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Nunca pensé que el tiempo fuera algo importante en mi vida.
Mi noción del tiempo se perdía cuando leía

༼ ρяσѕσραgησѕια༽

-Choi Beomgyu-Una voz algo aguda retumbaba por el salón e clases. al no tener respuesta aquella voz del profesor volvió a llamarlo.

El castaño, quien estaba dormido tras un libro abierto despertó poco a poco al escuchar el nombre de su compañero de cuarto. Se reincorporó suavemente para estirarse discretamente.

-No está.-Dijo una voz nerviosa, era el hermano del chico perdido, quien se giró hacia el castaño.-¿Porqué no ha venido?-Taehyun solo se alzó de hombros y miró al profesor.

-Beomgyu es tu compañero de cuarto, ¿no?-Taehyun asintió ante la pregunta del hombre.-¿Podrías ir a buscarlo?

Un suspiro salió de los labios del castaño mientras se levantaba, tenía muchas ganas de responder que no pero aquella pregunta no buscaba una respuesta. Con cansancio le hizo una reverencia al profesor y salió de aquella clase rascándose la cabeza.

Los pasillos de aquel castillo que hacía la función de internado estaban casi vacíos, pues todos estaban ya en clase. De vez en cuando se encontraba con algunos de los guardias de los pasillos que le detenían para asegurarse que no se estuviera saltándose las clases. Al principio, cuando tuvo que salir de clase sus piernas pesaban ya que no tenía muchas ganas de ir a buscar a su compañero pero tampoco se detenía, pues ayer por la noche tampoco tuvo rastro de Beomgyu. Ni siquiera le dejó una de esas notitas que le solía dejar sobre la cama cuando no estaría. Tenía sueño, bastante sueño ya que se quedó parte de la noche esperando a que su compañero volviera y al no hacerlo tuvo que arriesgar su expediente y violar las normas para salir a buscarlo en plena madrugada. Pero no estaba por ningún sitio, ni siquiera en el laberinto donde pensaba que se podría haber perdido.

Ante los ojos de Tae, Beomgyu era un chico de rostro suave quien hacia pucheros sin darse cuenta, eso le hacía ver como una persona frágil, también su personalidad de niño y adolescente despreocupado lo hacían parecer un idiota torpe. Claramente Tae, quien se había convertido en una especie de amigo para él, se preocuparía y más si lleva desaparecido unas 46 horas sin haber dado ninguna señal de vida. Tampoco tenía su teléfono como para escribirle, cosa que se plantaría pedirle en cuanto lo encuentre.

Solo había un sitio donde Beomgyu, un chico que vivía dentro de su imaginación, se pudiera encontrar en aquel lugar. Y era en la biblioteca. Ayer cuando fue a esta para asegurarse estaba cerrada.

Y lo pudo confirmar al entrar a la biblioteca y buscar entre los pasillos. En la sección de poesía se encontraba el muchacho de cabellos negros, estaba sentado con las piernas estiradas y la espalda recostada contra la estantería, unos cuantos libros abiertos a su al rededor y con su cabeza caída hacia delante. Tae sonrió ante la escena, parece que se había quedado leyendo y una vez más perdió la noción del tiempo. Si había pasado el día anterior y la noche en ese lugar significaba que no había comido y cuando se levantase tendría mucha hambre haciendo que se ponga de mal humor y la otra posible cosa que suceda es que se resfríe por haber pasado la noche en el frío suelo de aquella biblioteca.

El castaño se puso en cuclillas tras quitarse la sudadera y ponerla como manta sobre el pecho de Beomgyu. con cuidado peinó mechones de su cabello hacia los costados y se sentó su lado, con cuidado tomó la cabeza del chico entre sus manos y lo dejó reposar sobre su hombro para que no le surgiera alguna torticolis. Y esperó con paciencia a que por su cuenta despertara.

༼ˢᵗᵃˡᵏᵉʳ༽

Pudo sentir una presencia cerca de él, una nueva que acababa de llegar al pasillo y esta no era de algún bibliotecario, era una presencia más fuerte de uno de sus compañeros. Pero al sentir que era arropado con alguna tela lo pudo confirmar, era el característico olor de vainilla y caramelo de su compañero de cuarto. Estaba muy cansado como para abrir los ojos y recibir un regaño así que solamente permaneció con los ojos cerrados reposando sobre el hombro del chico hasta sentir el peso de la cabeza den contrario sobre la suya.

Prosopagnosia (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora