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[Pre-Game]

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En la prestigiosa preparatoria Kibougamine, de encontraban dos alumnos protagonistas, mirando ambos puntos diferentes de su aula con total desinterés en su clase de álgebra.

- ¿Por qué pasa tan lento el tiempo? Ya me harté de estar aquí. - El castaño se quejaba mentalmente sobre el hecho de tener que estar específicamente en esa clase, que por más que se esforzaba no lograba encontrar la razón de porqué tenía que tomar esa clase tan «inútil». Detrás de él se encontraba su actual pareja, un rubio de ojos azúl cielo, quien se encontraba igual de aburrido que él, jugando con un lápiz entre sus dedos. Ya que esa era su última clase del día, estaban algo inquietos y desesperados para que terminara su jornada escolar, y así sucedió.

En el momento en el que el timbre sonó el salón de clases se convirtió en una zona totalmente desastrosa, todos corriendo a guardar sus cosas y llevarse unas que otras por motivos de tareas. Nuestros protagonistas se encontraban afuera del salón, ya que habían logrado escapar del tornado de alumnos que era allí adentro, caminaron por los pasillos y bajaron escaleras hasta salir del edificio, decidieron que como era Viernes de quedaría a dormir el rubio en casa de su novio, y ya que estaba un poco lejos acordaron que tomarían un taxi.

...

- Aah...que bien se siente regresar a casa y que sea fin de semana, ¿o tú que opinas cariño? - El más bajo se sentó en una orilla de su cama, mientras el mencionado lo veía tiernamente.

- Supongo que sí, relajarse por un tiempo no es mala idea, y si pasaba otro segundo más en esa clase te prometo que iba a perder el control de mis acciones. - Respondió el rubio con una expresión de cansancio, acercándose a la cama junto a su pareja, quien lo recibió felizmente.

- Hey cariño, me estoy aburriendo un poco ¿alguna idea de algo para hacer? - El más bajo miró al contrario para luego bostezar de sueño y aburrimiento, se acomodó entre las piernas de su novio, recostándose encima de él sin notar la zona en la que repetidamente se frotaba para poder acomodarse más cómodamente.

- Ack- N-nada por el momento lindo. - El rubio hizo una mueca al sentir ese tacto del cual su pareja ni cuenta se había percatado de haber realizado.

- ¿Todo bien? Creo que escuché que- - El más bajo notó la repentina dureza en la entrepierna del ojiazul, lo que hizo que ambos se sonrojaran hasta las orejas sin saber qué decir.

- Mierda, perdóname Naegi pero es que- carajo, te frotaste ahí y gh...lo siento. - El más alto trataba de explicar el por qué de su erección, pero fue callado con un beso, el ojiverde se volteó completamente para poder disfrutarlo mejor, movió su cadera para seguir con el movimiento que había iniciado esa situación. El rubio dejó escapar un gemido ronco, intentando callarse lo más que pudiera ya que la familia del castaño seguía en casa, y explicar la situación en la que se encontraban no iba a ser tan fácil.

El ojiazul comenzaba a desesperarse, pero ya que no quería ser visto completamente desnudo por los padres de su pareja paró el beso para bajarse un poco los pantalones y la ropa interior, entendiendo el ojiverde hizo lo mismo, volvió a voltearse dándole la espalda al rubio.

El mencionado al sentir la suave piel del más bajo se mordió el labio inferior, tomó su cadera y levantó un poco su zona inferior, rozaba con gentileza esa área con su miembro, tenía toda la tentación del mundo para por fin hacer lo que deseaba, pero tenía que hacer algo para que no escucharan los sonidos que podrían hacer, así que con una de sus manos cubrió la boca de su pareja, y con la otra alineó su miembro contra la entrada del castaño, y lo metió.

- ¡Mnnngh! Mmmph~ - De el ojiverde solo podían salir gemidos ahogados, mientras que el ojiazul solo se permitía quejarse entredientes, disfrutando la ola de sensaciones que le brindaba el castaño, comenzó a moverse un poco, pero al estar en una posición en la que le era complicado moverse con mucha libertad, el más bajo se movió al darse cuenta de aquello, dando brinquitos en su lugar, mientras sus ruidos eran contenidos por la mano del rubio. Continuó así por varios minutos, en los que ambos tenían que contenerse de no hacer algun ruido que pudiera delatarlos, hasta que ambos llegaron al clímax, el más bajo se contuvo de soltar un largo grito de placer, mientras que el rubio solo jadeaba mientras sentía llenar poco a poco el interior del contrario, escucharon subir unis pasos por la escalera, así que se apresuraron al baño de la habitación para limpiarse.

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under the effects of erotism; naegami.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora