Me siento estafado. Este no es el mejor comienzo que pudo haber tenido el viaje, sinceramente es el peor, el peor entre las peores posibilidades.
Volví a rozar mi brazo con el suyo. Sentí como exhaló antes de soltar un improperio por milésima vez.
-¡Pero serás imbécil! Tan difícil es de entender que respetes mi espacio personal, no me toques. – trazó una línea imaginaria con su dedo entre nuestros cuerpos. - Hazte la idea de que hay un muro entre nosotros, pensándolo mejor, que hay una cerca con trampas eléctricas. – en su rostro se dibujó una sonrisa más falsa que su pared imaginaria.
¡Cómo carajos quiere que no la toque!, por la falta de tiempo el transporte que nos había conseguido Gwyddyon era un transbordador que se utilizaba normalmente para comerciar pequeños grupos de mercancías, por lo que no estaba destinado para transportar a dos personas. Donde Enyd y yo nos encontrábamos, apenas cabíamos. Estábamos acostados uno al lado del otro en el pequeño compartimento. Desde que iniciamos el viaje no ha parado de quejarse.
-Tsk- solté mientras la esquina izquierda de mis labios se elevaba en señal de molestia. Le lancé una última mirada antes de girar mi cuerpo en la dirección contraria, dándole la espalda.
-Y ahora se enoja, no entiendo nada. - Hice oídos sordos ante su comentario, presioné el botón del auricular en mi oído y me concentré en la pantalla que se desplegaba ante mí. Busqué el contacto de K y le escribí.
-¿Qué tal te ha ido con mi querida hermana? En cuanto haya avances escríbeme- Ya estábamos adentrándonos en la órbita de Venus por lo que el mensaje no tardaría en llegarle.
El transbordador se agitó levemente hacia la izquierda y regresó a su posición. Fruncí las cejas. Si Enyd tenía algún comentario al respecto se lo guardó para sí misma. Volvió a agitarse y esta vez hubo un estruendo. Sentí como mi compañera se removía incómoda. Se escuchó otro estruendo y el transbordador comenzó a moverse fuertemente de un lado hacia el otro.
-¿Qué carajos está pasando? ¿¿¿Por qué esto se mueve tanto???- Gritó Enyd a mi lado.
-Tranquila, no te alteres, seguro es que estamos entrando en la órbita. - otro estruendo.
- ¡¿Qué no me altere?! Esto no puede ser normal- La nave alcanzó mayor velocidad. - ¿¿¿Qué diablos sucede Kalen???- Primera vez que pronuncia mi nombre en todo el viaje y creo que, si no morimos estrellados, sus gritos serán los encargados de matarme.
-Kalen, siento mucho calor. ¿Tú no? --¿Ahora me estás seduciendo?, ponte de acuerdo mujer. -
-No seas estúpido, es en serio. ¡¡Joder!! Esto está muy caliente- Ahora que prestaba atención, es cierto que la temperatura había subido, pero yo no sentía la superficie caliente.
-¡¡Joder!! ¡¡Joder!! ¿¿¿y si esto se prendió??? ¿Y si comenzó a incendiarse? Joder que yo estoy más cerca del borde. - contando estas tres veces ha dicho “joder” en 57 ocasiones desde que despegamos.
-No seas dramática. Lo que nos separa son 2cm. Si te mueres no lo haces sola. -
-No seas imbécil. Anda colócate boca arriba. –
-¿Qué? ¿Para qué? ¿De nuevo estas seduciéndome? Te aclaro que no quiero que mis últimos momentos sean con una maleducada gritándome imbécil mientras esta encima mío. -
-¿Cómo puedes ser tan estúpido? - Al menos cambió de insulto- Apúrate que esto está hirviendo. Si por mí fuera no te tocaría ni con un palo. -
En contra de cada rincón de mi ser hice lo que me pidió. Sin pensarlo dos veces Enyd se posicionó sobre mi colocando sus brazos y piernas a los lados de mi cuerpo evitando el mínimo contacto conmigo.
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"SER HUMANO OTRA VEZ"
Ciencia Ficción602 años han pasado desde el Regnavit Planetarum. La humanidad se ha extinguido y ahora son llamados avarum. Deseos, desesperanza, valentía, amor, amistad, deber, guerra, muertes, y mucho más tocarán muy de cerca a Kalen: un amante de la raza humana...