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Me creerías si te dijera que...

Rodeo su cuello con sus brazos y se entrego al beso con ímpetu, mientras él la abrazaba por la cintura y la atraía más hacia su cuerpo. 

Era inevitable cuando ambos se comenzaban a besar. Se volvían presos de la pasión que afloraba sin disimula apenas se rozaban. Donde las ansias por tocar cada porción de piel del otro se volvía algo insoportable de resistir. 

Y en medio de esa bruma de deseo, sin separar sus labios, caminaron hasta la cama del fondo. 

Donde él cayo sentado; con ella sobre sus caderas. 

Y sus ojos se conectaron un segundo. 

Qué la imagen del otro se había desvanecido, y que ahora solo eras tú.

 Solo tú. 

—¿Yuzuha? — exclamó el chico, cuando la chica le quito brusca las manos de sobre sus pechos y ella en cambio alzo sus manos hacia su camisa, la cual desabotono hasta dejar su torso al descubierto.  

—Quisiera ser yo hoy quien te haga sentir especial, Mitsuya. 

El la miro primero confundido, pero sonrío y deposito un beso en su mentón.

—Estar así contigo ya es especial para mi. —La abrazo por la espalda, colocando su rostro sobre su hombro. Y con mucho sentimiento en su voz continuo diciendo: — Ya te lo dije. Seré con gusto tu pañuelo de lágrimas. Dejaré que me uses hasta que tu quieras.  Sin nada a cambio.

Yuzuha frunció el ceño al escucharlo. 

Se separo lo suficiente del hombro de Mitsuya para poder volver a conectar miradas con él. 

El corazón de Yuzuha dolió cuando comprobó que sus palabras no concordaban con sus ojos tristes.

Y se sintió molesta consigo misma. Realmente lo había lastimado. 

Inclino su cabeza y poso sus labios primero sobre su parpado izquierdo, así como en el derecho. Beso el puente de su nariz, su mentón, sus labios y por ultimo beso su pecho, justo donde su corazón se encontraba siempre latiendo. 

Caricias dulces que quería transmitirle a su corazón y sanarlo. 

Mitsuya no entendía que pasaba esa noche con Yuzuha, pero su corazón era débil por ella y recibió esas caricias como si él fuera el verdadero destinatario; a quien ella realmente quisiera en ese momento besar.  

Pero no, no eran a él. Su mente lo freno en crearse falsas ilusiones. 

Yuzuha apoyó su rostro en su hombro.

—Quiero que sientas. 

—No te entiendo, Yuzuha...

Yuzuha lo tomo por sus mejillas y lo miro directo a los ojos.

Se que te he hecho daño, pero créeme, por favor. 

—Ya no es él, Mitsuya — le declaró, tomando por sorpresa al chico. — Ahora solo eres tú.

Mitsuya desvió la mirada y Yuzuha vio la batalla en su rostro.

Yuzuha sabía que no era fácil, lo entendía. 

Él le pide permiso para levantarse y ella se quita de encima para darle su espacio. 

Y él empieza a caminar por su apartamento del tipo monoambiente. 

—¿No me crees? — soltó Yuzuha, ya sin poder contenerse.

Mitsuya se detuvo frente a la ventana panorámica, las luces de afuera tocaron su rostro.  

Bittersweet 🍯🍊 Vol.1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora