9. Un Pequeño Recuerdo

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Seonghwa se encargo de limpiar los restos del monstruo, lo bueno de su pistola eran sus multiusos, no sólo era una arma, podía transformarse en lo que quisiera. Eso no lo podía lograr cualquier muñeco, solo aquellos con vínculos especiales lograban controlar a tal punto su objeto especia. Que por cierto en un principio no eran armas...

Seguro tu hacha es genial cuando tienes más espacio— Mingi palmero el hombro de Jongho quien parecía consternado por el hecho de que tuvo que recibir ayuda de Yunho para no morir.

Es genial— dijo con orgullo.

Pero no veo ningún diseño— Yeosang se metió a la platica— normalmente nuestras armas están pintadas o tienen adornos de acuerdo a nuestra personalidad y gustos— cruzó sus brazos, había visto el hacha de Jongho completamente blanca, y había visto armas de color blanco, pero ninguna tan vacía como la de aquel muñeco de cabellos rojos.

No tiene diseño, eso significa que no sabes quien eres— Wooyoung se recargo en Jongho y este bufo, no le gustaba mucho el contacto físico, tal vez porque Hongjoong tampoco era de los que disfrutaban un largo abrazo durante horas.

Soy Jongho, el muñeco de Hongjoong y mano derecha de Seonghwa— abulto sus labios algo molesto— ah y el buen amigo de Yunho— la verdad estaba curioso de los demás, quería sabe que había sucedido en su pasado o algo que pudiera decirle si tenía un error de fábrica.

Eso es parte de ti— contestó Mingi— pero no eres todo tu, por eso es que no tienes diseño— y era verdad, el diseño era algo importante, porque era parte de ellos.

Paso aproximadamente un mes a partir de eso, todos habían encontrado la forma de coexistir y ser buenos amigos, Hongjoong se sentía mejor. Aunque el miedo seguía y sus ataques y arranques seguían ahí, Seonghwa seguía encargándose principalmente de él, San y Wooyoung solían molestarlo y bromear de que ellos jamás podrían estar separados. Yeosang se esforzaba para hacerle entender a Jongho que no tenía porque ser como Seonghwa, pero el pelirrojo no lograba comprender del todo esas palabras. Y todos supieron lo difícil que era cuando al despertar Jongho volvió a perder la memoria.

¿Quién eres?— se asustó cuando se encontró de frente con Yunho, este volvió a sentirse terrible.

Jongho ven un segundo— el grito de Hongjoong fue lo suficientemente fuerte para que el muñeco se alertara. Pidió disculpas al desconocido y salió corriendo en dirección a su dueño.

Tu relación con Jongho es complicada— Mingi le dijo a Yunho, este último se sobresalto— ¿Qué es para ti?— se sentó dispuesto a escuchar a su dueño.

Bueno... Es Jongho— Yunho estaba inseguro todavía.

¿Por qué te olvida?— eso dolió aún más, Yunho comenzó a llorar, Mingi por su parte sonrió antes de atraerlo para abrazarlo, su deber como muñeco era mantener al humano feliz o al menos lo más animado posible, y quitando el deber, quería a Yunho, era un buen compañero por lo que quería ayudarlo. Estuvieron un rato así, Mingi lo soltó antes de sonreírle y decirle que todo estaría bien, el muñeco decidió ir con Yeosang para preguntarle por eso.

Otra vez— Hongjoong se asustó cuando escucho decir a Jongho que había un desconocido.

¿Ya había pasado?— Yeosang frunció el ceño, Jongho no lo recordaba y debía admitir que le molesto un poco.

Una vez, antes de que llegarán— explico.

No me gusta esto...— Yeosang paso su mano por su cabello peinándolo— puede que sea un error de fabrica— pero aun así era bastante raro, al menos para Yeosang quien jamás se encontró con un caso tan peculiar. Mingi llegó poco después y escucho con atención la teoría del rubio, también aportó que sospechaba que era gracias a la extraña relación que tenían Yunho y el muñeco olvidadizo.

Sweet Little DollsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora