Capítulo 35 - ¿Cuál es tu historia?

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[4 días antes de la boda]

Se tocó la cara, húmeda, empapada de lágrimas, tenía que arreglar eso, joder, le dolía recordarlo, le dolía mucho. ¿Qué haces fingiendo que no te dolió pero si te hirieron? Se levantó, decidida a superar su pasado, esto es lo que a ella le impide llegar a la luz, Brandon se removió en la cama buscando algo, o mejor dicho, a ella.

Escribió una nota rápida: "No te preocupes por mí, estoy en mi casa, vuelvo pronto, te amo. _" Se vistió, cómodamente claro está. Salió al garaje, al menos Brandon la dejaba conducir, y no traía un carro de los años 90, no, traía un Audi R8 color blanco, ese sí que era propiedad suyo y nadie tocaba el volante a menos de que fuera ella, le había costado pasar noches en la aerolínea, valió la pena. Sus padres compartían un Audi e-tron, aquel lo había dejado a posesión de su tío...al cual odiaba con su vida entera.
Lo monto y se dirigió a su casa, era de noche... eso le traía tanto recuerdos, apretó los ojos al llegar a casa, ¿Lo haría? Llego a la entrada, esta vez la puerta no estaba entreabierta... menos mal, A veces es mejor no recordar. Cuando somos pequeños soñamos con ser grandes y crecer lo más rápido posible pero cuando llegamos a eso, nos damos cuenta como todo se vuelve una mierda y se complica y deseamos volver a ser niños, donde todo era más fácil y vemos las cosas desde otra perspectiva, que irónico.
Ella entro, todo estaba apagado, hizo exactamente el recorrido que hizo aquel día, llego al sótano, se le llenaron los ojos de lágrimas.

[Flashback]

Oficial: Por favor señorita Montelaire, tenemos que retirar los cuerpos -Ella estaba aferrada a los cuerpos sin vida.

Oficial 2: Yo la acompaño, vamos -Le dio apoyo y le ayudo a subir hasta arriba, cuando hizo esto, y que los cuerpos ya fueran retirados, cerró la puerta, fue lentamente hasta la cocina, en donde se guardaba la llave del sótano, volvió a la puerta del sótano, entonces al cerrar el sótano, cerró con llave su pasado.

[Fin flashback]

Miro la llave fijamente, No, no, no es hora de esto, solo metió la llave, más no abrió la puerta, se dirigió hacia la habitación de sus padres.

Riley: Entonces jamás regresaron eh... -A pesar de todo, tenía un grandísimo humor.

"Que quieras a alguien no significa que sea bueno para ti." "Y aprendí que si no me quiere, yo tampoco le debo de querer." "Si me quedo contigo a pesar de mí frialdad, imagínate de lo que soy capaz de hacer por ti." ""Cosquillas" (verbo) Es como una violación, pero donde solo te están obligando a reír."
¡Ya basta! Se riñó ella misma, solo iba a superar algo, no iba a recordar todo lo que aprendió con ellos, se acostó en la inmensa cama de sus padres, y cayó en el sueño... más profundo.

****
Mariana: ¡Hija! -Venían corriendo -Perdón por irnos cariño, perdón -ella sollozaba.

Riley: ¿Mamá? -<<Esto es una puta broma>> Pensó al instante.

Theo: Cariño ven aquí -le dio un gran abrazo

Riley: No me vuelvan a dejar... mamá... papá -dijo aún sin creerlo.

Mariana: Eso es imposible amor -me dijo sujetándome la cara -Pero por algunos contactos sé que estas bien acompañada -puso una mano en mi vientre -Serás la mejor madre -dijo dándome esa sonrisa tan especial que la caracterizaba.
Theo: Juro que estuvieras virgen hasta los treinta, pero cariño, opino igual que tu madre -Riley le sonrió.

Riley: No quiero dejarle... no de nuevo -les dijo, y ahora ella mostraba las lágrimas caer.

Theo y Mariana le dieron una sonrisa triste y negaron levemente con la cabeza

Riley: Por favor -les rogaba

Sus padres se acercaron a ella, les dieron un fuerte abrazo y le susurraron: "Te veremos en un largo tiempo, cariño, Adiós"

***
Despertó fuertemente, era de día, ¿Tanto había dormido? Pero tenía bien en claro una cosa, ese sueño, no fue un simple sueño, fue una despedida... y ahí se dio cuenta de una cosa, solo necesitaba volver a encontrarse con ellos.
Bajo y fue directamente al sótano, abrió la cerradura, todo estaba oscuro, ya se estaba echando hacia atrás, prendió la luz, cielos, hubiera limpiado, seguían las dos sillas, y los charcos de sangre ya secos y ya casi invisibles.
Se le volvieron a nublar los ojos, pero esta vez sonrió, se sentó delante de las sillas, y se quedó sentada ahí mucho, mucho tiempo, hasta que una mano en su hombro la asusto.
Riley: ¡Joder! -grito ella al darse cuenta que era Brandon.

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