✎ Babysitter Wanted • [Spartor]

- O4 -

Nuevo día, nueva Niñera.

Si bien el hombre de cabellos rojizos estaba harto de contratar niñeras solo para que al final del día se vallan renunciando completamente enojadas, tenía cierta obligación de contratarlas. Realmente su trabajo no era de ayuda, pero ¿Que más podría hacer?; Ese trabajo estresante y cansado mantenía a su pequeño hijo y a el.

Miraba constantemente la hora de su teléfono, se encontraba sentado en la mesa de la cocina, tenía un pequeño tic en su pierna derecha demasiado apresurado, La niñera, quien decía ser puntual en su usuario, llegaba 15 Minutos tarde, bufo por segunda vez, golpeó su cabeza contra la gran mesa, se levantó de golpe de ahí y se dirigió a paso rápido a la puerta principal.

Tomo sus cosas y abrió la puerta encontrándose con una chica joven de ojos verdes menta y cabello castaño algo corto, su vestimenta no daba mucho de que hablar era completamente casual.

— Lamento llegar tarde, tuve un pequeño contratiempo espero -

— No tengo mucho tiempo, llego tarde a mi trabajo así que seré breve, mi hijo debe estar alistándose ya para ir al colegio, asegúrate de darle algo de desayunar y llevarlo a su escuela .– Jalo a la chica dentro de la casa.

— Lo siento pero tengo que irme, te encargo a mi hijo .– Salió de la casa de forma apresurada sin despedirse dejando a la chica algo confundida.

— ¡Lo siento! .– Se disculpo por segunda vez viendo en la ventana como el hombre se iba en su auto.

— Eso me pasa por quedarme despierta a altas horas de la noche .– Dijo al aire golpeando su frente con la palma de su mano.

Fue a la cocina para ver qué había para desayunar, había demasiado, optó por algo típico y saludable para un niño pequeño, cereal con leche, facil e instantáneo, así que al tener el desayuno exprés pensado, decidió recorrer un poco la gran casa en la que el señor vivía.

Viendo a detalle, diviso una pequeña foto colgada en una de esas extensas paredes, se detuvo un segundo analizando bien esa fotografía. Sonrió al ver al adulto jugando con un pequeño niño de cabellera rojiza y ojos color caramelo con algunas cuántas pecas.

— Parecía amargado cuando me abrió la puerta .– Pensó en voz alta con una sonrisa y un pequeño rubor. Dio un suspiro a los segundos.

— Es muy joven para ser padre soltero .– Se dijo asi misma.– Nadie creería que tiene un hijo .– Dio una risita leve y siguió admirando esa fotografía, más en específico al adulto.

Le había restado importancia al pequeño de la foto.

— Pues cree que tiene un hijo, y soy yo .– La chica se sobresalto al escuchar la voz de un niño, volteó rápido buscando esa voz.

Al encontrar al niño dio un suspiro de alivio al ver al pequeño aún en pijama de dinosaurio, con el cabello rebuelto, un pequeño peluche en su manita derecha y con un puchero, que para ojos de muchos era tierno.

— ¡Hey!, Hola, soy Raquel, tu debes ser el pequeño Adrián .– Saludo con voz suave para sonar amigable.