16.

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[Mundo normal]

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Un chico rubio leía pacíficamente un libro en su habitación, disfrutando de la compañía de su pareja quien miraba desde la ventana la piscina impresionantemente gigante en el patio trasero de la mansión en la que se encontraba, en la cual vive su novio.

- Hmm, ¿podemos entrar en la piscina? Solamente tengo ganas de pasar un rato ahí ¿tienes protector solar? - El pequeño castaño tomó una mano del rubio, viéndolo con ojos de cachorro para así lograr más probabilidades de que su propuesta fuese aceptada, a eso le llamaba "Técnica Perrito", una estrategia en la cual usaba la ternura como arma para conseguir lo que quisiera.

- Makoto, querido, no tengo tiempo hoy, ¿mejor no quieres hacer otra? Cualquier cosa. - El ojiazul apartó la mirada de su libro para ver al ojiverde, con ojos cansados. El castaño vio lo cansado que parecía, pero aún así tenía muchas ganas de salir.

- Andale mi amor, te prometo que será rápido. - El más bajo suplicó, se puso de rodillas y acarició la mejilla del rubio, quien cedió ante el tacto y sonrió.

Al final terminó accediendo, con un poco de pereza comenzó a buscar trajes de baño y algunas cosas con las que el energético ojiverde pudiese entretenerse.

...

- ¿Estás contento? - El ojiazul preguntó desde una silla debajo de la sombra de un paraguas enorme, buscando refugio del sol.

- Admito que lo estoy, pero sería mejor si estuvieras aquí conmigo. - El castaño confesó, jugando con el agua un poco y relajándose.

- Ah, prometo que lo haría, pero mi piel es muy delicada y no tengo el protector solar que se supone es ideal para mí en este momento. - El rubio suspiró con cansancio todavía. Gritó cuando sintió como el más bajo jaló su pierna provocando que cayera junto a él a la piscina.

- Maldición...¿no pudiste haber evitado que me golpeara el trasero? - Reprochó el ojiazul quejándose por el dolor del golpe.

- Vamos, no seas tan amargado... - El castaño le otorgó un pequeño beso en los labios, lleno de cariño y dulzura.
El rubio inmediatamente tomó venganza, aprovechándose de la situación y la falta de ropa, continuó el beso de una manera más apasionada y llena de deseo, el más bajo al darse cuenta de lo que intentaba hacer el ojiazul inmediatamente trató de detenerlo, no le agradaba mucho la idea de que llegara uno de los miles de mayordomos o sirvientas que trabajaban en el lugar, pero sus esfuerzos fueron en vano debido a la diferencia de su fuerza contra la del más alto.

—Cariño...para, ack- podrían vernos–El ojiverde intentó advertirle, nuevamente sin conseguir que se detuviera.
Estoy cobrando venganza por haberme tirado en primer lugar–El rubio respondió justo antes de comenzar a atacar su cuello con cálidas, lentas lamidas, mordiendo cada vez que pudiera, obviamente evitando lastimar demasiado a su pareja.

Los miembros de ambos ya se encontraban erectos, se rozaban constantemente el uno con el otro simplemente añadiendo más placer al ambiente, con rapidez y un deseo carnal inimaginable, el rubio arrancó la prenda inferior del castaño haciéndola añicos, mientras él removía el resto de su ropa quedando completamente desnudos, sus pieles haciendo fricción.
Oh, cielo, no aguanto más– La vista del chico de ojos verdes comenzaba a nublarse, su voz tenía un notable tono de desespero, perdiéndose en la ola de placer. El rubio levantó un poco más al chico, apoyándolo contra la orilla de la piscina, al acomodarlo de la manera más cómoda posible, introdujo primero el dedo medio en la entrada del joven, moviéndolo lentamente en círculos, al pasar de un minuto, introdujo el dedo anular, simulando el movimiento de tijeras para abrirlo lijeramente más y que el proceso no fuera tan doloroso.

No seas impaciente cariño, ya lo voy a meter– El más alto comentó, y tal como lo dijo así lo hizo, lento y con delicadeza para que el castaño no lo sintiera tan doloroso. Se estuvieron quietos por al menos un par de minutos, hasta que el ojiverde movió ligeramente la cadera al mismo tiempo que asentía, dándole a entender al rubio que ya podía comenzar a moverse.
Las embestidas comenzaron con un ritmo para nada acelerado, logrando llegar profundo, el castaño gemía lo más silencioso que podía considerando que continuamente su punto dulce era golpeado por el falo de su novio, aferrándose a su hombro, arañando su espalda en más de una ocasión. El ritmo aumentó con un poco de dificultad, moverse dentro del agua no le resultaba tan sencillo al más alto, pero el placer y sus impulsos lograban que continuara, él gruñía entredientes y en algunas ocasiones se lograba escuchar como gemía tenuemente, mientras que el ojiverde ya no se preocupaba por si lo escuchaban, el volumen de su voz había incrementado lo suficiente para que algunos mayordomos que se encontraban cerca se percataran de la situación, prefiriendo no interferir todos callaron y continuaron sus labores.

Ya estoy cerca– El joven más bajo logró a decir entre jadeos y sollozos de nada más que placer, sentía ambos miembros palpitando, el suyo y el de su novio dentro de él. Al llegar al clímax, el rubio solo gimió con una voz grave y ronca, mientras que el ojiverde dejó escapar un grito considerablemente callado y agudo bastante alagrado, dejándose caer en los brazos del ojiazul.

Jamás te perdonaré por destrozarme el culo en la piscina de tu casa– El más bajo se aferró con más fuerza a su pareja, entrelazando sus piernas a su cuerpo.

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Oh lo que uno hace cuando está aburrido, ¿verdad? tenía la idea de hacer un fic naegami, pero como siempre lo dejaría abandonado al segundo capítulo y tendría más de cinco capítulos sin terminar en el borrador, ya que.

under the effects of erotism; naegami.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora