Capitulo 25: El Zoológico

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Elizabeth, Zeldris y yo llevamos al auto para una rápida vuelta. Ban, obviamente, hizo un gran escándalo ya que supuestamente yo aún no tenía permitido manejar mi auto desde el castigo, pero Perséfone hizo una excepción por mí, lo cual hizo que Ban maldijera y se metiera en más problemas con Perséfone. Sabía que esta sería la única oportunidad de manejarlo por días así que traté de sacarle todo el jugo posible. La velocidad era intoxicante y el auto manejaba como en sueños, hasta me encontré a mí misma pensando como sobreviví con un auto que no iba a más de 55 km/h por tanto tiempo.

Mientras me subía a la calzada, Zeldris me lanzó una mirada de advertencia.

-Lo se Zeldris, bajaré la velocidad. No voy a dejar que nada le suceda a este auto, confía en mí. Especialmente porque las diosas saben cuándo encontraré un mecánico que sepa arreglar este auto, ya que aún no los venden.-

La risa de Elizabeth llenó el auto.

-¡Te dije que lo adoraría Zeldris! Realmente no necesitas preocuparte demasiado todo el tiempo.- Le dio a su cabeza un ligero golpe desde atrás. Aparqué el auto en el garaje y vi a Elaine dándole los toques finales al Jeep de Ban. Elizabeth salió corriendo del auto para buscar a Meliodas.

Me incliné hacia Zeldris antes de salir del auto.

-Gracias por mi regalo Zeldris, realmente me gusta.-

-De nada, Gracias por mantener tu primer promesa y no hacer un escándalo.- Bromeó.

-¿Primer promesa? ¿Cuántas más esperas que mantenga? ¿Acaso no hay cierto límite o estatuto de limites sobre las masivas promesas que hice…como el ocaso o algo así?- pregunté esperanzada.

-No, nada de límites de tiempo y planeo hacer cumplir tantas como pueda si quieres saberlo. Aun me debes un baile del viernes, ¡no creas que me he olvidado de eso también!- me dijo. Mi mano se enredó en la suya mientras caminábamos por el garaje.

-¡Elaine eres mi heroína!- me inmiscuí para ver el trabajo en el Jeep y de seguro que Ban no notaria donde fueron los rasguños. Mis brazos volaron alrededor de su cuello, ella se rió.

-No te preocupes Gelda, solo déjame darle una vuelta a tu auto antes que Ban y estaremos a mano.- Le di las llaves inmediatamente.

Una sonrisa se formó en su rostro.

-No le digas a Ban donde estoy hasta que me haya ido... ¡estará tan furioso!- su risa resonó mientras avanzaba hacia el auto. El motor ronroneó mientras salía de la calzada. Apreté la mano de Zeldris ante el sonido y él solo se rió y me llevó dentro de la casa.

-¿Entonces te ha gustado el auto Gelda?- me pregunto Lucifer, sonriendo de oreja a oreja.

-Es increíble, Zeldris me dijo que le ayudaste a buscarlo, así que gracias.-Corrí hacia él y le di un abrazo. Volví y me senté con Perséfone, quien había estado cuidando de Zel mientras nos fuimos. Ban bajó corriendo las escaleras con Zachary en sus brazos, sosteniéndolo lejos de él.

-¡Popó! ¡Tenemos popó! Necesito un pañal, mascara, guantes y tangas ¡rápido!- miró a Zeldris mientras caminaba nerviosamente. -¿Dónde está Elaine?- preguntó asustado.

Miré a Zeldris, quien no había dado un paso para asistir a su amigo. Moví mi cabeza en dirección a Ban, pero Zeldris sacudió la suya.

-Ella, em…se fue a dar una vuelta Ban.-

-¿En tu auto nuevo? ¡Oh eso apesta! Genial, ella se va a manejar el genial auto ¿y yo que obtengo? Un montón de mier-

-¡Ban Ravens!- le interrumpió Perséfone abruptamente.

Habilidades Paternales [NNT Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora