YEKUN
Después de mi encuentro con Jacob en la tienda, compré mi helado y salí al parque.
Me senté junto al árbol donde el niño de diez años me dio un beso, y luego pasó algo muy interesante. Rio al recordar lo que Jacob y yo hicimos aquí, fue la mejor noche de mi vida.
Saco la cuchara que traía en mi sudadera, bueno técnicamente es de Jacob, yo se la robe. Empiezo a comer helado, estoy disfrutando de la brisa fría de otoño.
Escucho un grito, instantáneamente me levanto y dejo el helado corro siguiendo los gritos.
Cerca de los columpios de los niños hay una mujer, grita junto a un niño que está convulsionando. Corro a ella y cojo el niño.
—Llame una ambulancia.—le ordenó a la madre, cuando digo aquello el niño para y abre los ojos, su color de ojos a cambiado a un rojo sangre.
Lo miro y el niño se abalanza a mi, tiene los colmillos largos igual que todos los dientes, sus uñas son largas y de su boca sale un líquido espumoso color blanco.
Le intento quitar de encima pero es demasiado fuerte, entonces utilizo uno de mis poderes. Controlo el viento, lo empujo y lo lanzó lejos, luego la supuesta madre se lanza hacia mi la esquivo, rodando por el suelo.
Me levanto de un salto y me coloco en posición de lucha, dejo correr mi energía, haciendo que un aura negra me rodea, siento mis ojos cambiar y ponerse totalmente negros. Levanto mis manos, haciendo que se eleven los supuestos hijo y madre, los acercó a mi.
—¿Quien la manda?—digo y mi voz suena distorsionada, se escucha como si fuera unas 10 personas diciendo lo mismo.
Los demonios muestran su verdadero rostro, pasan de ser una mujer y un niño a seres con las extremidades largas, ojos rojos, dientes afilados, y la piel tiene un color rojizo.
—¿Quien. Os. Manda?—repito más despacio y más cabreada, mi voz se escucha igual. Abro los alas que son más grandes y están cogiendo el color de antes.
—Nuestro señor..Luzbel...—habla casi sin aire ya que le estoy apretando con mis poderes.
Abro un portal, que me había enseñado a hacer Ryan. Con una mano lo abro y con la otra tengo a los demonios, los lanzo dentro del agujero negro que los llevará a su verdadero hogar.
Respiro hondo y guardo mis alas, haciendo así que él aura se valla y mis ojos vuelvan a la normalidad.
¿Luzbel? ¿Lucifer me quiere matar? A ver que no sería sorpresa, ya medio mundo me quiere muerta. ¿Pero el dios del infierno? Eso es otro nivel.
Respiro hondo y voy a por mi bote de helado lo recojo y cuando decido ir a casa me encuentro a Oan y Ryan corriendo hacia mi.
—Wow,wow. Tranquilos, estoy bien.—les digo apenas llegan a mi lado y como una cucharada de helado—¿Queréis?—les ofrezco con una sonrisa.
—Pareces demente, te han atacado dos demonios estándar ¿y tú me ofreces helado de menta con chocolate?—pregunta Oan preocupado y peinándose su pelo hacia atrás.
—Sip, mi favorito.—como otra cucharada.
–¿Te hirieron? ¿Mordieron? O ¿rasguñaron?— pregunta Ryan observando cada parte de mi.
—Estoy bien chicos. Utilice todo lo que me habéis enseñado.—les tranquilizo y vamos hacia casa juntos.
—Necesitas ascender. Si Luzbel te busca, es peligroso, ascendiendo estarás protegida por tus guardianes.—me explica el moreno
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TE ESPERO
Teen FictionAVISO: No leer esta historia hasta leer la primera ( VISIBLE ANTE SUS OJOS) Jacob sigue vivo, pero no sabe en donde esta ni cuanto ha pasado. Lo han curado y vienen cada poco a dejarle comida y agua solo eso, el solo desea salir de allí para decirl...