"SER HUMANO OTRA VEZ"

Capítulo 11

¡Estamos jodidos! Era lo único que pasaba por mi cabeza.

-¿Están sordos? ¿Qué hacen aquí abajo? Esta zona es restringida para los visitantes. - Antes de darnos cuenta ya lo teníamos en frente. – ¿Estaban metiendo sus narices en asuntos que no les incumben? ¿Quiénes son ustedes?

-Verá ...-comencé sin saber que excusa me iba a inventar-Nosotros…

-¿Qué está sucediendo aquí? - escuchamos la misma voz que antes hablaba rápido, pero esta vez no provenía de la habitación a nuestras espaldas. Un celeri de piel azul marino con manchas blancas en su cola, al finalizar de sus manos y piernas y en la cima de su alargada cabeza puntifina, se acercaba a nosotros por el pasillo que quedaba a la izquierda. -  ¿¿¿Por qué mis acompañantes están siendo tratados de forma tan descortés???-

El limax lo observo extrañado – Pensé que aún estaban reunidos. ¿De dónde vienes? –

-Pensaste mal, y gracias a eso has propiciado un mal momento para mis compañeros. Acabo de acompañar a mi socio a la salida trasera. – dijo mientras señalaba el pasillo por donde había llegado.

Pasaron algunos segundos que sentí eternos – Bien, estaré en la segunda planta, por si sucede algo- Nos dirigió a Enyd y a mí una última mirada y se marchó.

-Larguémonos rápido de aquí- ordenó el celeri con la voz que generalmente usaba Saoirse.

(…)

-¿Qué? ¿No están agradecidos de que me haya unido a Uds.? - Nos encontrábamos fuera del bar caminando en dirección al metro que se utilizaba para viajar a otras ciudades, y Saoirse hacía alardes de sus habilidades.

En el momento que desapareció de nuestro lado había adoptado su forma aemula y se adentró en la habitación donde se estaba llevando a cabo el trato. En ella se encontraban un mendacibus y un celeri, alcanzó a escuchar como el último comunicaba que terminaría con algunos negocios pendientes en la ciudad y regresaría a Centrum para comunicarle a su señor lo que habían acordado. Saoirse salió de la habitación, se dirigió hacia el pasillo por donde se nos acercó segundos después, y notó que en el fondo había una escalera que llegaba a la superficie, tomó la forma del celeri y el resto ya lo sabéis.

Ya habíamos llegado a la estación y nos estábamos colocando en nuestros puestos dentro del metro, decidimos dirigirnos a Centrum, aprovechando que el celeri tardaría un poco más nos daría tiempo llegar a la ciudad y esperar su regreso.

Enyd había estado propinando bufidos desde que salimos del bar, ahora se removía en su asiento incómoda.

-Pffff, ante todo, ¿¿¿por qué querrían unir fuerzas esos dos??? ¿¿¿Para qué??? ¿¿A quién se quieren enfrentar??-

-La cuestión no es esa, el asunto aquí es ¿¿quién les causa tanto temor para que necesiten unirse??  –intervino Saoirse- Es decir, nadie en su sano juicio aceptaría un trato con un mendacibus. Todos sabemos que se especializan en mentir, no tienes idea de que se pueden estar guardando bajo la manga. -

-Y por último- hable yo esta vez- ¿a quién servirá aquel celeri? ¿¿Y el mendacibus?? ¿Actúa solo? ¿Representa a un grupo de ellos? ¿A todos los mendacibus? ¿A una asociación de varias razas??- exhalé- Hay mucho que no sabemos. Esperemos encontrar rápido las respuestas, o al menos algunas de ellas. -

(…)

Los empleados de casas importantes solo se trasladan de ciudad en ciudad en autos que los identifican como miembros o representantes de dichas familias. Gracias a los hábitos de Saoirse de realizar largas estancias en el bar donde nos conocimos, sabíamos, según había jurado ella, que en estos días a Gratissimum solo había llegado un coche que poseía el número de placa que lo identifica como proveniente de Centrum, y que además, dicho auto lucía muy lujoso y en una de sus puertas se encontraba dibujado el escudo de alguna familia, pero Saoirse no lo había detallado mucho, solo recordaba que tenía forma de elipse.