🦋Capitulo 15🦋

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YEKUN

Me he levantado pronto, son las 6:30 de la mañana. Me senté junto a la ventana mi lugar favorito para leer, cojo un libro y me pongo a leer.

Me siento distinta, me siento mejor y rara.

Mientras pasó una pagina veo el anillo en mi dedo anular, es hermoso, Jacob lo a sabido escoger, es negro mate y en un poco delgado con una mariposa en el centro que encaja perfectamente con el anillo de Jacob.

Suspiro y tomo un sorbo del té que me prepare después de levantarme hace media hora.

Todo el mundo dormía y veo a Jacob acostado durmiendo plácidamente, se ve tan hermoso y pensar que va a ser mi marido.

Se que tan solo tengo 20 años y el 21 pero lo amo con todo mi ser, vamos a tener un hijo o hija y nos vamos a casar. Vamos a formar una vida juntos, pero me da miedo ascender, ya no quiero.

Quiero quedarme en casa en el mundo mundano, quiero parecer una mundana normal, quiero seguir mi carrera de medicina, quiero vivir como una mundana.

—Mgm...—dice Jacob acostado y pasa una mano para supongo que abrazarme pero encuentra mi lugar vacío, sonrió ante su mueca y abre los ojos. Se soba los ojos y me sonríe medio dormido.

—¿Horas?—pregunta con voz ronca.

—6:35.—le contestó y me levanto dejando el libro sobre el escritorio. Me siento a su lado y le acaricio el pelo, se vuelve a acostar pero esta vez su cabeza en mis piernas.

—¿Desde que horas estás despierta?—pregunta con los ojos cerrados

—Desde las 6:00.—

—Oyo que pensaba que eras súper dormilona.—

—¡Oye! Es que ayer me acosté súper temprano y pues me levante temprano.—digo

—Lo que digas, Preciosa.—

Cada vez que me llama Preciosa o palomita causa ese efecto en mi que siempre a causado desde que nos conocimos.

—Te quiero, gilipollas.—digo.

Ya veis lo cariñosa que soy, soy muestras de cariño pero a la vez insulto.

—Te quiero, Palomita.—

—Cabronazo...—le digo y le muevo, se levanta y se queja. —Te amo.—le digo y me tiro encima de él.

Me coje en el aire y me tira a su lado, me tiene en un abrazo difícil de zafarme pero no lo hago estoy muy a gusto en sus brazos.

Me impresiona como todavía tiene efecto en mi cuerpo cada vez que me toca, siempre la piel se me eriza cuando me toca como el primer día en que lo vi.

—Yo también te amo.—dice en mi odio.

JACOB

Me encanta como Yeki demuestra cariño, es como que te dice "te amo" pero a la vez te insulta. Por eso me enamoré de ella, sigue causando el mismo efecto en mi que el primer día.

La tengo en un abrazo y no se mueve supongo que está a gusto, me quedo dormido pensando en la familia que tendremos. No quiero ascender y no lo pienso hacer a menos de que ella quiera, la seguiré hasta el infierno si es necesario.

Me vuelvo a quedar dormido mientras Yeki me acaricia el pelo, y yo la tengo abrazada.

2 horas más tarde.

Me levanto y dejo con cuidado a Yeki en la cama, voy al baño y me lavo la cara luego voy a la cocina tomo un vaso de agua y vuelvo a la habitación. Me siento junto a ella y lo observo dormir, no puedo creer que vaya a ser mi esposa.

Abre los ojos y me sonríe, le sonrió de vuelta y le doy un sorbo a mi vaso de agua. Prendo la televisión un rato y nos quedamos viendo una serie de televisión, hasta que un rico olor a waffles llega a la habitación.

Miro a Yeki con una mirada cómplice y ella también me mira con esa mirada cómplice luego sonríe y nos levantamos.

La jalo de la cintura haciendo que caiga otra vez en la cama, me levanto he intento correr pero me coge de una pierna haciendo que caiga a la cama y ella salga corriendo la sigo hasta la puerta y la cojo de la cintura, la pego a mi cuerpo y luego me giro, la suelto y abro la puerta para salir corriendo.

—¡Oye! ¡No es justo!—grita Yeki corriendo detrás de mi.

—Si es justo, princesa. G-A-N-E.—le deletreo mientras cojo una tortita y me la llevo a la boca.—Joder, Asthu. Cocinas de puta madre.—digo y Asthu sonríe.

—lo se.—es lo único que dice mientras sigue cocinando. Yeki coge una y se la come pero no antes de untarle nutella.

—¡Oye! Eso es delito. Saben mejor con queso—me quejo y ella ríe.

—¡Mentiras! Mil veces mejor con nutella—se defiende mientras coje otra y la unta con chocolate.

Niego con la cabeza divertido y sigo comiendo los demás van llegando poco a poco y van comiendo, hablamos de todo y hacemos bromas hasta que decidimos bañarnos, vamos por turnos y yo doy el tercero después de Yeki.

Estoy con mi móvil hablando con Fin, la separación de sus padres le dejo una gran cicatriz y mi desaparición la empeoro, la intento consolar y encima también la engaño su novio, a su hermano casi lo arrestan.

Fin:
      No se que hacer, J.
Yo:
      Tranquila, no te preocupes. Nos vemos por la tarde  ¿vale?
Fin:
     Ok. En la cafetería a las 11:00. De la mañana  :)
Yo:
     Oks.

Apago el móvil y cojo la toalla que me tiro Yeki, voy al baño y me doy una ducha cuando salgo me enrollo la toalla en la cintura y salgo a la habitación de Yeki.

—Vaya vistas...—dice Yeki sobre la cama, se ha puesto un pantalón apretado y una camisa más suelta.

—Lo se...—digo guiñando un ojo, ella rueda los ojos divertida. Me pongo la ropa y me seco el pelo, dejándolo despeinado para que me dé el aire de badboy.

—Joder. Quiero que me folles— hace un puchero Yeki en la cama.

—No, a mi ganas no me faltan peroo.. al bebé no le hará bien.—le digo tocando su nariz con mi dedo índice y sonriéndole.

—¡Agh!—se queja y se tira hacia tras, abraza una almohada.—Es injusto.—murmura como niña pequeña, la abrazo por la espalda y le susurro que tenemos que ir a la cafetería, ya son las 10:45.

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