Capitulo quince: la cita(segunda parte)

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Luz

Bueno luz sabemos que la suerte no es lo nuestro, después de pensar mucho si tener una cita o no con kenji, la aceptamos y sorpresa ves a Axel, en pocas palabras se nos junto el ganado.

Creo que no eres de gran ayuda conciencia.

No puedo ayudarte mucho, estoy en tu jodida cabeza, pero creo que deberías de hablar porque estas como una boba callada viendo a kenji sin decir nada.

Por primera vez eres útil.

Y es así no me había dado cuenta que estoy mirando a kenji en silencio desde hace unos segundos, unos incómodos segundos, pero es que mi cerebro no funciona tan rápido y menos en estas condiciones, no se que hacer, no quiero que Axel me vea en una cita con otra persona, y menos cuando llevamos días sin vernos.

-Podemos comer en el auto si quieres-—me dice kenji con su mano estirada hacia mi— Pero seria una lastima perder una reserva aquí.

Kenji tiene razón conseguir una reserva aquí es muy difícil, es mas fácil conseguir un beso del papa, no se que hacer, pero sea lo que sea tengo que decidirlo ya.

—Si quieres nos vamos a otro lugar— Los ojos de kenji denotan un poco de preocupación y las marcas que adornan su frente lo confirma.

No se porque lo pienso tanto, al final Axel y yo no somos novios.

Pero si nos gusta.

Cállate conciencia, además estoy en una cita de amigos no debe de molestarse por algo así, y si lo hace lo convertirá en un tremendo patán.

Pero kenji no quiere ser solo nuestro amigo.

Eso no es mi problema, yo lo veo solo como un amigo, y Axel debe creerme.

Me gusta nuestra nueva actitud.

Las conversaciones con mi conciencia se están volviendo mas normal de lo que quiero; miro a kenji, él me sigue esperando con la mano estrechaba hacia mi, yo no la tomo, me sujeto de la puerta y salgo.

—Pensé que te quedarías toda la noche en el auto—aunque lo dice con un tono de burla, mas bien suena a una protesta.

—A veces es bueno pensar, además las chicas nos tomamos un tiempo para lo que sea-—Mi vista se dirige hacia la entrada y para mi sorpresa Axel no se encuentra ahí, suspiro aliviada, aunque ahora es peor porque no se si me encontrare con él de sorpresa.

—Después nos reclaman el echo de que no las entendemos—Caminamos uno al lado del otro hacia la entrada

—Somos muy fácil de leer la verdad— Eso ni yo misma me lo creo, nos dirigimos hacia el valet, un chico que no había visto antes,
De unos metro setenta, moreno, cabello ondulado y ojos color miel.

—Me guardas el auto—le dice kenji entregandoles las llaves del auto—No quiero una sola marca en el.

Yo odio esta actitud de las personas, mi madre es igual, que por tan solo tener mas dinero que otros creen que están en todo el derecho de pisotearlos.

Lo volteo a ver bien cabreada, y con una tremenda cara de culo y mi voz bien seria le digo.

—No esta de más decir por favor y gracias

—Él me observa sorprendido—Ya se lo dije.

-—No, no lo dijiste, solo lo trataste como una porqueria, cuando—Miro el gafete del chico, que nos está observando en silencio—¿Malcom?—Él asiente—cuando Malcom solo quiere hacer su trabajo, pero con respeto.

Kenji me mira muy sorprendido, su mandíbula esta tensa, sus ojos mas achinados y su frente un poco arrugada, no se si esta molesto, sus expresiones no son del todo expresivas, pero si lo está o no, no es mi problema, no debe de tratar a nadie así y se lo tenia que decir.

La vida no es de color Rosa (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora