0.5

0 0 0
                                    

Fuego

Siempre habías sido fuego para mi, aquel que te consume y lastima, el que deja cicatriz y no te permite olvidar su existencia por más que lo desees en algún momento de tu vida.

Y yo claramente no pude alejarme de las llamas, no cuando quemarse valía la pena para estar cerca de ti, la rubia plástica, e irónicamente fría y gélida.

Todo de ti era una contradicción, estabas cerca y a la vez tan lejos; a mi nivel y luego en un pedestal alto que habías creado tu misma, actuabas tiernamente y luego lanzabas cuchillas de crueldad a todo aquel que se te acercara.

Yo amaba evidenciar todo tus cambios mientras el tiempo avanzaba, y fue cuando entendí que nunca me tomarías en cuenta para ser un posible candidato, porque no estaba en tus planes elegir a uno cuando a todos los tenías a tus pies, al menos así lo entendía yo.

Te vi en aquella fogata, lucias preciosa en ese vestido morado que resaltaba el color de tus a ojos, haciéndote ver aún más pálida y podía apostar lo que  fuera a que tu piel era más suave que cualquier otra cosa en el mundo, el pensamiento solo hizo que quisiera tocarte más de lo que ya quería, mis dedos picaban por rozar tus mejillas o brazos, me hubiera conformado con un pequeño roce.

Quise acercarme pero a penas vi como un chico te susurraba algo y tú sonreías coqueta supe que no tenía lugar en tu vida, muy insulzo para ti, quizá tú muy explosiva para mí.

Vi como tomó tu cintura y te dió un beso que le seguiste sin demorar.

Quería decirte que te merecías más, que no te conformaras con tan poco, que la vida era muy corta para quedarte con migajas pero solo desvié la vista, le di un trago a mi cerveza y decidí irme a mi casa sin voltear a verte.

Desde ese momento supe que no serias para mi nunca, porque yo no te podía ofrecer revolcones de una noche y solo quería conocer desde tu color favorito hasta el secreto más profundo que guardabas.

Aún eras una niña inmadura y yo solo queria aplicar mi madurez como siempre. Tú solo me veías como otra persona más, yo te veía como la única.

Nunca más Heather, nunca me fijaría en chicas como tú, que tontean de cama en cama y luego se van sin más.

Decidí esa noche, mientras estaba recostado en mi cama y tú recuerdo me abarcó, que mucho había perdido esperando lo inesperado y que si tenía una vida viviría de una vez por todas, y cuando nos volviéramos a ver seria aquel que querrías llevar a tu cama y un solo toque mío te haría enloquecer y entonces, me marcharía, porque no podría dejarte ir nunca si te quedaras más de lo esperado.

La próxima vez dejaría huella en tu corazón, quizá tan grande como las heridas que me habías causado tú sin siquiera notarlo...

El frío que embargó mi corazón fue el suficiente para superarme, pero como todo hielo que se quiebra, las grietas se hicieron presente cuando te tuve de frente luego de años, con un corazón roto y un par de muchas cosas que estaría dispuesto a descubrir por ti, siempre por ti.

🥶❄️

Bright Cold Donde viven las historias. Descúbrelo ahora