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EXTRAÑOS

— DOS AÑOS ANTES DEL EPÍLOGO —

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— DOS AÑOS ANTES DEL EPÍLOGO —

CHIARA BELUCCI.

Nuestras vacaciones empezaban a llegar a su fin.

Sólo nos quedaban dos semanas. Ahora era el turno de Aiden. Habíamos vuelto de Italia, a primera hora del lunes. Pasamos por casa para asearnos, pillar ropa limpia y volvimos a irnos después de comer. Esta vez, me dejé llevar por Aiden. Pusimos las maletas en el maletero del coche y pusimos rumbo a nuestro destino.

Las sesiones con Logan y las charlas hasta las tantas con Aiden habían dado sus frutos. Al principio, se había vuelto tolerable, pero estos últimos meses empecé a disfrutar ir en coche.

Por eso, en cuanto me senté y me puse el cinturón, encendí la radio.

Desconocía hacia dónde nos dirigíamos, pero eso dejó de ser relevante al ver a Aiden conduciendo. Había olvidado lo bien que le sentaba manejar a mi prometido. Sonreí al darme cuenta de lo que había pensado.

Pero todo pareció girarse cuando la pantalla de mi móvil se iluminó. Al principio, lo abrí confiada, lista para reírme de alguna de las tonterías de Jaxen, pero acabe quedándome en blanco, al ver de quién me había escrito desde su número. Parpadeé incrédula al ver que el mensaje era de Aurora.

Dejé ir mis pensamientos cuando note como Aiden acariciaba una de mis piernas. Llevé mi mirada hasta él.

—¿Todo bien? —cuestionó mirándome de soslayo.

—Aurora me ha escrito —solté sin dar crédito.

—Oh —pasó saliva—. ¿Quieres hablar de ello?

—Hum, sí —jugué con uno de mis anillos.

—Soy todo oídos, cariño.

—No quiero aburrirte con el mismo tema —advertí.

—Jamás lo harías —rió—. Adoro escuchar tu voz.

—Bueno... —suspiré— Se ve que ha recordado todo.

—¿Todo? ¿Todo? —me miró precavido.

—Sí, todo —pasé saliva.

Había hablado de esa noche con Aiden, le había contado lo que sucedió, cuando una noche me desperté, presa de las pesadillas que, por aquel entonces, aún me torturaban. Recuerdo que acabamos llorando los dos. No era agradable saber que, si ese conductor hubiera hecho caso a mis advertencias, no habríamos chocado. Tampoco lo era saber las intenciones que tenía el conductor con Aurora no eran lícitas.

Sinceramente, había veces en las que pensaba que nunca me iba a librar de ese accidente.

Pero eso solo era una mentira que mi mente me dejaba ir de vez en cuando. Mi presente demostraba que lo estaba dejando cada vez más atrás. El poder ir en coche de nuevo, el haber recuperado parte de mi forma de ser... Y no solo eso, mi presente también me mostraba lo mucho que había avanzado. Las amistades que había forjado y la estabilidad que había conseguido dar a mi vida... Eran prueba de ello.

Extraños: Entre mensajes borrados |  ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora