Un día soleado y con el viento tranquilo. Riley Montelaire de 21 años estaba caminando por el gran parque de Nueva York. Siempre que pasaba, veía a un chico de cabellos oscuros, con las manos en la cara y algunas veces hasta sollozando. Siempre había querido acercarse. Pero como una vez su madre le dijo 'Si no son asuntos tuyos, no te acerques', Ese consejo algunas veces la había ayudado y otras la había dejado como una completa egoísta que solo piensa en sí misma. Pero ya era tiempo de decidirse por sí misma y no guiarse por consejos. No lo pensó más y se sentó en la misma banca que aquel chico. No sabía ni cómo empezar la conversación, Que tal: 'Oye amigo, ¿Qué te pasa?' No. 'Te pasa algo' Puede ser... pero no. '¿Puedo ayudarte en algo?'. [Si sigo así, jamás le voy a hablar] pensó Riley. [Ya como salga la conversación] pensó segura.
Riley: ¿Te pasa algo? - [La primera que pensaste y dijiste no, y es la primera que dices] pensó con ironía.
Xxxxx: No es nada, puedes dejarme solo - en su voz estaba más que clarísimo el dolor y la tristeza, Riley no se iba a mover de ahí, sin al menos sacarle una pequeña sonrisa.
Riley: ¿Tú crees que diciéndome eso hará que me valla? - dijo intentando encontrar la mirada de él, pero él seguía en la misma posición: con las manos en la cara y recostado en sus rodillas. De pronto el se quito las manos de la cara y se enderezo y la miro. Riley se quedo un poco tonta por aquel chico, ¿Lindo? Creo que la palabra le queda corta. Pero tenía los ojos rojos, bastantes rojos, como si hubiera estado llorando toda su vida. Riley alzo una ceja ante la impresión.
Xxxxx: ¿Que quieres que te diga? ¿Mi nombre y mi teléfono? Pues bueno, mi nombre es Brandon Meza y ¿tienes donde anotar? - Dijo como si siempre se acercaran a eso. Riley se enojó por su comentario, pero de ahí no se iba sin la sonrisa que ella quería ver.
Riley: No me interesa tu jodido numero - se dio cuenta del tono en el que estaba hablando y se relajo - Solamente que siempre que vengo a caminar, te veo aquí y... no lo sé, ¿Sufriendo?, Que no puede ser que ni una persona se preocupe por ti... mira ni te conozco, ni se por lo que has pasado - suspiro - pero te puedo ayudar. Brandon se quedo sorprendido, ya que todas las chicas que se habían acercado a él, era solamente para pedirle su número e invitarlo a darlo una vuelta. Pero él no quería tener cerca a nadie, no podía.
Brandon: ¿Qué pretendes? ¿Qué te cuente mi historia y ya? - dijo viéndola con un poco de enojo.
Riley: Hagamos algo... Me interesa un maldito pony, que me contestes así. Yo de aquí no me voy a mover hasta que aceptes que alguien te quiere ayudar. Brandon se rió levemente por la expresión de 'Me interesa un maldito pony', O ella era muy fantasiosa, o de verdad era graciosa. En cambio Riley al oír esa pequeña risa, sintió en su interior que la quería oír siempre. ¿Y por qué no darse ese placer de oírla?
