Capitulo uno: La desicion

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Entre movimientos bruscos me levanto, he tenido una pesadilla, la misma desde los doce, en ella estoy sentada en una gran espacio negro, alrededor, absolutamente nada, la oscuridad me ahoga  y sentía como el espacio se volvía cada vez mas pequeño, no me podía levantar, mis pies y brazos estaban atados, no podía gritar, tenia la boca sellada con cinta, finalmente la oscuridad me consumía.

Apoyada en La esquina de la cama mis pensamientos me abordaron, el sentirse inútil, indefensa y que no sirvo  para nada, es algo común en mí.

Mis piernas se acalambran y el cuerpo se me entumece al pensar que mi futuro no existe, que es incierto y que es de todos menos mio," no sirvo para nada" es lo que repito en mi mente, el futuro no existe para mi, me siento vacía, estúpida e inservible, me siento rota y perdida al saber que mi futuro, no es mío en realidad.

Con un brusco movimiento de cabeza alejo mis pensamientos.

Veo la pantalla de mi celular, marcan las cuatro de la tarde, llevo todo el día en el cuarto, los fines de semanas, son los únicos días que puedo darme este lujo, ya que toda mi semana esta siempre ocupada con clases particulares desde, matemáticas avanzadas, piano, hasta natación, mis padres me llenan de tantas clases extras, que dejan  que pase los fin de semana enteros durmiendo.

Decido levantarme, el estomago  me exige comer, muero por comerme una gran sándwich de mantequilla de maní y jalea y un gran jugo de naranja, me coloco mis pantuflas y aun en pijamas bajo a la cocina.

Escucho murmuros abajo, cosa extraña, esta mi familia en casa, debido a que son unos de los  mejores abogados, se la pasan de viaje en viaje representando a sus clientes.

Al bajar las escaleras los veo allí, mi madre, mi padre y hermana mayor, están en la gran sala de mi casa, empotrada de blanco de una esquina a otra,  ellos están sentados en una mesa negra  de hierro forjados con delicados detalles y su parte superior de un vidrio grueso e indestructible , es su mesa de trabajo ubicado a la mitad de la sala, están absortos en muchos papeles, ellos son unos grandes abogados,  así que, es algo normal verlos así.

Estoy a poco centímetros de ellos, y no me notan, no es raro, ya estoy  acostumbrada a eso, pongo los ojos en blanco y doy un gran suspiro, doy media vuelta y me dirijo a la cocina, mi padre al darse cuenta de mi existencia decide hablar.

—Hola mi pequeña, ¿has despertado de tu gran descanso de fin de semana ?— menciona Chris Ritz, mi padre, un hombre canoso, de 41 años, tan blanco como la nieve y sus ojos de un verde parecido al esmeralda, el único que a veces está de mi lado.

—¡No papá, soy una ilusión! —mencionó con un fastidio evidente en mi voz

—¡Por dios Luz no empieces! —menciona Lima mi hermana mayor, y la única que tengo, para mi desgracia, con tan solo 25 años de edad, es una de las mejores abogados para su edad y espectacularmente hermosa de nacimiento, con sus 1.79 de altura, sus ojos verdes como las esmeraldas más bellas, su Cabello rubio como los rayos del sol y su piel tallado por los mismos dioses, es sin duda alguna, la roba suspiros de la ciudad —solo quieres atención, como siempre

—¿Y tu de eso que sabes? —colocó el frasco de  jugo con brusquedad en La mesa de mármol de la cocina —si, siempre te ha sobrado atención —mi mandíbula se tensa con lo último mencionado.

—¡Bueno ya!, no empiecen las 2 —dice mi madre Lila Ritz; ya deben de saber quien eligió los nombres de cada una; Lima es La viva imagen de mi madre, las dos son unas gotas de aguas, la diferencia es que los ojos de mi madre son azules. un poco más oscuros que los míos —¿por que te levantas a estas horas? 

—No sé —me llevo las manos al mentón, como si estuviera pensando —¿será porque estoy cansada? —el sarcasmo es muy obvio.

—Tus profesores han dicho que has bajado el desempeño en tus prácticas, que cada día estas peor, mas lenta en natación, y en matemáticas la mayoría de las cuentas no las resuelves sin ayuda, hoy tenias que practicar —dice mi madre sin despegar sus ojos de los papeles revueltos en La mesa

La vida no es de color Rosa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora