🦋Capitulo 10 🦋

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LUZBEL (LUCIFER)

La vi, y se que es ella, tiene el mismo color que mi pelo, los ojos de Ariel y la sonrisa de Ariel. Me reconoció, se me quedo viendo.

Pero un chico la abrazo por la espalda, el chico es alto, tatuajes en los brazos, algo le llevaba media cabeza a mi hija, pelo corto a los lados y más largo en el medio, ojos verdes con marrón... se me hace conocido, pero no se quien es.

No le respondió y luego se giró para besarlo.

No se que sentí, ¿melancolía?. Verla tan hecha una mujer y que a mi me la hayan arrebatado y no siquiera verla cuando era tan solo una bebe.

Se fue con el chico se subió a una moto, ella conducía, se veía que era muy fría y dura con la gente pero con ese chico... ella lo miraba con amor, anhelo y adoración. Y el chico no se quedaba atrás.

Se fueron y yo me quedé allí pensando en todo lo que hubiera podido hacer con mi hija.. si no me la hubieran arrebatado.

JACOB

Me han descubierto, se han dado cuenta de que veía a Yekun, se han dado cuenta de que salía a ver a Yekun.

Me han vuelto a llevar al cuarto de paredes blancas con una sola cama. He despertado ya hace una media hora,más o menos.

—Sacadme—gritó y le doy un puñetazo al espejo.

Escucho como la puerta se abre y corro hacia ella la abro y empujó a Steve y que me traía comida.

Salgo corriendo, me choco con unas cuantas enfermeras y llaman a seguridad.

Corro como si mi vida dependiera de ello, abro una puerta negra, recuerdo que me trajeron aquí para poder ver a Ami y a mi madre.

Cierro la puerta y le coloco una vara de metal que no sé de donde he sacado la coloco entre las manijas de la puerta, retrocedo y luego me giro.

Las encuentro a Ami y a mi madre, abrazadas. En una cama.

—Mama...—le digo y le toco un hombro.

—Hijo—grita y se levanta para abrazarme, le devuelvo el abrazo.

—Tenemos que irnos...¡ahora!—le digo y cojo a Ami por un brazo.

—Has llegado muy lejos, Jacob.—dice Ami la suelto y la miro con el ceño fruncido.

—¿Que?—digo

—Ami,¿que pasa,cariño?—le dice mi madre con todo el amor del mundo

—Siento decirles que no soy su queridísima Ami—dice burlonamente y sonriendo

—¿Que dices hija?—pregunta mi madre dolida la abrazo

—¡Ay! ¡Ya cállese! La he aguantado suficiente—dice con una falsa sonrisa.

Voy retrocediendo con mi madre, no es ella, Ami no tenía el cabello negro y mucho menos ojos azules.

—¿Que quieres?—preguntó bruscamente

—No... ella es mi hija. Ella es mi Ami...—murmura mi madre con dolor, y me duele verla así.

—Ma.. ella no es Ami..ella murió...—le digo y veo como se derrumba, la dejo en una silla y me acercó a la chica extraña.

—¿Donde hay una salida.?—le preguntó bruscamente y con la mandíbula apretada.

—Habrán demasiados guardias, imposible que salgas.–dice mientras se mira las uñas

—Solo necesito una ventana—le digo y la amenazo cogiéndola del cuello y dejándole un poco de oxígeno

—En la puerta de enfrente...—dice sin oxígeno, la suelto y le pego más abajo de la cíen, dejándole inconsciente.

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