↳dieci.

1K 107 30
                                    

Lee Felix. Itaewon, Corea del Sur. 2025.

El rubio alzó su brazo y sacudió un poco su muñeca acomodando su reloj, miro la hora y entonces se dijo que era hora de irse. Tomó con decisión el caballito que estaba frente a él y sin dudarlo bebió todo el licor que había en él, apenas sintiéndose un poco mareado, pero consiente en su totalidad aún. Luego, miro a JeongIn, el menor miraba a JaeIn sonriéndole un poco y aquella camarera le devolvía la sonrisa algo sonrojada.

—Así que, es todo por hoy. —Felix llamó la atención del chico entonces, quien dejó de ver a la chica para prestarle atención.

JeongIn hizo una mueca inconforme. —¿Qué dices? ¡Me opongo a levantarme de aquí hasta que termines esa historia! Me haz dejado totalmente intrigado, no puedes irte ahora.

—Pero debo irme, he dejado a una amiga cuidando mi departamento todo este rato, no puedo aprovecharme más, a parte, es tarde para ella así que aún debo acompañarla a su casa —explicó Felix levantándose. De su billetera saco cierta cantidad de dinero y se lo tendió a JaeIn a sabiendas de que era más de lo que habían consumido, pero no le importo mucho. Luego, volvió a ver a su reciente amigo y le sonrió palmeando su hombro, miro de reojo a la chica y después le sonrió a JeongIn complice, el menor frunció nuevamente su entrecejo—. Quédate charlando un rato con ella, su turno esta por terminar. Otro día seguiré contándote todo, esta historia no podría terminarla en una noche por más detalles que omitiera.

—Y me niego a dejar pasar los detalles —acotó JeongIn divertido ahora, entonces alzó una ceja e hizo un ademán con su cabeza a la vez que bebió del caballito que la chica acababa de servirle —, te haré caso y te permitiré irte solamente porque eres un señor y debes dormir.

El menor hizo un puchero lastimero a forma de burla y ambos rieron pero finalmente terminaron de despedirse y así Felix salió del bar de una vez por todas. Suspiro metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón cuando sintió la brisa fresca de la madrugada y sin más, se decidió a comenzar a caminar hasta su apartamento como siempre hacía, ese día aprovechando para pensar de más pues su hogar quedaba algo cerca del bar donde había estado.

Noviembre estaba entrando apenas y en Corea, el frío ya causaba una sensación de entumecimiento a altas horas en las madrugadas, el vaho podía salir fácilmente de su boca sin necesidad de provocarlo. Por esa razón, Felix se apresuró a llegar a su hogar, caminando un poco más rápido que de costumbre y encogiéndose un poco ante lo helado.

Ese día, en tan solo 10 minutos estuvo subiendo las escaleras de entrada a su departamento, escuchando voces amortiguadas desde dentro; seguramente la televisión prendida. Sin más y con algo de prisa sacó sus llaves y procedió a abrir y entrar de una vez por todas. Cerró la puerta tras de si y cuando giro, una cabeza se asomaba detrás del sofá con una mirada curiosa. Mal lo observaba con una cuchara en su boca, mientras un tarro de helado descansaba en su vientre sobre un cojín y una película romántica yacía en "pausa" en el televisor. La chica se tomó un segundo en sacar la cuchara de su boca y sosteniéndola alto le sonrió cariñosa.

—¡Lixie~! Hasta que regresas hombre, por un momento creí que me quedaría otra noche a dormir aquí.

Felix sonrió, y la recibió gustoso cuando ella se levantó y fue directo a acurrucarse en sus brazos dándole la bienvenida. Correspondió su abrazo con el mismo gusto, pero se apartó rápidamente sosteniéndola por los hombros.

—No te preocupes Malva, no volverá a pasar. Es solamente que me entretuve en el bar con un nuevo amigo.

La chica que no había apartado la mirada de él había fruncido el ceño desde que la llamo por su nombre completo en lugar del apodo que todos solían darle –aunque Felix fuera el único que siempre la llamaba por su nombre y no Mal como todos– se extraño cuando le comento lo de entretenerse; pero rápidamente sustituyó su extrañes con una mueca, entornando los ojos. Quitó sus manos de sus hombros y volvió al sillón guardando el helado que antes comía y quitando la película. Felix observó todo eso y se preparo.

𝐂𝐔𝐀𝐍𝐃𝐎 𝐇𝐈𝐂𝐈𝐌𝐎𝐒 𝐄𝐋 𝐀𝐌𝐎𝐑࿐ 𝐅𝐄𝐋𝐈𝐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora