12.

430 20 16
                                    

[In-Game]

;;;

El pequeño de ojos verdes daba vueltas en su habitación, tenía que resolver un caso ajeno al "juego" en el que estaba actualmente, ¿qué era ese caso? Su sexualidad.

Digamos que el jamás creyó sentir atracción por algo o alguien más que una linda chica, pero recientemente vió a su peor enemigo con otros ojos, lo miró más detalladamente.
Tenía un cabello rubio perfecto, seguramente sería bastante suave al momento de tocarlo, unos ojos de un color azul hermoso, y una cara que aunque le provocaba odio no podía mentir que parecía tallada por un dios, sentía que él lo haría derretirse.

Su puerta se abrió en un segundo de una forma estruendosa ¿qué mierda estaba pasando? Lo que más lo sorprendió fue ver como quien abrió su puerta de esa manera era aquel chico con el que estaba fantaseando hace unos segundos, vaya suerte.

- ¡¿Qué carajo estabas diciendo de mi?! - El de ojos verdes se sorprendió bastante, ¿Lo había pensado o lo había dicho? Pues al parecer el rubio lo sabía ahora.

- ¡Espera no es lo que piensas! Es que...¡ay mierda no sirvo para mentir! - El castaño comenzó a jalarse del cabello con estrés y vergüenza mientras se apegaba a la pared, escondía su cara con vergüenza extrema.

- Esto será solo por hoy, ni creas que volveré a hacer esto. - El rubio caminó hacia el de ojos verdes, quien lo veía desconcertado ¿Acaso iba a hacer lo que él pensaba que iba a hacer?
El de ojos azules se quitaba una prenda a cada paso que daba, lo que hizo que el más bajo quedara boquiabierto al ver su cuerpo, era tan hermoso...

Antes de que pasara otra cosa, el más alto cerró la puerta de la habitación con llave.
Comenzaron un beso lleno de deseo, ambos recorrían sus cuerpos con sus manos.
El más alto desnudó igualmente al contrario y lo cargó recargándolo contra la pared.
- ¡Ay está frío! -
- Con lo que te voy a hacer créeme que se te va a olvidar que la pared está fría. - El rubio comenzó a acariciar el pecho del castaño dejando lamidas y marcas por toda esa zona. El más bajo solo gemía y suspiraba, dejándose llevar por las acciones de aquel chico.

El de lentes volteó al castaño, quedando así con la mayoría del cuerpo pegada a la pared. El más alto comenzó a estimular la entrada de su contrario, quien dió un gritito al sentir ese contacto repentino en ese lugar, estaba a punto de decir algo más cuando sintió uno de los dedos del rubio entrar en él, gimió de dolor, necesitaba acostumbrarse y más con lo que venía después, otro dedo entró, y como ya empezaba a acostumbrarse empezó a mover su cadera y gemir ahora de placer.

Sintió como los dedos salieron de él y miró hacia atrás y vió como el de lentes estaba listo para entrar en él, por lo que solo suspiró y dejó que pasara lo que tuviera que pasar, y lo que pasó fue que finalmente el rubio metió su miembro en el castaño, quien dió un grito más ruidoso y en mayor parte de dolor.
- Mgh...esp-esperame...necesito a-acostumbrarme.. - Pero el de lentes no pensó en esperar, solo embestía lentamente mientras el castaño gritaba adolorido, pronto se empezó a sentir raro, era placer...

- ¡Aaah! ¡Ghia! Más~ M-Más~ - El pequeño de ojos verdes se sentía increíble, el rubio antes de cumplir la petición lo volteó de nuevo, cargándolo y ayudándose recargándolo de nuevo contra la pared. Embistió con más velocidad y brusquedad que antes, lo que hacía que el más bajo gimiera sin control alguno, no podía parar.

...

Estaban en la quinta ronda, ese engreído con lentes al parecer estaba lleno de energía, mientras que el más bajo ya sentía que no podía más, estaba llorando de placer y tenía la lengua de fuera.

- T-Togami-kuun~ ¡Mmhaa! Ya...ya no puedo m-más~ - El de ojos verdes sollozó, pero la única respuesta que recibió fue una mordida en el cuello, volvió a gritar, seguramente moriría de vergüenza cuando alguien note las obscenas marcas en todo su cuerpo. El rubio sintió que iba a correrse de nuevo, pero esta vez se sentía diferente. Ahora se sujetó con firmeza a la cadera del castaño, quien entrelazó sus brazos en su cuello, y cuando sintió aquel líquido volver a llenarlo no se contuvo y dejó igualmente una marca en el cuello del contrario, ambos estaban exhaustos.

Finalmente el rubio salió del más bajo, lo llevó a la ducha y con dos dedos abrió de nuevo su entrada, esta vez con la intención de dejar caer todo lo que se corrió dentro del castaño, quien solo miraba avergonzado como caía todo ese líquido blanco sin cesar.

- Togami-kun...¿Estaba diciendo en voz alta lo que creí que estaba pensando? - El más bajo quitó todas las lágrimas de sus ojos.
- Sí, y es alagador. - El rubio acomodó sus lentes.
- ¿Y todo esto, qué nos hace? No eres mi novio y no creo que quieras serlo, pero tampoco somos amigos y dudo mucho que compañeros sexuales. -

- En realidad, sí quiero ser tu novio. -

under the effects of erotism; naegami.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora