Prólogo

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La ambición ha existido desde el inicio del desarrollo de la raza humana, y es que no podemos negar que el hombre muchas veces se ve movido por ella. Algunos la llaman deseo, necesidad, capricho; y lo cierto es que solo son diferentes caras de una misma moneda: La ambición; de poder, de dinero, de conocimiento, de atención, de cariño... Piensen en todas las guerras por la que ha pasado la humanidad, son incontables; y si buscan un por qué, los profesores les enseñarán una lista de causas económicas, sociales, políticas, la ausencia de derechos, etc, etc, pero es más simple que eso; todos son movidos por la ambición. El presidente que es corrupto y oprime a su pueblo codicia el dinero y el poder, desea seguir siendo presidente y comete fraudes electorales. El pobre que solo tiene la ropa que lleva puesta, si es que puede llamarse así, ambiciona poder vivir en mejores condiciones. El oprimido que es explotado por la comodidad ajena ambiciona su libertad. Cada pequeña acción que realiza la humanidad suele estar movida por la ambición.
Gracias a la misma el hombre ha superado poco a poco y cada vez más los límites del conocimiento y como siempre cuando se ha encontrado algo nuevo no falta el avaricioso que quiere adueñarse, dominar, dirigir lo descubierto.
Yo me llamo Kalen, y seguiría contándoles acerca de cuán codicioso ha llegado a ser lo que ustedes conocen como raza humana, pero ahora mi cerebro lo que ambiciona averiguar es cómo escapar de mi madre, llevo semanas escondiéndome de ella por estar dándome la lata de seguir los pasos de mi padre, y sé que no está bien, que es mi madre, la que me dio la vida y bla bla bla, pero condénenme si no querer ser el próximo presidente de la Tierra es un delito.

"SER HUMANO OTRA VEZ"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora