Habilidades Paternales [NNT Adaptación]

Capitulo 19: Momento Kodak

Zeldris nos llevaba a Zel y a mí en sus brazos mientras bajaba por las escaleras. La puerta de la habitación de Elizabeth y Meliodas se abrió de golpe y le vi una enorme sonrisa en su rostro mientras cargaba a Zelda hacia nosotros. Meliodas venía detrás de ella.

-¿Un momento Kodak, Zeldris?- le bromeó Meliodas.

-Cierra la boca Meliodas.- Le amenazó. A juzgar por la expresión en el rostro de Elizabeth ella sabía de la sorpresa y se lo había contado a Meliodas.

-¿Alguien va a decirme cual es la sorpresa?- pregunté desde los brazos de Zeldris, Zel aun dormía plácidamente.

-Tenemos que esperar a Ban y Elaine y a King y a Diane. ¡Apresúrense los cuatro!- Zeldris miró arriba de las escaleras y escuché una puerta abriéndose, Ban bajó corriendo las escaleras con Zachary en sus brazos y Elaine con un tranquilo Zack. Seguidos de ellos, bajaron King y Diane con una dormida Zoe.

-¿De qué va la reunión familiar, Zeldris?- preguntó juguetonamente Ban.

-Tiene una sorpresa para mí, y creo que los involucra a todos ustedes, por lo que parece.- Miré sospechosamente a mí alrededor para ver si podría encontrar alguna pista, Zeldris se rió mientras nos sentaba a Zel y a mí en el sofá.

-Tendrás que esperar otro minuto o dos para que prepare las cosas, ¿puedes hacerlo?- preguntó con su tono más dulce. Mi corazón comenzó a saltar en mi pecho, él supo que no iba a decirle que no cuando me miraba de esa forma.

-Bien...- murmuré tratando de retomar mi compostura.

-Necesito a Zel un minuto. Volverá bien, lo prometo. ¿Puedo confiar en que tendrás tus ojos cerrados?- una juguetona sonrisa bailaba en su hermoso rostro.

-No, Zeldris, no puedes. Ban ¡Cúbrele los ojos!- se rió Diane. Sentí dos enormes manos apoyándose sobre mis ojos.

-Ban, juro que no voy a espiar ¡solo suéltame!- traté de golpear su mano, pero él las movió y me golpeé a mí misma en la cabeza. -Ouch.- pero antes de que pudiera abrir mis ojos, sus manos estaban de vuelta cubriéndolos.

-Elaine ¡tu novio me está agrediendo!- grité desesperada.

-Gelda, es tu culpa...siempre fuiste demasiado curiosa para tu propio bien.- Escuché su musical risa, acompañada por las de Meliodas y King.

Mi corazón repentinamente comenzó a latir contra mi pecho y sentí a Ban sacudiéndose con la risa.

-Por las diosas, Zeldris ¿Acaso su corazón siempre hace eso cuando entras a la habitación?- no lo había visto entrar a la habitación, pero mi cuerpo debió de haber notado su presencia y reaccionó. Genial, Ban nunca me lo va a hacer olvidar. No sabía que había hecho Zeldris ya que aún estaba con mis ojos cubiertos por las enormes manos de Ban, pero le escuché estallar en risas.

-Oh, cállate Ban. Estaba muy nerviosa...no tenía idea de que estaba en la sala. ¿Puedo abrir mis ojos ahora Zeldris? ¿Zeldris? Zeldris contéstame, ¡asumo que estas en la sala, o Ban esta alucinando otra vez!- comenzaba a ponerme molesta con este silencio pero imaginaba que él estaba bastante entretenido.

-Extiende tus brazos.- Sentí su aliento en mi mejilla mientras decía las palabras. Mi corazón se aceleró y Ban se rió nuevamente. Vacilé, y finalmente extendí mis brazos. Un suave y movedizo bebé fue acomodado en mis brazos. ¿Zel? ¿Esta era mi sorpresa? No, pero que era eso...algo diferente. Las gigantescas manos de Ban se apartaron de mis ojos y los abrí, mirando a Zeldris quien estaba sentado en el sofá contiguo a mí.

Miré sus manos en busca de alguna caja, miré sobre su hombro para ver si había algo en la mesa. Zeldris se veía igual, excepto por la gloriosa sonrisa que tenía en su rostro mientras esperaba mi reacción.