📱 | Cada persona tras la pantalla
tiene sus heridas, cicatrices y sueños.
Y eso, ellos lo saben muy bien.
Ella se sentía cada vez más perdida.
Él había empezado a encontrarse.
Mensajes diarios de un número
desconocido y una sola pregunta
qué d...
música: healing / fletcher <3 la canción es tan... chiara aldjka tras 20 capítulos, repito: ( #DisíalvicioEMB )
— E X T R A Ñ O S
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— 28 DE MAYO —
CHIARA BELUCCI.
«Todo era un sueño, nada era real»
Ese pensamiento, esa mentira... Me rondó por mi cabeza toda la mañana.
Dudaba en sí, realmente, había sido capaz de dormir algo. Pero tampoco me importaba. Había estado dando vueltas en la cama pensando en todo y a la vez, en nada. Sintiendo mis pensamientos revueltos, observé la oscuridad que llenaba la habitación y dejé que el recuerdo de Aurora me envolviera otra vez.
«—Chiara —sonrió—, ¿te apetece salir? Me han invitado a... »
Negué con la cabeza, negándome a reproducir esa pesadilla en mi cabeza. Pues hasta hace unos meses habitaba (en bucle) mis sueños. Me incorporé con un deje de pesadez y arrastré mis pies hasta el baño. Me aseé y fui hasta mi armario para ponerme lo primero que combinase entre sí: un top blanco y liso, junto con unos vaqueros negros y rotos, una tejana negra atada a la cintura y un bolsón donde llevaba mis cosas (el móvil, las llaves...). Dividí mi pelo en tres y lo trencé, por encima de uno de mis hombros. Me puse mi collar favorito, un poco de colonia y desodorante. Y finalmente, tendí la cama. Al no tener ventanas en mi habitación, me tuve que conformar con abrir el balconcito que había en el salón. Avancé hasta la puerta, ahí me calcé mis converse (ya bastante usadas) y una vez lista, salí. Bajé las escaleras del edificio hasta el portal del mismo y me encaminé, sin prisa alguna, hacia mi trabajo.
Pateé un par de piedras distraídamente hasta que, unos diez minutos después, ya estaba cerca de llegar.
«Ventajas de vivir cerca del trabajo, supongo»
Saludé a Irina casi por inercia y fui a los vestidores a cambiarme. Dejé mi bolsón en mi taquilla y me quité la tejana junto con los pantalones, me dejé el top y con rapidez, me puse mi uniforme por encima, junto con un calzado más adecuado. Sí, era consciente de que usar mejores bambas para trabajar que para vivir, era un poco patético. Pero me daba igual.
«Últimamente, todo me daba igual»
Cerré mi taquilla con más fuerza de la necesaria y puse mi combinación. A paso rápido, salí de los vestuarios y al ver un par de clientes a lo lejos, fui a atender cómo hacía cada tarde. Me llevé una libreta que había tirada por la barra y avancé hasta ellos, casi sin ser consciente de lo que hacía.
—Ethereal, les da la bienvenida, ¿qué van a tomar?
Sin levantar la mirada, noté el peso de la de ellos en mí. Observé de refilón, cómo si fuera lo más interesante del mundo, sus zapatos. Uno de ellos portaba unas bambas blancas que parecían nuevas y el otro... No me dio tiempo a verlo porque la voz de Irina, llamó mi atención, pero tampoco me sacó de mi ensoñación.