Diez

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—Dulces dioses de la caridad. Tienen Lucky Charms—Izana apenas contuvo el grito de alegría y cogió la colorida caja del armario, ahora solo tenía que imaginar dónde guardaban los tazones y estaba hecho.

Cuando Mikey entró en la cocina. Izana notó que el
cambia formas estaba vestido en pantalones negros de trabajo y una camiseta. De repente se preocupó de que quizás tenía que cambiarse, dejar a un lado la bata y los pijamas de botones de franela que Emma le había entregado.

—Espero que no te importe, —Izana movió la caja—, tenía hambre pero no quería ser desconsiderado con vosotros.

—Esta es tu casa también y puedes coger cualquier
cosa que quieras. —Mikey sonrió—. Solo no me quites mis Fruit loops o nosotros vamos a tener problemas.

—Entendí —Izana bromeó con un paso de timidez—.Yo voy a asegurarme de no tocarlos.

—Hombre, todavía no puedo creer que estés aquí. — Mikey declaró yendo alrefrigerador y sacando un litro de leche. Tomó asiento en la barra de la cocina cerca de
Izana—. Ahora todo lo que tenemos que hacer es encontrar a Kimiko, Gazzel y Rin y finalmente estará la familia completa de nuevo.

Entonces esos eran los nombres de sus perdidos Hermanos. Izana sintió un nudo de culpabilidad por no preguntar acerca de ellas anteriormente.

—¿Cuántos años tienen? —Preguntó sentándose en la
mesa.

—Un par de años menos que tú y Emma. Son de la última camada de mamá.

—¿Cómo saben si están vivas?

—De la misma manera que hicimos contigo. —mikey
se separó de la silla y se le unió—. Rat es un gran pirata dentro del sistema de computadoras de los humanos. Mira a los niños dejados en orfanatos o casas de acogida en el tiempo del ataque y a partir de allí, los rastrea. No es
mucho pero suficiente, al menos, es todo lo que tenemos. Al principio no pensamos que pudiéramos encontrarte.

—¿Cómo terminamos viviendo con los humanos? — Izana tomó su cereal con la cuchara—. Lo digo porque, ¿por qué no solo matarnos como hicieron con nuestros padres?

—Es un misterio que incluso Scobby no podría
resolver. Quizás alguno de Los Cuervos tuviera corazón y no
pudiera posicionarse y matar niños. Diablos, quizás solo lo hicieron para joder nuestras cabezas. Todo lo que sé es que
ustedes están ahí fuera y que tenemos que encontrarlos.

—Porque no quieren cambia formas inadecuados corriendo por los alrededores en libertad —Izana recalcó por su previa conversación con Kakucho.

—Bueno, yeah, supongo eso, pero más porque deben
estar con su familia. —Mikey tiró su cuchara y sus mejillas ruborizadas por la furia—. Oí cómo tuviste que hacer tu primer cambio incluso sin saber quién eras tú. Eso me mató, tener que saber cómo de asustado debías haber estado, por eso debías volver a casa donde perteneces y así
poder enseñarte cómo manejarlo sin que te duela mucho. Shin podría haber estado contigo la primera vez y hacértelo más fácil. Mientras, tuviste que soportar la agonía
de la paliza de Los Cuervos hijos de puta al mismo tiempo.

—Lo manejé. —Izana se encogió de hombros—. kakucho me enseñó que no peleara contra ello, que no iba a doler mucho la segunda vez.

—Yeah, estoy seguro que eso no es todo. —Mikey
resopló.

Antes que Izana pudiera preguntar qué significaba el comentario, Emma llegó arrastrando los pies a la cocina.
Izana estaba todavía en pantalones de dormir y una camiseta que tenía a Rob Zombie en ella.

Pasiones PrimariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora