Kakucho condujo durante algunas horas antes de finalmente aparcar en un hotel de baja clase.La noche se había desvanecido y el sol estaba levantándose pero no se sentía cansado. Izana había permanecido en silencio pero solo porque se había dormido. Estaba seguro que no era por falta de querer bombardear a Kakucho con más preguntas.
Kakucho se tomó su tiempo para estudiar al jaguar cambia formas más cercanamente.
Finalmente podía quedarse boca abierto sin que nadie lo capturara. Inclusive con moretones, Izana tenía una elegancia y un tipo de belleza que demandaba atención, con unos llenos y sensuales labios que le llevaron a imaginar toda clase de imágenes eróticas, sus oscuras pestañas eran largas como plumas y estaban cerca en sus altos y arqueados pómulos. Demasiado sexy, demasiado guapo, fuera de la liga de Kakucho y eso no era incluso divertido.
Dando un suspiro de pesar, Kakucho salió del auto y se dirigió hacia la oficina. Obtuvo una sola habitación ya que solo sería por un par de horas y no quería dejar desprotegido a Izana más de lo necesario. Y si ocurría algo malo, el jaguar podía ser vulnerable cuando Kakucho fuera a comprar suministros.Una ligera llovizna empezó a caer humedeciendo la piel llena de polvo de Kakucho cuando salió fuera. Si bien golpeó gentilmente la ventana, Izana empezó a levantarse como una estrella fugaz, recto, sus ojos abiertos con terror. Se recobró rápidamente y fijó su mirada en Kakucho. Una reveladora sonrisa cruzó a través de su rostro y sus mejillas se tornaron rojas con vergüenza.
Izana abrió la puerta pero no salió del vehículo todavía.—¿Qué está pasando? —Preguntó mirando hacia el
hotel.—Necesitamos dormir y reagruparnos por algunas
horas y necesito comprarte algo de ropa nueva. No puedes ir por ahí con esa ropa ensangrentada. Que hará a la gente hablar.Izana asintió y salió. Dieron exactamente dos pasos cuando las preguntas empezaron de nuevo.
—¿Por qué cuando volvemos de cambiar, nuestra ropa sigue ahí? — Izana frunció el ceño mirando hacia abajo a su uniforme—. En las películas siempre aparecen rotas, sin embargo las mías están bien, excepto por la sangre de mis heridas, lo que indica que soy algún tipo raro de monstruo.
Kakucho se detuvo en seco para nivelar su mirada de incredulidad al hombre.
—En las pasadas horas has sido secuestrado, cambiado a un jaguar, has sido perseguido por un gigante pájaro asesino, y nada de eso te ha afectado. Y lo único que te tiene nervioso, es pensar lo que ha pasado con tu ropa después del cambio.—Bueno, yeah —Izana se encogió de hombros—. No puedo hacer nada al respecto, pero me pregunto qué ocurre exactamente con ellas.
—Suben por varios orificios del cuerpo. —kakucho bromeó antes de empezar a caminar de nuevo.
—¿De veras? —izana gritó siguiéndolo.
—No, te estoy tomando el pelo. —kakucho agachó su cabeza para ocultar una sonrisa que trataba de salir—. Tienes que parar de ser tan crédulo o van a tener un día de campo contigo cuando vuelvas a casa.
—No me preocupa —Izana arrastró las palabras—, tengo dos hermanos que mirarán por mí.
Kakucho resopló. Conocía a Mickey, que era uno de los que más hacía pasar un duro momento a los demás. El hombre no era un matón o algo por el estilo pero le gustaba practicar bromas pesadas, demasiado a menudo. Había causado más de un dolor de cabeza a Shinichiro ya que siempre tenía que ser uno de los que tenía que limpiar el desorden.
Fueron a la habitación abriéndola cuidadosamente, mirando a todas las esquinas por si había algún peligro escondido. Si Izana pensaba que era extraño que tuvieran que permanecer juntos, no lo mencionó. Se quedó atrás hasta que Kakucho le indicó que estaba todo limpio.

ESTÁS LEYENDO
Pasiones Primarias
ФанфикIzana siempre se había considerado a sí mismo un tipo bastante normal. Poco sabía que no podía estar más equivocado. Atacado por un grupo de hombres armados, luego de un tiroteo es secuestrado. Repentinamente despierta encadenado a una pared. No es...