Yacía yo en mi cama pensando en mi vida, en los problemas que tenia, en la situación por la que estaba pasando, sin imaginar que algún día encontraría la salida de este horrible mundo para poder alcanzar mi felicidad...
"Lo que para uno es nada para...
La luna se había escondido, indicando el comienzo de un nuevo día, Rose había despertado muy temprano esperando que Jungkook hiciera lo mismo, deseo que no fue cumplido, ya que no se encontraba despierto, ¿Cómo lo supo? a parte de que Jungkook no se encontraba caminando o paseando por algún lugar de la casa, cosa que era obvia, Rose había instalado una cámara oculta en los aposentos de Jungkook para así vigilar y estar al pendiente de él, algo que no tenía planeado Rose era contemplar tanta belleza en todo su esplendor, belleza que desprendía de Jungkook, cuando el pelinegro dormía no se veía imperfección en él, parecía un ángel, ¿En serio era humano?.
A parte de instalar cámaras, la rubia había contratado una señora un tanto mayor, para que estuviera al pendiente de Jungkook y le diera todo lo que necesite, en pocas palabras, había conseguido una mucama personal para él, la razón por la que la señora era mayor era porque Rose no se atrevería a que Jungkook tuviera contacto con una chica joven, que le podría interesar a futuro.
Rose ya había completado su rutina diaria antes de ir al trabajo, salía muy temprano, tanto así que ni siquiera desayunaba, se podría decir que era una modelo de tiempo completo, dedicada totalmente a su trabajo, una persona de admirar diría yo, "caras vemos, corazones no sabemos", esa frase le quedaría perfecta a Rose ¿No creen?... Es una actriz de primera, cualquiera podría pensar que es de las mejores personas con una actitud increíble, aun sin ser así.
Rose
Había seleccionado un vestido negro para el día de hoy, algo provocativo pero elegante a la vez
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salí camino a la empresa, no sin antes tomar las llaves de mi deportivo, conduje por 15 minutos hasta llegar a mi destino, estacione el auto y baje de este con la mirada en alto, no podía demostrar la mas mínima pizca de inferioridad, mucho menos de debilidad, a medida que pasaba las personas hacían una reverencia, ¡Claro! era lo mínimo que debían hacer, mostrar el mayor respeto hacia sus superiores, en especial al diamante en bruto de la empresa, yo...
Sin notarlo había llegado a la puerta del set donde participará el día de hoy, mis 2 amigas se encontraban a unos cuantos pasos de la puerta, no dude en acercarme y presumirles sobre Jungkook, era algo sumamente necesario, quería callarles la boca por menospreciar mi plan, sobre todo a Jennie que era la que menos confianza tenía en mi, y que mejor oportunidad que restregárselo en la cara, conseguí a Jungkook en unos días a comparación de ellas por unos meses, la venganza es dulce.
-¡Hola! Buenos días chicas- saludo con preponderancia.
-Veo que estás de buen humor, ¿Pasó algo interesante que debería saber?- interpelo Jennie.
-Nada en especial, solo que Jungkook ahora vive bajo mi techo- ventilo con capricho.
-No te creo ¡Es imposible! le rogué mucho tiempo y siempre se negó incontables veces.
